En lo que va del año y más específicamente los últimos meses, han habido más de 11.000 despidos registrados en distintas dependencias de la administración pública nacional. Aunque se estima que la cifra podría alcanzar ya los 15.000 despidos masivos.
Lejos de su rol presidencial de querer el bienestar de sus civiles, Milei se ufanó frente la AmCham (Cámara de Comercio de Estados Unidos) de querer que el número supere los 70.000.
Antes de las pascuas fueron cientos de empleados los que se encontraron con las noticias de que fueron despedidos o que se plantaron en las puertas de sus instituciones sin poder ingresar.
Como quien tira la piedra y esconde la mano, los establecimientos de los despedidos amanecieron militarizados, saturando de uniformados los pasillos de todas las dependencias.
¿En qué afecta eso a los privados?
El tema es el siguiente. Como vivimos en una sociedad, lo que afecta a una persona afecta de alguna manera a otra. Ahora multipliquemos por 11.000.
Tomemos como ejemplo una familia tipo, de 4 personas. Supongamos que uno de los despedidos es jefe de hogar, eso significa que no sólo esa persona se ve afectada por el despido, sino también las otras 3.
Son 3 personas que reducen su nivel de consumo. Tan sólo hablando de las PyMES, las ventas cayeron 12,6% anual en marzo y acumulan una caída de 22,1% en el primer trimestre del año. En la comparación mensual, disminuyeron 3,2%.
Las familias estaban cuidando los gastos porque no saben cuanto puede llegar a durar la recesión, así que los números en distintos rubros fueron en caída. Los porcentajes que disminuyeron las ventas en marzo son lo siguientes:
- Alimentos y bebidas -15,5%
- Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles -17,7%
- Calzado y marroquinería -5,9%
- Farmacia -21,9%
- Perfumería -27,5%
- Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción -19,6%
Ahora, imaginemos estos números con una nueva ola de 11.000 o, según lo proyectado por Milei, 70.000 despidos. No hay manera que eso no le afecte a quienes tienen un kiosco, un almacén, una farmacia o una ferretería, para poner ejemplos.
Los que conservan su trabajo terminan cubriendo otras tareas
En épocas como estas donde la economía es volátil y los despidos masivos aumentan, las empresas aprovechan para aumentar sus exigencias sobre los profesionales.
Para los trabajadores el impacto de los despidos es doble:
- Quienes aún conservan sus empleos, se enfrentan a una mayor carga de trabajo, compensando la pérdida de personal y adaptándose a las nuevas exigencias de las empresas.
- Quienes inician su búsqueda de trabajo se encuentran con un mercado competitivo y más exigente, donde las vacantes son cada vez más escasas.
Ejemplos puntuales: ANSES
En una anterior nota del NEA HOY, entrevistamos al ex gerente de la UDAI Corrientes Christian Zulli.
En la misma, advierte que los despidos de los trabajadores de ANSES dará como resultado la baja calidad del servicio que debe prestar el Estado.
Esto generará que la población deba movilizarse hasta las oficinas más cercanas, lo que implicaría un gasto importante en el transporte, pérdidas de días laborales y el cuidado de los hijos o familiares.
“Es imposible para una persona sola sostener una oficina en su totalidad. Todo el servicio se reduce muchísimo al tener una sola persona. Podría atender determinados trámites, pero no podría hacer jubilaciones y asignaciones al mismo tiempo”, explicó Zulli haciendo referencia a las oficinas que ahora trabajan con un sólo empleado.
De nuevo, esto es una de las tantas situaciones donde un despido del estado afecta a los privados. La reducción de su calidad de vida y ni hablar de los despidos en el Servicio Meteorológico para quienes tienen huertas o campo.
Ejemplos puntuales: Agricultura, Ganadería y Pesca
Esta semana, debido a los despidos masivos de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), los informes de eventos agroclimáticos que alertaban a los agricultores y productores sobre la situación climática en el campo dejaron de publicarse.
“Lamentamos informar que hoy el boletín no estará disponible por motivo de falta de personal. Esperamos retomar prontamente las actividades”, señaló el tradicional correo enviado todas las semanas por la ORA.
El boletín informativo era una de las principales fuentes con las que contaban los agrónomos y productores para anticiparse a los eventos agroclimáticos relevantes en distintas regiones del país.
La Oficina de Riesgo Agropecuario cuenta con trabajadores en distintos puntos del país que realizan el relevamiento de la situación climática y evolución de los cultivos. Según medios nacionales despidieron a alrededor de 25 trabajadores de distintas dependencias.
Esto también nos revela un problema para el NEA: Los despidos más graves lo van a tener las provincias, no Capital Federal.
Las provincias, las más damnificadas con los despidos masivos
Según Rodolfo Aguiar, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), hay un impacto social, económico y también demográfico con el ajuste del Estado.
“Porque cuando se decide ajustar al Instituto Nacional de Agricultura, Familiar, Campesina e Indígena por ejemplo, de lo que estamos hablando es de un organismo con 106 unidades territoriales distribuidas en todo el país y 1.080 trabajadores de los cuales sólo 80 trabajan en la Casa Central en la Ciudad de Buenos Aires.”
En campaña se habló mucho sobre la formalidad y la importancia de descentralizar el país, pero esto no es lo que se tenía en mente. Las consecuencias del retiro del Estado a nivel federal pueden ser contraproducentes.
“Se pierde un asesoramiento profesional permanente a las unidades productivas que puede derivar en una migración hacia las grandes ciudades.” Explicó Aguiar, acentuando el problema de las provincias.
Luego recalcó: “Lo mismo ocurre con el Senasa, clave para el comercio exterior y la seguridad alimentaria. O los controles fronterizos que quieren dejar a cargo de los gendarmes aunque no están correctamente capacitados para ciertas tareas de fiscalización. Todo esto alienta un quebranto de las economías de todas las provincias en el largo aliento.”
Tal vez, a la fecha de publicación de esta nota aún no se note el impacto de la ausencia de los trabajadores que hacían de nuestra vida un poco más sencilla. Pero al tiempo, tiempo y no hay duda de que los despidos masivos hacen que nos despidan a todos.
ADEMÁS EN NEA HOY:
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