Lizy Tagliani nació en Resistencia, Chaco, pero a los pocos meses se mudó a Adrogué, en el conurbano de Buenos Aires, junto a su mamá, Celestina Gallardo.
Hasta el 2014, se ganaba la vida como peluquera y despuntaba el vicio del espectáculo en el under porteño. Pero, un reemplazo en el “Bailando por un sueño” cambió su destino.
Desde entonces fue parte de algunos debates de “Gran hermano”, de ciclos de humor, novelas, y hasta trabajó con Susana Giménez. Hizo “Por el mundo”, “Minuto para ganar”, “El precio justo” y ahora volvió a la pantalla de Telefé con “Trato hecho”, los domingos a las 21.
La aplaudieron también en teatro en las obras que protagonizó como Mi vecina favorita; Lizy, una chica diferente; y Los Bonobos. Y, además, brilló con su humor en radio con El club del Moro, en la 100; y hoy acompaña al reconocido periodista, Andy Kusnetzoff en Perros de la calle en la nueva Urbana Play FM.
Parece estar tocada por una varita mágica, porque en siete años en los medios, llegó a lugares que apenas soñaron actores y conductores de larga trayectoria. Y todo se dio de casualidad, si es que las casualidades existen.
Ver esta publicación en Instagram
Su Chaco natal y su familia
Pocas veces tuvo la oportunidad de volver a su Chaco natal. Una de ellas fue cuando ya trabajaba como actriz y se llevó una gran sorpresa: “Fui a hacer gira con ‘Mi vecina favorita’ y a la salida de una función se acercó una persona que me mostró fotos mías de bebé, y dijo que me conocía”.
La conductora se emocionó al recordar este momento ya que, según cuenta, su mamá vino de joven a Buenos Aires para que a ella no la dieran en adopción ya que en ese momento era “lo que se hacía” cuando una mujer soltera daba a luz.
“Por las fotos vi que el primer año de vida lo pasé en el Chaco. Entonces recorrí algunos lugares y me di cuenta que había cosas que conocía, que alguna vez había pasado por ahí. Encontré en ese viaje a mi madrina y hablé por teléfono con unas chicas que me contaron cosas de mi papá biológico. Fue lindo reencontrarme con mi historia”, amplió Lizy a NEA HOY.
alguien tenía esto guardado para mi… la vida nunca es inconclusa siempre tiene una repuesta a todo… mucha de mi historia en el Chaco. pic.twitter.com/jxgBPfS53O
— Lizy Tagliani (@lizytagliani) September 29, 2018
Hace poco más de un año, Lizy descubrió que tenía una hermana por parte de su papá biológico, a quien nunca conoció: “Yo nací el 12 de septiembre del 70 y ella, una semana después. Siempre quise tener hermanos, sobrinos, una familia. Nos conocimos y hablamos pero sabemos que es un vínculo que tenemos que construir”.
Al respecto, la conductora de Trato Hecho resaltó que para ella es “sanador” saber la verdad ya que no tenía una buena imagen de su papá.
“Este gesto de saber que mi padre conservó fotos mías y se las dio a alguien para que las guardara, de alguna manera muestra que me tenía presente en algún lugar de su corazón. Con eso me alcanza”, consideró.
Cuestión de género
“Si me dicen Edgardo Luis no me lastima. Tengo una historia detrás de ese Luis y, además, para mí el nombre es anecdótico», deja en claro Lizy que siempre habló sin reparos de su infancia como “Luisito”, el nombre que figura en su documento de identidad y que no modificó cuando pidió el cambio de género.
La conductora recuerda que de muy chica hizo planteos sobre su identidad de género: “La primera vez que le conté mis inquietudes a mi mamá tenía siete años pero pasó de largo. A los 13 se lo dije concretamente y nunca más usé ropa de hombre. Todo fue muy natural, me construí a mí misma primero como persona y después apareció el personaje que me sirvió de herramienta. Sabía que podía gustar, le saqué dramatismo al hecho de poder reírme de mi barba, mi voz gruesa, mis pies grandes. Entonces, se abrió una puerta que no se puede volver a cerrar. A veces me asombra y me pregunto cuándo se va a terminar, cuándo me voy a despertar y decir, ‘bueno, ya se dieron cuenta’ (ríe). Y siempre aparece algo mejor que me sorprende”.
Sobre su infancia, Lizy contó que “siempre llora” cada vez que recuerda la niña que fue y recordó que no se sentía diferente por querer ser niña sino que “se sentía diferente solo por ser”.
Recuerda que su mamá le decía que tenía que mostrar que “solo vino a vivir y ya eso era bastante”.“Sin mi mamá yo no podría haber hecho nada. Ella fue la que me impulsó, la que me acompañó, me enseñó a no discriminar, me hizo entender que yo no era ni más ni menos que nadie», cuenta y se emociona.
“Con mi mamá siempre fui una persona muy feliz”, cuenta a NEA HOY, Lizy Tagliani.
Hoy, además de sus múltiples trabajos y exitosa carrera en los medios, Lizy está estudiando abogacía. Sobre la elección de esta profesión, explicó que se debía a un homenaje a su mamá.
“Estudiar una carrera universitaria es una especie de homenaje a mi mamá porque cuando era chiquita y la acompañaba al trabajo, subíamos al colectivo 306 y atrás había muchos chicos amontonados y ella me decía que iban a la facultad. Entonces le respondía que algún día yo también iba a ir. Y nunca fui hasta ahora”, afirmó.
Ver esta publicación en Instagram
En este sentido, Lizy enfatizó que eligió a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora por este recuerdo y por querer superarse: “Quería ser la primera de mi familia que tuviera un título universitario, algo muy importante para quien viene de una clase muy baja.
Su historia tendrá algunos sinsabores pero siempre subraya los momentos de felicidad, de amor y la dedicación de su madre. “La persona más importante de mi vida”, afirmó.