Michelle Andrea Claro tiene 19 años, es de Corrientes y este año diseñó la app Denuncias Corrientes con la que busca mejorar la seguridad en su provincia. Con esta aplicación se podrá llamar a números de emergencias, hacer una denuncia formal e incluso conocer cuáles son los lugares en los que ocurren más delitos.
El mundo de la tecnología y la robótica eran ajenos para Michelle hasta hace poco tiempo, pero en menos de 2 años lideró el equipo de su escuela en la Copa Robótica 2019 Instancia Nacional, empezó las gestiones para crear un espacio de tecnología en su exescuela y ahora estudia Licenciatura en Sistemas de Información en la Universidad del Nordeste.
Este año fue una de las 240 elegidas entre 1017 mujeres de Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia y México, para formar parte del programa Protagonistas del futuro de Chicas en Tecnología en alianza con Disney, en el cual diseñó desde cero el prototipo de su app.
Ser la única
“Tuve mucho miedo de ser la única chica entre varones, sentís la presión. Pensaba ‘¿y si la hago mal?’. Dudaba mucho de si iba a poder cumplir con el requisito de liderar el equipo de robótica.
El caso de Michelle no es una excepción en el mundo de la tecnología. Sus palabras resuenan en lo que hemos escuchado nombrar como brecha de género. Según investigaciones de la ONG Chicas en Tecnología, en la Argentina las carreras de CTIM (Ciencia, Tecnología, Informática y Matemática), cuentan con solo 33% de inscripciones de mujeres, y si se trata de carreras vinculadas a la programación ese número disminuye a 16%. En el mundo solo el 6% de las apps son desarrolladas por mujeres. Esto quiere decir que la forma en la que nos transportamos, comunicamos y compramos está pensada y diseñada solo por una parte de la sociedad.
El primer acercamiento de Michelle con la robótica surgió con el contacto con un grupo de amigos, todos varones, que tenían un club de robótica. Su curiosidad la llevó a sumergirse en un mundo que le era extraño. En pocos meses, en su Escuela Normal Dr. Juan Pujol, en Corrientes Capital, desarrollaron un robot que ayuda a limpiar la basura del océano para la Copa Robótica 2019 Instancia Nacional en el cual Michelle enfrentó el desafío de ser la capitana de un equipo en el cual era la única mujer.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje que tuviste al liderar un equipo?
Me di cuenta de que vas a tener más presión solo por ser mujer. Si un hombre lidera se ve como algo más normal. Sentí que tenía los ojos de todo el mundo sobre mí. Esto también lo sentían las otras chicas, esa presión por no fallar y tener que hacerte un lugar por ser mujer. No hay que dejarse intimidar. Al principio los chicos del equipo no confiaban en mí.
Escuché comentarios como “vamos a ver cuánto sabe”, “como sos chica no sabés de lo que estoy hablando”. Un compañero me decía mucho “vos no debiste ser la capitana”. Le tuve que explicar que no tenía nada que ver con ser mujer o ser hombre.
Había días en los que dudaba. Hasta le pregunté a mi mamá si estaba bien que yo liderara al equipo. Ella me decía: “Los de afuera son de palo. Mirá en poco tiempo todo lo que aprendiste, seguí adelante”. Fueron muy duros, después lo charlé con los chicos y todo estuvo mejor. Es una cuestión de la sociedad, no hay que darles atención, hay que creer en uno mismo. Y aunque te vaya mal aprendés.
Las dudas que tuvo Michelle sobre su desempeño como capitana en un equipo de hombres se puede comprender mejor a partir de lo que explica Florencia Boero, coordinadora de Comunicación y Prensa de Chicas en Tecnología:
“Según un informe Infancia, ciencia y tecnología de FLACSO, 9 de cada 10 niñas entre 6 y 8 años asocian la ingeniería con habilidades y destrezas masculinas y el interés de las niñas por las matemáticas decrece a medida que avanzan en la escuela”, explica Boero. Uno de los objetivos de Chicas en Tecnología es que las mujeres pasen de ser usuarias a ser creadoras de herramientas tecnológicas. Capacitan, investigan, tienen un podcast y forman docentes. En Chicas en Tecnología están convencidas de que todas las personas deberían tener las mismas oportunidades sin importar el género ni el lugar en el que estén. Boero afirma: “donde estés, con tu tecnología transformá el mundo».
Una tendencia global y local
Solange Schelske es la Directora de Diseño y Desarrollo Tecnológico de la Escuela de Robótica de Misiones, es la primera escuela pública y gratuita del país que ofrece una propuesta pedagógica orientada a la programación y la robótica educativa. Cuando empezaron en el 2017 tenían 1200 inscriptos y en 2020 tuvieron 5422 estudiantes, más de 600 son del interior de la provincia de Misiones. Solange Schelske dice que la escuela le está apostando al cambio cultural y que trabaja para cerrar la brecha de género en su provincia.
¿Cuál es el porcentaje de asistencia a los talleres de la Escuela de robótica en cuestión de igualdad de género?
“Tenemos una particularidad con esto. En los talleres de los más chicos que son de los 5 años hasta los 12 años aproximadamente, hay una participación de un 50-50 de hombres y mujeres, y después a partir de los 14 años disminuye la participación de la mujer hasta tener trayectos más avanzados en los que no hay mujeres.”
¿A qué atribuyen ustedes la disminución de la presencia de mujeres?
“Tiene que ver mucho con lo cultural. Acá todavía estamos atravesando un cambio respecto a esto. Todavía los más grandes ven la robótica como algo técnico. Pero es parte del cambio cultural que atravesamos y se va a notar más a medida que pasen los años.”
¿Cuál es su estrategia para aumentar la participación de mujeres?
“Hemos hecho distintas charlas, entre ellas por ejemplo con Chicas en tecnología. Trabajamos con el equipo de Nokia de StrongHer y con otras empresas de tecnología que están interesadas en disminuir esta brecha en las carreras de CTIM (Ciencia, Tecnología, Informática y Matemática)”
Para inscribirse en la Escuela de robótica de Misiones no es necesario tener conocimientos previos en robótica y las puertas están abiertas para niñas y niños desde los 5 años. Toda la información se encuentra en el sitio web, y ahora están abiertas las inscripciones.
Más espacios
Existen otras iniciativas que están cada vez más interesadas en llegar a mujeres del NEA y a otras regiones del país. Este es el caso de Chicas Poderosas, una comunidad global que promueve el desarrollo de mujeres y personas no binarias en los medios de comunicación y el periodismo a través de capacitaciones y proyectos de periodismo colaborativo.
“Uno de los objetivos de Chicas poderosas es ser cada vez más diversas y para esto hacen un esfuerzo activo no solo en cuestiones de género sino en salir de las grandes capitales que es donde se dan la mayoría de las capacitaciones o eventos”, explica Belen Arce Terceros, Directora de comunicación y contenido editorial.
Este año el principal proyecto fue la investigación federal Los derechos no se aíslan, en la que convocaron periodistas de cada una de las provincias de Argentina: “son personas que vienen con otra perspectiva, otro punto de vista, ponen el foco en otros temas que nosotras tal vez no vemos. La diversidad ayuda a que nos hagamos más preguntas y a complejizar las cosas que contamos y poder contar esos temas que están invisibilizados”, explica Belén Arce Terceros. En Los derechos no se aíslan, periodistas de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y Entre Ríos contaron historias locales invisibilizadas sobre el acceso a derechos sexuales y reproductivos en la pandemia. Para conocer más sobre Chicas Poderosas y sus proyectos podés entrar a este link.
Nuevas líderes que crean más lugares
Para Michelle, la robótica llegó en el último año escolar y le dio un cambió radical a su forma de verse en el futuro.
¿Por qué creés que no tuviste contacto con esta tecnología antes?
Por una cuestión de que a la escuela no nos nos mostraban estos temas. Asumían que por ser mujeres nos iba a interesar más la música o el arte. Antes no existían estas organizaciones como Chicas en Tecnología que le digan a las mujeres que también pueden hacerlo. Durante todo mi transcurso en la secundaria no tuve esta posibilidad.
Según la investigación “Mujeres programadoras”, el sistema también excluye a las mujeres por distintos estereotipos sociales y culturales que hace que se dificulte elegir la carrera y continuarla. Factores como no tener un grupo de apoyo o la ausencia de comunidades de mujeres dentro de las universidades puede hacer que se pierda el interés o que sientan que no pertenecen.
¿Michelle, cómo crees que hubiera sido tu proceso de haber tenido otras mujeres cerca viviendo lo mismo?
Hubiera sido más llevadero. Cuando charlamos de nuestras experiencias, sentís el apoyo. Cuando pasó el proceso de concurso de robótica en el que yo era la única mujer y además capitana, charlé con mi profesor y le dije algunas cosas que podríamos hacer bien para la próxima competencia. Por ejemplo, me gustaría que si otra chica estuviera en mi lugar, pueda tener compañía de otras mujeres, que sumemos a más chicas para que sea más enriquecedor también para los varones y que ellos también lo empiecen a ver cómo algo normal.
Este acompañamiento lo entienden muy bien desde Chicas Programando, una comunidad que desde 2017 trabaja para que haya proyectos y organizaciones de tecnología más diversas. “Hacemos talleres, charlas y damos soporte para ayudar a mujeres que recién arrancan en su primer trabajo en tecnología”, dice Gia Castello, una de las cofundadoras de esta comunidad.
El contacto con modelos de rol es uno de los factores en los que coinciden todas las iniciativas que buscan cerrar la brecha de género. “Que conozcan modelos de rol más cercanos para eliminar la noción de que para crear tecnología hay que ser un hombre blanco en un garage en Silicon Valley, sino que hay mujeres en Latinoamérica trabajando en esto y que son excelentes”, asegura Florencia Boero.
Antes de la pandemia Chicas programando realizaba un encuentro presencial llamado “Elige tu propia aventura”. En él invitaban a 6 mujeres que trabajan en UX, UI, seguridad digital, Front-end, Back-end, para contar lo que hacen en su día a día. Para el 2021 están considerando hacerlo de forma virtual para llegar a más chicas en otros lugares del país.
Hay provincias que realizan acciones concretas para incentivar el desarrollo académico: el Instituto Politécnico Formosa cuenta con un amplio abanico de temáticas relacionadas a la tecnología, pudiendo acceder a becas para crecer en este área.
¿Cómo sigue tu proyecto?
Michelle: Me gustaría mejorar el diseño gráfico de la app Denuncias Corrientes y hacerlo en un lenguaje de programación más avanzado. Antes de retomar la facultad voy a aprender código para aplicarlo en mi proyecto y cuando ya esté como me gustaría, voy a presentarla en redes y dejarla para que la gente la use. A futuro buscaré sponsors para aplicarla en mi provincia.
¿Qué le dirías a otras chicas de tu región?
Le diría tanto a chicas y chicos, principalmente a las chicas: que pierdan el miedo a lo nuevo. Puede abrumar o dar vértigo pero la tecnología es hermosa y te puede cambiar la vida, hay temas que pueden ser difíciles pero que si uno le mete ganas y te divertís mientras lo hacés es hermoso, la tecnología tiene un gran poder y es el futuro. La tecnología permite ayudar a la gente y resolver problemas y podés hacerlo desde cualquier lado, desde cualquier computadora, desde cualquier lugar, no necesitás tener mucha práctica. Mucho de lo que aprendí fue con cosas prestadas.
La tecnología te abre la cabeza y lo podés hacer sin importar tu género. Las app no son solo sobre redes sociales, también hay por ejemplo sobre salud. No hay que bajar los brazos. Pierdan el miedo, no se dejen intimidar porque haya más hombres, eso solo va a durar un par de añitos más.