Mientras el gobierno nacional festeja la aprobación del proyecto de Ley Bases, esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó dos datos que dan cuenta de las consecuencias que tuvo el ajuste y la recesión provocadas por el gobierno de Javier Milei.
El primero de ellos es la confirmación de que, durante el primer trimestre del 2024, el PBI de la Argentina se redujo en un 5,1% interanual y un 2,6% respecto al periodo previo.
#DatoINDEC
El producto interno bruto (#PIB) cayó 5,1% interanual en el 1° trimestre de 2024 y 2,6% respecto del período previo https://t.co/jRxY476SEu pic.twitter.com/hSDRrNOoLp— INDEC Argentina (@INDECArgentina) June 24, 2024
Redujeron un 5 PBIs
El PBI mide el valor de todos los bienes y servicios que produce el país. Una reducción de este registro significa que un país está produciendo menos bienes y servicios, es decir, que produce menos riqueza y de menos valor.
De acuerdo a los datos del INDEC, el primer trimestre del gobierno de Javier Milei la producción en Argentina se redujo un 5,1% con respecto al primer trimestre del año pasado. Además, significó una reducción del 2,9% con respecto al último trimestre del gobierno de Alberto Fernandez.
Según los datos históricos del INDEC, se trata de la peor contracción doméstica desde el primer trimestre del 2019, después de que el entonces presidente Mauricio Macri pidiera un préstamo de U$S55.000 millones de dólares al FMI. En los cuatro años de gestión de Alberto Fernández, el único periodo comparable con esta caída fue durante el inicio de la pandemia.
La caída estuvo protagonizada por el componente de la inversión privada, que se desplomó un 23,4% en términos interanuales. Esto incluye las caídas en el sector de la construcción (-19,7% ia), la industria manufacturera, (-13,7% ia) y las actividades de intermediación financiera (-13,0 ia).
El consumo, por su parte, expresó una caída del 6,7% interanual, todo esto mientras que el gasto público se redujo en 5%. Los únicos sectores que reflejaron aumentos fueron la Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (10,2% ia), que se explica por la recuperación que tuvieron estos sectores después de la sequía del año anterior.
Las consecuencias
La reducción del PBI tiene muchas consecuencias para un país y particularmente para su población de a pié. De por sí, es fruto de una recesión económica, lo que limita cualquier desarrollo económico y social que pueda tener el país a largo plazo.
Al haber menos actividad económica, las empresas tienden a reducir personal, lo que lleva a un incremento en la tasa de desempleo y una mayor cantidad de familias que ven perjudicado su nivel de vida, llegando incluso a caer en la pobreza o en la indigencia.
Una caída del PBI también repercute en la capacidad de redistribución de la riqueza, tanto desde el sector privado como a través de políticas públicas. Esto significa que, además de aumentar la desocupación, aquellos sectores de la población que logran mantener sus trabajos tendrán muchas dificultades para lograr aumentos de salario, perdiendo poder adquisitivo progresivamente.
Finalmente, la caída del PBI reduce la actividad económica, lo que a su vez disminuye la recaudación y la capacidad que pueda tener el Estado de diseñar políticas de incentivo a las inversiones o de contención de las familias que se quedan sin sus fuentes de ingreso.
#DatoINDEC
Entre el 4° trimestre de 2023 y el 1° trimestre de 2024, la tasa de desocupación subió de 5,7% a 7,7% y la presión sobre el mercado de trabajo se incrementó de 27,4% a 29,5% https://t.co/5kWwsjkfJy pic.twitter.com/F6r3JotJIW— INDEC Argentina (@INDECArgentina) June 24, 2024
Desocupación
Una de estas consecuencias ya se vio reflejada en el dato de la desocupación que publicó el INDEC. De acuerdo al instituto, la tasa de desempleo del primer trimestre del 2024 aumentó en un 7,7%, lo que significa un incremento de 0.8 puntos con respecto al año pasado y un total de 2 puntos con respecto al final del mandato de Alberto Fernández, que había dejado la desocupación en 5,7%.
Nuevamente, para encontrar otro periodo donde la desocupación era tan alta debemos remontarnos a la pandemia, ya que 7,7 es el mayor índice de desocupación que había tenido Argentina desde el tercer trimestre del 2021.
Ajustando este índice a la cantidad de población en edad de actividad (20 millones de personas), significa que en el país ya hay 1.715.276 de personas desocupadas, lo que significa que 416.551 personas perdieron el trabajo durante los primeros tres meses del gobierno de Milei y no pudieron reinsertarse en otra actividad.
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