Si disfrutas de la música moderna, ni siquiera la música electrónica solamente, la música moderna, se lo tenés que agradecer a una mujer trans: Wendy Carlos.
Por ejemplo, los Beatles, usaron los primeros sintetizadores Moog en su álbum Abbey Road. Los Rolling Stones, The Doors, Grateful Dead, Donna Summer, Jimi Hendrix, Herbie Hancock y los Beastie Boys también los utilizaron.
¡Era la época! En los 60 había nacido el sintetizador y todos los músicos estaban ansiosos de utilizarlos. ¿Por qué?
Porque su co-creadora Wendy Carlos había ganado 3 premios Grammy por su disco “Switched-On Bach”, que además fue disco de platino, vendiendo más de 1.000.000 de copias.
Wendy Carlos y la ciencia
Wendy Carlos nació el 14 de noviembre de 1939 en Estados Unidos y a sus 6 años empieza a tomar clases de piano con su madre. A los 10 años escribió su primera composición: “Trío para clarinete, acordeón y piano”.
En 1953, a sus 14 años, gana una beca para la universidad al presentar, en la Westinghouse Science Fair, una computadora que había construido ella misma.
En su educación académica pasó por la Brown University, donde estudió música y física, y la Universidad de Columbia, donde obtuvo un máster en música.
Mientras estudiaba en la Universidad de Columbia, Wendy conoció a Robert Moog en la feria de la Audio Engineering Society de 1964 y comenzaron a trabajar juntos.
Wendy encargó módulos de sintetizador personalizados a Moog y le brindó amplio asesoramiento y asistencia técnica en el desarrollo de lo que se convirtió después en el sintetizador Moog.
Wendy Carlos y la música
Para 1966, Wendy Carlos poseía un pequeño sintetizador Moog, que usaba para grabar efectos de sonido y jingles para publicidades de televisión.
A pesar de haber grabado 7 álbumes de música electrónica como estudiante del Columbia-Princeton Electronic Music Center, su primer álbum pago fue para publicitar los sintetizadores en 1967 con “Moog 900 Series”.
En 1968, Wendy Carlos lanzó “Switched-On Bach”, un álbum formado por varias piezas de Johann Sebastian Bach interpretadas en un sintetizador modular Moog.
Fue un éxito comercial. La gente compraba álbumes para escuchar Bach hecho música electrónica. Argentina estaba en plena dictadura de Juan Carlos Onganía, pero gente en otros países, donde la música no estaba censurada, cuenta que también era un éxito radial.
En el tema “Giorgio” de Daft Punk, Giorgio Moroder hace una introducción diciendo “Quería hacer un álbum con los sonidos de los años cincuenta, de los sesenta, de los setenta. Y luego tener un sonido del futuro. Y pensé “Espera un segundo. Conozco el sintetizador, ¿por qué no uso el sintetizador?” Es el sonido del futuro.”
De hecho lo fue: hoy en día, los sintetizadores Moog son el kit estándar de la mayoría de los músicos de hoy en día, como Charly García, Santana o Lady Gaga.
Wendy Carlos y su transición
En 1966, el sexólogo neoyorquino y pionero defensor de las personas transgénero, Harry Benjamin, publicó su histórico libro The Transsexual Phenomenon y en 1967, Wendy comenzó a recibir terapia con él (mucho antes de Switched-On Bach).
Eso le trajo un par de problemas cuando Switched-On Bach se convirtió en un éxito de la noche a la mañana después de su lanzamiento en octubre de 1968.
Ella temía el ridículo personal o que la agredieran físicamente.
Además le preocupaba el impacto negativo que su condición de persona trans podría tener en su carrera musical.
Cuando llegó el momento de hacer una presentación en vivo del álbum con la Orquesta Sinfónica de St. Louis, Wendy se sentía aterrorizada al aparecer en público: se puso patillas postizas y una peluca de hombre para parecer más masculina.
Volvió a hacer lo mismo cuando conoció a Kubrick.
Wendy Carlos y el cine
Tras el estreno de Switched-On Bach, Wendy fue invitada a componer la banda sonora de la película “La Naranja Mecánica” (1971), dirigida por Stanley Kubrick.
Más tarde volverían a reunirse para la película de terror psicológico “El Resplandor” (1980).
Fue contratada por Stanley Kubrick y Walt Disney.
Wendy Carlos grabó una partitura electrónica completa para la película, pero Kubrick terminó utilizando, en su mayoría, grabaciones existentes de otros compositores.
Al parecer, Shelley Duvall no fue la única mujer a la que Kubrick volvió loca con su película. Al no tener un contrato legal firmado y haber hecho un acuerdo de palabra, Wendy no pudo hacer nada respecto a los problemas legales de todo el asunto.
Pero eso no la desmotivó de su carrera en el cine, ya que dos años más tarde la Compañía Walt Disney le pidió que grabara la banda sonora de su película de ciencia ficción Tron (1982).
Wendy Carlos y Playboy
El éxito comercial de “Switched-On Bach” le permitió los fondos para someterse a una cirugía de reafirmación de sexo en mayo de 1972, aunque por razones de marketing lanzó dos álbumes más (Switched-On Bach II de 1973 y By Request de 1975) bajo el nombre Walter Carlos.
Después de varias ocasiones donde Wendy se presentó con su disfraz de hombre de bigote y patillas, finalmente reveló ser trans en una serie de entrevistas con Arthur Bell.
Fueron publicadas en la edición de mayo de 1979 de la revista Playboy.
“Siempre había estado preocupada por la liberación y estaba ansiosa por liberarme a mí misma”, confesó en una de las entrevistas.
El primer álbum lanzado después de la entrevista de Playboy, “Switched-On Brandenburgs” (1980), y todos sus trabajos posteriores, se publicaron bajo el nombre de Wendy Carlos.
En 1985, Wendy por fín habló de la reacción de la gente a su transición: “El público resultó ser sorprendentemente tolerante o, si se quiere, indiferente… Nunca había sido necesario que se produjera esta farsa.”
Wendy Carlos y la NASA
Hoy en día, a sus 84 años, Wendy sigue siendo una genio tanto en el arte como en la ciencia. Su actividad estos días es la fotografía de eclipses solares.
Su trabajo ha sido publicado en línea por la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) y ha aparecido en la portada de Sky & Telescope.
También desarrolló diversas técnicas para la extensión del rango dinámico en la fotografía de eclipses mediante el uso de técnicas de cuarto oscuro y compuestos digitales.
Son historias de vidas como la de Wendy Carlos las que merecen ser contadas. Más allá de su talento innovador Wendy es la prueba de que las mujeres y disidencias existen y aportan al mundo mucho más de lo que les damos el crédito.
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