La posibilidad de un acuerdo entre Uruguay y China viene poniendo en vilo a toda la región desde hace más de un año. Esto se volvió a poner en evidencia en el encuentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrado en Argentina la semana pasada, cuando el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou volvió a recordar la necesidad de “abrir el Mercosur”.Una apertura, sin embargo, podría poner en competencia a cuatro países con características y producciones muy similares, además de debilitar los acuerdos e intercambios comerciales que existen dentro de la región.Entonces, cuando el saldo parece más negativo que positivo, la pregunta que hay que hacer es: ¿qué gana y qué pierde Uruguay saliendo del Mercosur?
Uruguay y China: un juego peligroso que puede poner en jaque al Mercosur
Uruguay desde hace tiempo viene celebrando encuentros y conversaciones con China y evaluando la posibilidad de establecer un acuerdo comercial exclusivo con el gigante asiático. Esto está expresamente prohibido en el estatuto del Mercosur, donde se establece que cualquier acuerdo de éstas características deberá ser discutido como bloque.Ya desde el Tratado de Asunción en 1991, el Mercosur estableció que los países miembros del bloque deben tener una política comercial y arancelaria común, es decir, que solamente pueden negociar en conjunto. Esto es particularmente importante en productos que se producen en toda la región, ya que si cada país cobrara sus propios aranceles, estarían compitiendo entre sí.La intención de Uruguay es bajar los aranceles para ingresar sus productos agrícolas a China. El tratado, a su vez, implicaría menores costos para la importación de productos tecnológicos del país asiático.Las características del acuerdo que Uruguay intenta establecer con China no son muy atractivas dentro del Mercosur, y tanto el Canciller uruguayo como Lacalle Pou saben que sería difícil que el mismo se apruebe como bloque.Puede que a Uruguay no le importe bajar los precios de importación de tecnología china, pero con éstas condiciones Brasil y Argentina estarían poniendo en riesgo su producción nacional.Pero es la baja de aranceles lo que más está en discusión. Los cuatro países del Mercosur tienen en la actualidad a China como uno de sus principales socios comerciales, por lo que bajar los aranceles podría afectar las finanzas sin la garantía de que las mismas se equilibrarían con un aumento de las importaciones chinas de los cuatro países.
A @LuisLacallePou habría que hacerle entender la realidad de #Uruguay
Si quiere libre comercio con las potencias (que son híper proteccionistas), que haga la prueba, se lo suspende del Mercosur y que compre energía y alimentos a precios internacionales https://t.co/cxUAl5lGsf
— Carlos Riello (@riellodecba) January 24, 2023
En cambio, si se accediera a permitir que uno de los países miembros, como en éste caso es Uruguay, pueda negociar aranceles diferenciales con otro país, en este caso China, básicamente estaría compitiendo con los otros países miembros y no tendría sentido tener un tratado de bloque como el Mercosur.
Que ganaría y qué perdería Uruguay
Uruguay tiene mucho que ganar en su acuerdo con China. El país asiático concede aranceles preferenciales y muchas facilidades de ingreso de productos a aquellos países con los que tiene tratados de libre comercio, como es el caso de Chile. Con ésta perspectiva, Uruguay podría buscar acuerdos con los países que integran la Alianza del Pacífico en caso de romper con el Mercosur.Pero esto le traería a Uruguay beneficios solamente en el caso del comercio con China. En cambio, cualquier comercio bilateral que tenga con Argentina y con Brasil se vería afectado seriamente al no encontrarse dentro del marco de Libre Comercio que establece el bloque entre sus países miembros.
Si bien China es el principal socio comercial de Uruguay, representando exportaciones por 1,79 mil de millones de dólares en el 2020, Argentina y Brasil suman entre ambos 1,363 MM. Romper con el bloque para tener condiciones más competitivas para aumentar ese 1,79 pondría en riesgo el 1,363, ya que Argentina y Brasil se verían tentados a comerciar entre ellos los productos que antes obtenían de Uruguay.
Las importaciones también son un problema ya que Uruguay importa por lo menos 2,79 Mil de Millones de dólares dentro del bloque, y éstos productos se encarecieron sin el tratado de libre comercio del Mercosur.
Los números sugieren que a Uruguay no le convendría ir a fondo con el acuerdo con China si eso significaba romper con el Mercosur, y que en cambio lo que está haciendo es utilizar el acuerdo para flexibilizar el bloque. Después de todo, aunque pertenecer al Mercosur brinda muchas ventajas a Uruguay, tener que negociar como bloque alarga los tiempos de cara acuerdo comercial.
En particular, el gobierno de Lacalle Pou se encuentra impaciente por el poco y nulo avance del Mercosur en avanzar sobre acuerdos con la Unión Europea, segundo socio comercial de Uruguay. El acuerdo con China sirve, en ese sentido, para hacer oír su voz y movilizar de ésta manera cuestiones que dentro del bloque se veían estancadas.
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