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Lunes 17 de febrero de 2025
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El Macartismo de Milei: cacería de funcionarios y control del pensamiento

Milei ha despedido a funcionarios por no alinearse con su visión radical de "La Libertad Avanza", y ha anunciado auditorías en la Cancillería para identificar a quienes promueven lo que él llama "agendas enemigas de la libertad".

Milei ha despedido a funcionarios por no alinearse con su visión radical de "La Libertad Avanza", y ha anunciado auditorías en la Cancillería para identificar a quienes promueven lo que él llama "agendas enemigas de la libertad".

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Javier Milei despidió a la Canciller Diana Mondino porque, en la Asamblea General de la ONU, Argentina votó en contra del bloqueo a Cuba, alineándose con 187 países y solo en contra de Estados Unidos e Israel. No contento con eso, el Presidente también anunció que se va a iniciar una auditoría en la Cancillería. Con la excusa de «identificar a los que promueven agendas enemigas de la libertad», ahora Milei se va a dedicar a hacer una especie de cacería de funcionarios que no compartan su forma de pensar.

A pesar de que la cortina de hierro se disolvió hace décadas, Milei se empeña en levantar un nuevo telón, uno que amenaza con ocultar la democracia y la pluralidad que tanto costó alcanzar. El autoritarismo de Milei se manifiesta en su deseo de eliminar a todos los que se atrevan a cuestionar sus decisiones o los dogmas de su gobierno. «Nadie tiene el puesto asegurado», advierte el régimen.

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Comunicado de la Oficina del Presidente anunciando que se iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería con el objetivo de identificar impulsores de agendas “enemigas de la libertad”.

El macartismo de Milei y la caza de brujas

El término macartismo (en inglés: McCarthyism) se utiliza en referencia a acusaciones de deslealtad, comunismo o subversión en las que no se tiene respeto a un proceso legal justo. Tiene su origen en un episodio de la historia de Estados Unidos que se desarrolló entre 1950 y 1956, durante el cual el Senador Republicano Joseph McCarthy desencadenó un extendido proceso de declaraciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas.

Acá también, el macartismo fue sinónimo de “caza de brujas”. La salida de Mondino es solo un eslabón más en la cadena de purgas que han marcado su breve mandato. Según fuentes del oficialismo, la orden es clara: los que no se alineen con la visión radical de libertad que Milei promueve, que se vayan. Esta persecución política, que disfrazan de «depuración ideológica», no sólo es absurda, sino que también es muy, muy, peligrosa.

Larga vida al Cesar

El autoritarismo de Milei se ve claramente en su ganas de sacarse de encima a todos los que se atrevan a cuestionar sus decisiones o las reglas de su gobierno. «Nadie tiene el puesto asegurado», avisa el régimen libertario. Esta frase, que aparece en la biografía digital de uno de sus asesores, suena como un eco de las advertencias que hacían los verdugos en tiempos pasados: ser leal al líder es la única forma de seguir trabajando.

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La idea de que todos tienen que «ajustarse a los valores de La Libertad Avanza» es un enfoque profundamente totalitario que no deja espacio para la disidencia. Con su comisario político, Santiago Caputo, al mando, los funcionarios deben mostrar una lealtad ciega a Milei o les espera la salida. 

Esta «motosierra» administrativa ya se llevó a más de 80 funcionarios que, al parecer, no se alinearon con el pensamiento rígido del presidente. Además, en un acto de cinismo total, el régimen empezó a auditar a los diplomáticos de carrera en busca de «infiltrados comunistas», un término que, según Milei, puede incluir a cualquiera que no comparta su visión de “libertad”.

Los Ministros que ya abandonaron sus cargos son: Nicolás Posse, Guillermo Ferraro, Mario Russo y Diana Mondino.

La Fundación Faro y La Carlos Menem

La desconfianza es tanta que el grupo de fieles se está achicando cada vez más, así que tuvieron que poner en marcha la Fundación Faro. La misma es un think tank que busca formar nuevos líderes «pura raza» que se conviertan en referentes de las fuerzas del cielo y que salgan a pelear espacios en las listas y a ocupar cargos en el gobierno.

Por el mismo camino va La Carlos Menem, una agrupación juvenil que presentaron este lunes pasado, liderada por Enzo Di Fabio, un treintañero que trabaja como asesor del oficialismo en la Cámara baja y es coordinador del Foro Panamericano de Jóvenes Políticos, una usina de ultraderecha que junta a conservadores de todo el país. Al igual que la Fundación, esta nueva organización mileista quiere ser la principal herramienta del oficialismo en la pelea cultural contra los cada vez más numerosos «zurdos».

¿Qué es un zurdo?

Coloquialmente “zurdo” se le dice a las personas que tienen un pensamiento alineado a la izquierda política y/o al comunismo. Entonces, todo esto nos lleva a preguntarnos seriamente: ¿Qué es un zurdo para Milei? Milei ha llamado zurdo tanto a Juan Grabois como a Horacio Rodríguez Larreta, e incluso al mismo Papa Francisco. Esto indica que para Milei el abanico de “comunistas” es más amplio de lo que creíamos.

Pero no siempre el sobrenombre permanece. Hace algunos meses atrás, para el Presidente, China era una dictadura comunista asesina con la que no debería haber ninguna relación política ni comercial. Después fue un socio comercial necesario con el que se rompería cualquier lazo político. Finalmente, China se convirtió en “una potencia amigable que da una mano sin pedir nada a cambio.”

Entonces, la respuesta a nuestra pregunta es que para Milei, todo lo que él decide que es un zurdo, lo es, pero también puede cambiar de opinión de un día para el otro. Hay que reconocer que trabajar bajo estos parámetros debe ser una experiencia similar a la de un manicomio.

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Cómo afecta el macartismo de Milei a nuestras relaciones exteriores

Imaginen trabajar durante meses, quizás años en un tratado comercial con China pero justo cuando se esté por firmar el Presidente decida que no se hacen tratos con zurdos. Más luego, cuando falten las divisas, decide que el trato hubiera sido beneficioso y te mande a pedir perdón, decir que cambiamos de opinión y ahora los queremos de amigos. Eso sale carísimo, tanto diplomática como económicamente.

Bueno, eso ya pasó con el BRICS. La política exterior del país se está cayendo a pedazos, todo bajo la idea de que la lucha contra el comunismo justifica el aislamiento y la intolerancia. Milei optó por rechazar la diversidad de opiniones en las relaciones internacionales, buscando un alineamiento total con Estados Unidos e Israel, y dejando de lado cualquier tipo de cooperación con países que no compartan su visión.

La policía del pensamiento

Este camino trae consecuencias muy serias. No sólo debilita la diplomacia argentina, sino que también crea un clima donde la libertad de expresión y el debate son peligrosos. La represión que Milei parece fomentar, aunque diga que es para cuidar la libertad, es bastante preocupante. En su afán de alcanzar una pureza ideológica, está armando un estado donde el pensamiento crítico se castiga y donde ir en contra de eso puede salir caro.

Notificación enviada a todos los celulares con la aplicación pública “Mi Argentina” el día 30 de octubre.

Además, usa propaganda y un discurso belicoso. Desde mensajes orwellianos, pidiendo a la gente que delate a quienes los rodean, hasta una comunicación política que se parece más a un régimen autoritario que a un gobierno democrático, Milei está haciendo del espacio público un lugar hostil. Este enfoque, en lugar de promover una verdadera «libertad», está levantando cortinas (de hierro) que dividen a los ciudadanos en «leales» y «enemigos».

La gestión de Milei no sólo pone en riesgo la estabilidad política del país, sino que también revive recuerdos de un pasado que muchos deseábamos que hayan quedado atrás. La historia nos muestra que cuando empieza una caza de brujas, casi siempre termina en un país dividido, temeroso y arrasado por el autoritarismo.

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