La Ley Ómnibus que fue retirada el día de ayer, tenía bastantes puntos en materia de escolaridad, entre ellas un curioso apartado acerca de la educación en casa, el a veces llamado “Homeschooling”.
“Abran las escuelas” fue el pedido en pandemia de varias organizaciones de padres y personalidades del PRO como Patricia Bullrich y Hernán Lombardi. Pero la Ley Ómnibus buscaba eliminar la obligatoriedad de la educación presencial a partir del cuarto grado.
La ley de Educación Nacional 26.206 regula el ejercicio del derecho de enseñar y aprender consagrado por el artículo 14 de la Constitución Nacional y los tratados internacionales incorporados a ella.
Sin embargo, la nueva Ley Ómnibus proponía alterarla con el artículo 550, que dispone: “Los estudios a distancia híbridos como alternativa a la educación presencial a partir del segundo ciclo del nivel primario para menores de edad, jóvenes y adultos, podrán impartirse en las distintas modalidades educativas”.
Esto quiere decir que se eliminaba la obligatoriedad de asistir de manera presencial a la escuela a partir de los 8 o 9 años.
Pandemia y escuelas
Mucho se ha escrito sobre los efectos de la educación a distancia durante la pandemia del COVID-19. El coronavirus es una enfermedad altamente infecciosa y para prevenir la expansión del virus, los gobiernos internacionales impusieron restricciones de viajes, cuarentenas y confinamientos.
Ésta razón es lo que llevó al cierre de los colegios y las clases virtuales.
“La pandemia lo que hizo fue hacer visible la centralidad del vínculo pedagógico, en el cual reside la autoridad pedagógica, pero la autoridad entendida no en el sentido de una imposición, o de una cuestión que baja desde arriba, sino la autoridad pedagógica entendida como habilitación, como la posibilidad de abrirle al estudiante y a la estudiante nuevas posibilidades y ofrecerle las herramientas para conocer el mundo.”
Opina María Beatriz Greco, Doctora en Filosofía y Ciencias Sociales de la UBA en el libro “Pensar los vínculos en tiempos de pandemia.”
La escuela no es sólo un lugar de aprendizaje de saberes, es un lugar donde los estudiantes pueden relacionarse los unos a los otros y donde los maestros pueden detectar situaciones de abuso o violencia intrafamiliar entre sus alumnos.
Además las desigualdades de aprendizaje son muy profundas en Argentina, algunos especialistas ya advirtieron que habilitar la educación a distancia a partir de los 9 años podría profundizarlas.
Como si ésto fuera poco, si bien la ley ómnibus habilitaba la educación a distancia, no se fija ninguna obligación del Estado para financiar esta medida, como brindar dispositivos o conectividad.
Homeschooling en vida real
El visto bueno al homeschooling puede venir del mismo lado que la ordenanza sobre los jueces usando toga y peluca, un enamoramiento con Estados Unidos, donde esta modalidad tiene mucha presencia.
Es una actividad casi ausente en Argentina, pero gana adeptos en países con fuerte incidencia de grupos ultraliberales y de derecha. El homeschooling, al parecer, fue la respuesta a negarse a controlar la libre portación de armas pero una reacción a las constantes matanzas estudiantiles.
Además, otras de las variables es querer “proteger” a sus hijos frente a lo que consideran un adoctrinamiento ideológico, tanto en temas laicos como quienes educan a sus hijos en casa por motivos religiosos.
Otros puntos de la Ley
Otra medida de la Ley Ómnibus que llamaban la atención son los artículos 551 y 552 que modifican la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo. Los mismos proponían delegar a las provincias: los acuerdos sobre condiciones laborales, calendario educativo, salario mínimo y carrera docente.
Esto le quitaría la responsabilidad al Estado Nacional en la garantía del derecho a la educación y podría agudizar las desigualdades escolares entre las provincias.
A su vez, el artículo 547 eliminaba la obligación del Estado de proveer libros a las bibliotecas escolares y abre la puerta a que sean reemplazados por PDFs (documentos virtuales).
Como ya hemos dicho, la normativa no viene de la mano de una obligación del Estado de proveer los dispositivos y recursos para garantizar que los estudiantes puedan acceder a los PDFs. Además, era una medida que ponía en riesgo los puestos de trabajo de los bibliotecarios escolares.
Educación auspiciada y juzgada
Otra cosa curiosa es que a través de los cambios a la Ley de Cooperadoras, la ley habilitaba que empresas, particulares y organizaciones coloquen publicidades o propagandas en las escuelas estatales a cambio de una donación, algo prohibido en el artículo 6 de la ley vigente actualmente.
Otra de las cosas que planteaba esta ley es copiar los exámenes estandarizados de Estados Unidos. Un examen al final de la secundaria para “medir” los conocimientos adquiridos. Esto aumentaría la brecha de desigualdades entre los alumnos de sectores más privilegiados, con acceso a varias herramientas y los alumnos de sectores más vulnerables, además de no tener propósito alguno.
La ley ómnibus fue retirada, pero el debate sobre educar hijos fuera del marco contenedor de las instituciones tradicionales ya está instalado y es uno de los retos que tendrá la educación a futuro.
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