A menos de una semana de terminar su mandato, el presidente chileno Sebastián Piñera está enfrentando un proceso de destitución. El domingo 21 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales en Chile, una terna en la que Sebastián Piñera no participa por su imposibilidad de ser reelecto. Pase lo que pase, el presidente finalizará su mandato el próximo 11 de marzo.
A pesar de esto, de continuar el juicio y declararse culpable Piñera no solo estaría inhabilitado para ejercer cargos políticos durante 5 años. Además, podría enfrentar el juicio ante un tribunal competente para aplicar la pena correspondiente y establecer responsabilidad civil por daños y perjuicios causados al Estado.
Aunque su destitución no tenga mucho sentido a menos de 4 meses del final de su mandato, para muchos, lograr que el dos veces presidente de Chile y una de las figuras más influyentes de la derecha se someta a un juicio por hechos de corrupción es un mensaje importante y a la política en particular de que el país no tolerará estos casos. Para una parte de la comunidad, cerraría con broche de oro el proceso iniciado con el estallido social del 2019.
La acusación
El líbelo con el que se aprobó la acusación sostiene que el mandatario incurrió en dos hechos de gravedad: incurrir en “faltas graves a la probidad” y poner “en tela de juicio el honor del país”.
La moción para destituir al presidente fue impulsada por la oposición, después de que la investigación de los Pandora Papers expusiera como la familia de Sebastian Piñera sellara una millonaria compraventa del megaproyecto minero Dominga en Islas Vírgenes Británicas, territorio considerado paraíso fiscal. La transacción se llevó a cabo en 2010, nueve meses después de asumir la presidencia.
En paralelo a este procedimiento, el Ministerio Público ha abierto una investigación judicial contra el mandatario por “posibles delitos tributarios y de cohecho” en la venta del megaproyecto, lo que complica aún más la situación de Piñera.
El mandatario había asegurado que se desvinculó de sus negocios a través de un fideicomiso ciego en 2009 y que lo revelado en los Pandora Papers ya había sido investigado y sobreseído en 2017.
Sin embargo, la acusación constitucional se suma a una serie de escándalos empresariales en los que el mandatario se involucró en los últimos 40 años, además de un conflicto interno entre las autoridades chilenas y los indígenas mapuches, quienes reclaman la devolución de las tierras ancestrales
El proceso
Para que la destitución siga su curso debe aprobarse por las dos cámaras. La primera fue la de diputados donde se necesitó 78 votos a favor de los 155. La oposición allí tiene las bancas suficientes, por lo que la victoria se daba por hecho.
✅ Con 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones la Cámara de Diputadas y Diputados aprueba la #AcusaciónConstitucional contra el Presidente @sebastianpinera.
Pasa al @Senado_Chile, que debe decidir como jurado. pic.twitter.com/WPx4RNQimR
— Diputadas y Diputados de Chile (@Camara_cl) November 9, 2021
Sin embargo, varios de los diputados opositores se habían contagiado o presentado síntomas por Covid-19 días antes de la votación, por lo que se encontraban en cuarentena y no podían estar presentes en la votación.
Fue allí que, para que el diputado Jackson tuviese tiempo de terminar su aislamiento y llegar al Congreso para dar el voto definitivo, Jaime Naranjo dio un discurso de 15 horas, tras lo cual la oposición pudo obtener los 78 votos necesarios.
La situación en la Cámara de Senadores se ve un poco más difícil. Allí, la oposición necesita 29 votos (2/3 del senado) para dar vía a la acusación, y solo cuenta con 24 senadores, por lo que deberá contar con al menos 5 senadores oficialistas.
🅿️ Senadora #XimenaRincón informa como se realizará en el Senado la #AcusaciónConstitucional contra Presidente Piñera este martes. pic.twitter.com/gyiGRRBcFl
— PolitiX Chile (@politixchile) November 15, 2021
En caso de aprobarse la acusación constitucional y declarada culpable, el presidente Sebastián Piñera sería destituido apenas se lo notifique del resultado.
Quien ocuparía transitoriamente su puesto sería el Ministro titular del Interior Rodrigo Delgado, quien deberá en menos de 10 días reunir al congreso pleno para, con la mayoría absoluta de diputados y senadores, elegir al reemplazo definitivo del presidente hasta el 11 de marzo.
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