La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publica cada año el informe Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, en el que actualiza información sobre la accesibilidad de la población de la región a la alimentación saludable.En el informe se analiza los costos y la asequibilidad de una familia para acceder a las dietas saludables, tomando las dietas saludables de menor costo que cumplan con las recomendaciones de las guías alimentarias basadas en alimentos (GABA). De esta manera se evidencian los desafíos que tiene la región para combatir los problemas asociados con el hambre y la malnutrición y la necesidad de promover medidas estatales para facilitar el acceso a la alimentación saludable. El informe revela que en América Latina y el Caribe, a los altos niveles de desigualdad se suman el alto costo de las dietas saludables. En la región, acceder a una dieta saludable cuesta en promedio USD $3,89 diarios por persona. Esto es superior al promedio mundial, que ronda los USD $3,54 diarios por persona.Dividido por sector, el lugar con mayores costos para acceder a una alimentación saludable es el caribe, donde una dieta nutritiva llega a los 4,43 dólares por persona. En Mesoamérica, el acceso a una dieta saludable se encuentra en los 3,47 dólares, por debajo del promedio mundial. Sin embargo, en América del Sur el costo vuelve a estar por encima del promedio, ubicándose en los 3,61 dólares.De acuerdo al informe, estos precios hacen que en el Caribe, el 52% de la población no pueda acceder a una alimentación saludable. En tanto, por la diferencia en el poder adquisitivo la relación entre costo y accesibilidad entre mesoamérica y América del Sur se revierte, ya que el 27,8% de los mesoamericanos no pueden acceder a una alimentación saludable así como el 18,4% de los americanos del sur.
La alimentación y la salud
El acceso a una alimentación saludable está ligada a un acceso a la salud, siendo un factor determinante en la reducción de la desnutrición infantil, el aumento en el sobrepeso y la prevalencia de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, demandando mayores gastos estatales en el sector sanitario.La paradoja es que en Latinoamérica, siendo un enclave de la producción alimenticia, una parte importante de la población vea limitado su acceso a una alimentación saludable. Más aún, el informe también aclara que ésta falta de acceso afecta más a las poblaciones rurales y de bajos ingresos, que deben destinar una mayor parte de éstos para la alimentación.Es por ello que el informe promueve que en los países de la región se implementen políticas que amplíen la oferta de alimentos saludables, atribuyendo el alto costo a un embudo en la cadena productiva provoca que los precios en góndola sean mayores. Medidas estatales que promuevan la participación de la agricultura familiar en el mercado de alimentos posibilitaría una mayor accesibilidad a alimentos saludables a menor costo.
👩🌾La Escuela de Verano de la Agricultura Familiar, creada y coordinada por la Subsecretaría de Comercialización, cerró las cuatro jornadas de formación con más de 600 agricultores y emprendedores de toda la provincia, que participaron en las diferentes propuestas de formación. pic.twitter.com/mE49T5v5H1
— Ministerio de Agricultura Familiar Misiones (@MinAgriFam) January 25, 2023
Es por ello que políticas como el Plan Argentina contra el Hambre (PACH) y la Tarjeta Alimentar es celebrada por algunos funcionarios de la FAO por impulsar acciones que garanticen el acceso de las familias vulnerables a una dieta más variada y nutritiva.A su vez, la aplicación de leyes de etiquetado frontal como la aprobada recientemente en Argentina pero que ya se vienen aplicando en distintos países del continente, no solo brindan a la población información sobre los alimentos que están consumiendo, sino que además insta a las empresas a mejorar la calidad de los mismos en la producción.
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