Desde su asunción, el gobierno de Javier Milei viene realizando recortes al gasto público y despidos en la administración nacional con el objetivo de cumplir con su promesa de campaña de bajar la emisión monetaria y llegar al déficit cero. Por ello, ya a partir de sus primeros meses celebró desde los canales oficiales el logro de haber alcanzado superávit fiscal y financiero.
El lunes, sin embargo, tanto el presidente como el Ministro de Economía realizaron anuncios que revelan otra historia. Resulta que mientras realizaba estos recortes, el gobierno seguía emitiendo monedas para comprar dólares y pagar deuda.
Sin embargo, ante el aumento del dólar blue y el aumento del riesgo país que compromete aún más la acumulación de reservas, el gobierno nacional resolvió implementar una estrategia que podría profundizar aún más las consecuencias recesivas que hasta ahora están impactando en la economía.
¿Cuánto costó la emisión?
Tras la asunción del presidente Javier Milei en diciembre de 2023, el gobierno impulsó una devaluación del peso argentino superior al 100%, lo que pasó de 350 pesos por dólar a 830 pesos. Esta fuerte devaluación derrumbó el poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos y llevó a un importante aumento de los precios.
Según los datos del INDEC, la inflación en Argentina está superando el 270% anual, lo que ha erosionado gravemente el poder de compra de la población. En enero de 2024, la inflación alcanzó el 20,6%, con algunas regiones como Tucumán registrando una inflación aún mayor del 24,1%.
La combinación entre inflación y pérdida del poder adquisitivo que provocó esta devaluación hizo que cada vez menos personas puedan llegar a costear una Canasta Básica Total, llevando incluso a muchas familias con trabajo en blanco a caer por debajo de la línea de pobreza.
Observando el aumento en la pobreza de los últimos gobiernos, se ve que en los 4 años del gobierno macrista que prometió pobreza cero, la pobreza subió del 30,1 al 35,5. Durante el gobierno de Alberto Fernández también subió del 35,5 al 40,9. Hoy, después de sólo seis meses de gobierno libertario, la pobreza ya alcanza los 55 puntos.
Desocupación
Las políticas de Milei también han impactado en la desocupación. El deterioro del poder adquisitivo de los salarios, producto de la inflación y la suba de tarifas, ha provocado una caída del consumo interno que desalienta la inversión en sectores como comercio y servicios.
Esto vino acompañado de un recorte de subsidios y aumento de impuestos. A pesar de su promesa de cortarse un brazo si subía un impuesto, Javier Milei ha subido el impuesto PAIS del 7 al 27%, aumentado los impuestos a las exportaciones y al cheque y, en los últimos meses, incluso ha restablecido el impuesto a las ganancias.
Además, el Gobierno Nacional descongeló el impuesto nacional a los combustibles que la gestión de Alberto Fernández había decidido descongelar. Justamente, en el informe de la inflación de junio, el rubro electricidad, gas y combustibles tuvo subas superior al 20% en todo el país (en el NEA llegó al 28,4%).
#DatoINDEC
En el 1° trimestre de 2024, las tasas de actividad y empleo en 31 aglomerados urbanos se ubicaron en 48% y 44,3%, respectivamente. Y la tasa de desocupación, que se calcula sobre la población económicamente activa, fue del 7,7% https://t.co/5kWwsjjHU0 pic.twitter.com/F4Gkyfsm0D— INDEC Argentina (@INDECArgentina) June 24, 2024
Esto ha tenido un impacto negativo en la actividad económica y la inversión privada. La recesión económica se ha reflejado en una caída del 5,1% del Producto Bruto Interno en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. Esto se ha traducido en un aumento del desempleo, que pasó del 5,4% al 7,7% en los primeros tres meses de 2024.
No solamente hay más gente desempleada, sino que aquellos que mantienen un empleo vieron la reducción del poder adquisitivo del salario mínimo y las jubilaciones entre un 30% y un 12% en términos reales en comparación con el mismo periodo del año pasado.
La lógica del ajuste perpetuo
El dato del IPC del INDEC que mide la inflación de junio refleja un piso en la estrategia del gobierno de frenar la suba de precios a fuerza de ajuste en los salarios. La inflación se estacionó entre los 4 y los 5 puntos (4.6 el mes pasado), pero con tarifas de servicios aún subsidiadas.

En un contexto donde el gobierno aún está frenando la quita de subsidios, los servicios reflejaron un aumento del 14,3% de aumento, más del doble del segundo sector con mayores aumentos (6,3% en el sector gastronómico y hotelería). Esto significa que, en la medida en que el gobierno quite los subsidios, los servicios seguirán empujando la inflación hacia arriba.
Los datos de desempleo y la inestabilidad macroeconómica y las dudas sobre la sustentabilidad de la deuda pública han elevado el riesgo país, incentivando la salida de capitales al exterior y aumentando la presión sobre el dólar blue.
Para calmar a los mercados en el corto plazo, el lunes el Ministro de Economía Luis Caputo anunció algo que, se supone, el gobierno había estado haciendo desde el primer momento, dejar de emitir pesos. Lo cierto es que, contrario a su promesa de campaña, el gobierno se pasó los primeros seis meses emitiendo para comprar dólares y pagar deuda.
El anuncio del gobierno de que dejaría de emitir para comprar dólares significa un cambio de estrategia en la que, de la misma manera en que intentó bajar la inflación con la baja de consumo, intentará bajar la brecha reduciendo la cantidad de pesos en la economía para evitar que se puedan comprar dólares en el mercado paralelo.
El problema es que, si hasta ahora las medidas del gobierno impactaron en una pérdida del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones mientras se seguía emitiendo pesos, achicar aún más la cantidad de pesos circulantes profundizará la recesión que hasta ahora están sufriendo los jubilados y trabajadores, desmintiendo los pronósticos de Javier Milei de que la economía se recuperaría en “v”.
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