A solo un año de haber asumido la presidencia, la gestión de Javier Milei comienza a reflejarse de manera ambivalente en la opinión pública. Según un estudio reciente de Proyección Consultores, el 50,5% de los encuestados evaluó negativamente su administración, mientras que un 45,1% la valoró de manera positiva. Esta encuesta, realizada entre el 16 y el 25 de octubre de 2024 a un total de 1.822 personas, ofrece un panorama de las percepciones en torno a su gobierno, con un margen de error del 2,3%.
El análisis de los resultados pone en evidencia una diferencia entre la aprobación y la desaprobación de Javier Milei, y revela también cómo los votantes de los tres candidatos principales de las elecciones pasadas —Milei, Sergio Massa y Patricia Bullrich— perciben la gestión del actual presidente. En la encuesta, se plantearon distintas preguntas a personas que se identificaban como votantes de alguno de estos tres candidatos, indagando sobre sus críticas hacia el gobierno de Milei.
Las críticas hacia el estilo y las políticas de Milei
Una de las preguntas clave exploró cuál es el aspecto más cuestionado del gobierno de Milei, con opciones que incluían «El ajuste que está haciendo», «Las formas en que se expresa», o «Ninguna de las anteriores». Las respuestas muestran cómo cada grupo percibe los problemas del actual gobierno.
Entre quienes se identificaron como votantes de Milei, un 38,8% señaló que lo peor del presidente son sus maneras de expresarse, mientras que un 28,7% apuntó al ajuste económico. El 32,5% de este segmento no consideró ninguna de estas opciones como el principal problema.
Para los votantes de Bullrich, la percepción es más crítica en torno al estilo del presidente: un 56,3% cuestionó su forma de expresarse y un 29,2% señaló el ajuste como el problema más grave. Entre los votantes de Massa, la percepción negativa se centra en el ajuste económico (75,7%), mientras que solo un 15,6% se mostró crítico respecto a las formas de Milei.
Estos datos permiten observar que, aunque Milei aún cuenta con el apoyo de una parte de su base electoral, su estilo y sus políticas económicas son señalados como puntos débiles tanto por sus seguidores como por quienes votaron a otros candidatos.
Asimismo, la información coincide con la encuesta hecha por Zuban-Córdoba donde los encuestados aseguran que el Gobierno de Milei, y este mismo, promueve la violencia política: 3 de cada 4 requeridos estimó que el actual Jefe de Estado “tiene discursos violentos” y se mostró preocupado al respecto. Mientras tanto, una proporción similar, el 73,1% de quienes respondieron al sondeo, aseguró que Milei no lo representa cada vez que agrede a un periodista.
La perspectiva para las elecciones legislativas
La encuesta también planteó un escenario hipotético de elecciones legislativas, consultando si los votantes preferirían candidatos que apoyen o se opongan a la administración de Milei. Entre los votantes de Milei, un 74,7% respaldaría a un candidato oficialista que permita avanzar en sus reformas, mientras que un 14,2% votaría por un opositor. La tendencia es similar en el electorado de Bullrich, con un 68,7% a favor de candidatos oficialistas, pero con un 20,4% que prefiere a la oposición. Por otro lado, entre los votantes de Massa, un 79,9% apoyaría a un opositor, y solo un 7,9% optaría por un candidato alineado con Milei.
Estos resultados sugieren que, si bien Milei mantiene apoyo en ciertos sectores, existe una porción considerable del electorado que busca equilibrar su poder en el Congreso, particularmente entre los votantes de Massa y algunos de Bullrich.
Preferencias y alianzas hacia 2025
Finalmente, se les preguntó a los encuestados qué espacio político preferirían en caso de elecciones legislativas. Los resultados muestran que un 27,2% se inclina por apoyar a La Libertad Avanza (LLA), el partido de Milei, mientras que el 20,5% prefiere al kirchnerismo y el 14% al peronismo. Otros partidos como el PRO (8%), la UCR (5,7%) y la izquierda (3%) ocupan espacios menores en intención de voto. No obstante, un 21,6% de indecisos revela una significativa porción de la población aún no definida.
Este alto porcentaje de indecisos evidencia la posibilidad de cambios en la configuración política, y la necesidad de alianzas estratégicas para cualquiera de los frentes que aspire a imponerse en las próximas elecciones.
Este estudio no solo revela una evaluación mixta de Milei tras un año de gobierno, sino que también perfila el reto que enfrentará en las próximas elecciones: equilibrar el descontento con el apoyo de su base y buscar una estrategia que le permita afrontar una oposición en crecimiento.
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