El rumbo económico de la gestión de Javier Milei sigue siendo incierto. Mientras los funcionarios del Gobierno sostienen que la actividad económica tendrá un comportamiento similar al de una V o una U, que derivará en una recuperación de la actividad, economistas advierten que, de acuerdo a las proyecciones del Presupuesto 2025, el país atravesará más bien un estancamiento económico, que se representa como una letra L, por el proceso de devaluación y el blindaje fiscal que se quiere instalar.
En diálogo con NEA HOY, el analista económico del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Guido Bambini, en su paso por Formosa, definió a la “L” como “un estancamiento económico en donde no se generan puestos de trabajo, en donde la actividad económica y el tamaño de la economía argentina sigue en estos niveles (actuales)”.
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Bambini analizó el proyecto de presupuesto 2025 presentado por Javier Milei en el Congreso de la Nación y advirtió que este mantendrá el “crawiling peg”, es decir, una devaluación administrada que beneficiará a los exportadores y a los inversores externos, pero perjudicará a la actividad económica interna y, por ende, seguirá produciendo una caída de la recaudación.
Asimismo, el especialista indicó que Milei sostendrá en 2025 el “blindaje fiscal”, tendiente a que el déficit sea cero, y por el cual, debido a que se continúa con la caída de la recaudación se reducirán las partidas en áreas sensibles como Educación, Jubilaciones, transferencias a provincias, entre otras.
Por esto, el economista alertó que el escenario local previsto para el año que viene es de menor actividad económica local y la expectativa del Gobierno está puesta en el crecimiento de las exportaciones, que serán mayormente beneficiadas con el proceso de devaluación.
Lo cierto es que el incremento de las exportaciones no anticipan una mejora para la economía del país, por sí solas, y lo demuestra la realidad actual donde, aunque crecen las exportaciones, la recaudación sigue en caída.
Respecto al “blindaje fiscal” de Milei, el economista del CEPA indicó que se trata de “una reedición de la Ley de Déficit Cero del 2001, en donde lo que plantea es que si los ingresos son más de los previstos no se van a aumentar partidas sino que va a reducir impuestos, pero en el caso de que los ingresos sean menores a los previstos va a ajustar partidas discrecionales, que en definitiva son las partidas en seguridad, salud, educación, etc.”.
En esa línea, Bambini agregó que el Gobierno “dijo que no va a tocar las partidas indexadas, pero ahí también hay una trampa porque la principales partidas indexadas son las jubilaciones y con la nueva fórmula que por decreto planteó este gobierno ya han sido licuadas en lo que va del 2024”.
Qué es el “crawling peg”, la receta de los 90′, que Milei quiere sostener
“El tipo de cambio de $1.207 a fines de diciembre de 2025 nos resulta raro. Están, evidentemente, planteando un ‘crawling peg'”
, explicó Guido Bambini y señaló que la gestión libertaria “está planteando, nuevamente, más devaluaciones mensuales para el año que viene, lo que, además, daría cuenta que no pretenden salir del cepo”.
En este contexto, vale señalar que el término “crawling peg” significa literalmente “tipo de cambio deslizante” o “tipo de cambio arrastrado”. El término “crawling” hace referencia a un ajuste gradual, mientras que “peg” significa “fijar” o “atar”.
Es decir, esta actividad no es más que la suba progresiva y controlada del dólar oficial, devaluando el peso argentino. Es una operación que realiza el Banco Central que permite en la práctica realizar ajustes graduales y predefinidos del tipo de cambio. Entre los beneficios, es que da flexibilidad para mover el valor de la moneda evitando fluctuaciones bruscas.
En resumen, el “crawling peg” es un sistema de tipo de cambio que permite que la moneda local se ajuste gradualmente en relación con otras monedas extranjeras (en el caso argentino, al dólar), dentro de límites establecidos.
Un ejemplo para el cual se utiliza es si el país está experimentando una alta inflación, el banco central puede permitir que el tipo de cambio se deprecie gradualmente para mantener la competitividad de sus exportaciones en los mercados internacionales. De manera similar, si la moneda se aprecia demasiado, el Banco Central puede intervenir para evitar una sobrevaloración excesiva.
Esta receta económica fue parte de la política cambiaria de Argentina en la década de 1990, durante el período conocido como la “Convertibilidad”, en el que el país estableció una paridad fija entre el peso argentino y el dólar estadounidense, lo que significaba que el tipo de cambio estaba anclado y no podía fluctuar.
Sin embargo, en 2001, el país enfrentó una severa crisis económica y abandonó la Convertibilidad, lo que llevó a una fuerte devaluación del peso y a una adopción posterior del Crawling Peg.
Con estas medidas, se notó que los sectores favorecidos fueron, en su mayoría, aquellos que se dedicaron a exportar productos. Una situación similar se puede ver en la actualidad.
Además, en la realidad actual de crecimiento de las exportaciones, que no se traduce en mayor riqueza para el país, la implementación de RIGI podría agravar la situación de la baja actividad económica interna ya que, de acuerdo a su reglamentación, los inversores extranjeros podrán aprovechar el “crawling peg” sin necesidad de tomar proveedores locales, por lo que no se generaría actividad local. Es decir, sin la obligación de producir empleo genuino aunque utilicen los recursos naturales del país, pero beneficiados con la política cambiaria.
“Nos desayunamos en la reglamentación del RIGI de que el 20% de proveedores locales que fueron incluidos por los legisladores en la norma, solamente van a poder estar en la obra civil, o sea que ni siquiera las pymes industriales, algunos encadenamientos productivos locales que uno podría pensar que en el futuro sean proveedores de esas grandes inversiones van a ser exigidos (por el Gobierno) por fuera de la obra civil”, explicó Bambini.
Mientras tanto, el economista del CEPA, en línea con otros economistas del país, advierte que “la industria, lamentablemente, no está dentro de las prioridades de este Gobierno”, y sostiene que “el modelo de este gobierno es extractivista ya que tiene al régimen de incentivo de las grandes inversiones, al RIGI, en el centro de la escena”.
La recaudación continuará en caída libre por el estancamiento económico en 2025
Mientras el Gobierno libertario apuesta (ciegamente) a las exportaciones como una forma de crecimiento económico asegurado para el país, se ocupa de desfinanciar el sistema productivo interno (entre los ejemplos más claros, las economías regionales) y, en consecuencia, la recaudación viene mostrando fuertes caídas desde diciembre de 2023.
Esta situación permite anticipar lo que será el panorama de la actividad económica en 2025 si el Gobierno de Milei sostiene el programa que pretende llevar a cabo, en el que seguirá incrementando la capacidad exportadora del país, mientras se reduce la actividad económica interna.
En suma el país estará atrapada en el estancamiento: la gestión con la devaluación empujará la baja de la actividad y la recaudación, ante lo cual el propio Gobierno de Milei ajustará más las partidas que se destinan a jubilaciones, obra pública, subsidios, salarios, prestaciones sociales, transferencias a provincias, universidades y otras áreas, aprovechando esta baja en los ingresos que el propio modelo exportador provoca.
El ajuste 2024 + el ajuste 2025: el resultado es más estancamiento
De acuerdo al siguiente gráfico del CEPA, se puede ver cómo todas las áreas mencionadas fueron las más ajustadas por la gestión libertaria desde enero a agosto del 2024, anticipando un 2025 peor.
Vale acotar que, a raíz del ajuste que lleva adelante la gestión de Milei, ya “se han perdido una cantidad de puestos de trabajo que ronda los 170.000 hasta el mes de junio”, según los datos oficiales, recogidos por el CEPA. Asimismo, “el deterioro en términos productivos laborales es muy es muy importante”, dijo Bambini.
En conclusión, teniendo como base el proyecto de presupuesto 2025 y el blindaje fiscal, la Argentina profundizará su estancamiento económico: las provincias continuarán sufriendo grandes recortes de partidas y el financiamiento de áreas como educación, seguridad y salud seguirán siendo un motivo de preocupación. Argentina, quedará atrapada en una L.
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