Marcelo Mauriño (63), Liz Yanacon (42), Marian Arena (26), personas con historias de vida diferentes, cuya labor es acercar los servicios del Estado nacional a las comunidades que residen en lugares donde -en muchos casos- no llega ni la tecnología, ni las vías de comunicación telefónicas, es decir, achicar la brecha que se genera por la distancia, o falta de acceso a los Centros de Referencia que tienen como cabeceras las ciudades capitales de cada provincia.
Por una parte, Marcelo Mauriño de 63 años de edad, está casado, es padre de 5 hijos, de profesión contador público, trabaja en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación desde el año 2002. Con 22 años de antigüedad laboral, es personal contratado al igual que la mayoría de sus compañeros con contratos de renovación anual.
-¿Qué tareas realiza usted particularmente en el CDR? ¿Y qué servicios se prestan en los mismos?
– En este organismo me desempeñé en las tres provincias del NEA, en forma sucesiva, Formosa, Chaco y desde el año 2014 en Corrientes. Asumí distintas responsabilidades, como jefe de programa, Coordinador del CDR Chaco y en este momento como integrante del equipo técnico del CDR Corrientes.
En los Centros de Referencia se realizan múltiples y variadas actividades, desde las consultas referidas al Monotributo Social, el estado de trámite de las Pensiones No contributivas, la asistencia a comedores comunitarios, gestiones referidas al Potenciar Trabajo, cuestiones referidas a la niñez y adolescencia, situaciones de violencia de género, la elaboración y acompañamiento de proyectos productivos y de la economía social, entre muchas otras.
Pero simultáneamente se destaca la atención personalizada, una escucha paciente que no solo se limita a las áreas específicas del Centro de Referencia, sino que orienta, aconseja, y actúa en muchas ocasiones como un ámbito de contención emocional y psicológica ante la complejidad de situaciones de la población vulnerable que habitualmente es la que concurre.
-¿Cómo reaccionaron ante la noticia del posible cierre de la Institución?
– Hace unos días, el Ministerio de Capital Humano mediante un tuit, que luego lo subió a la página institucional, se refirió a los CDRs como “cajas de la política y aguantadero de militantes”, despreciando la historia y la trayectoria de estos espacios locales de gestión para acercar a la población las políticas públicas y promover los derechos sociales.
Y en su lugar, pretende reemplazarlos, así lo manifiestan, por un 0800, lo que revela una ignorancia supina y un desconocimiento absoluto del territorio y de la población vulnerable destinataria de estas políticas públicas.
La falta de acceso al servicio de internet, el conocimiento rudimentario de muchos pobladores de localidades del interior para disponer de ello, y la despersonalización, entre muchos otros, dan cuenta que jamás podrá reemplazar a la atención directa, personal, generando incluso un vínculo afectivo, y haciéndolo sentir al otro como un verdadero sujeto de derecho.
El Ministerio de Capital Humano informa que cerrará 59 Centros de Referencia (CDR) que actualmente funcionan como cajas de la política y aguantaderos militantes. La medida constituye un ahorro anual de $5.000.000.000.
Como resultado de la auditoría interna que está realizando el…
— Ministerio de Capital Humano (@MindeCapitalH) March 4, 2024
-¿Qué implicaría el cierre de los CDR?
– El cierre de los CDRs implicaría privar a la mayoría de la población de acceder a esas políticas públicas y una explícita negación a sus derechos como ciudadanos.
El anuncio, aún no formalizado por instrumento legal, menciona el cierre de la totalidad de los Centros de Referencia del país, y dejar sin empleo a más de 600 trabajadores y sus familias en todo el territorio nacional.
Ante estos agravios injustificados y acusaciones sin fundamentos, vertidas en forma irresponsable por las máximas autoridades del país, los trabajadores de los CDRs, a lo largo y ancho del país, nos hallamos en asamblea y movilización permanente, para que se visibilicen las graves consecuencias que esta medida implicaría.
Estamos organizados para luchar por nuestros derechos y oponernos al cierre, y preparando todas las acciones legales, gremiales y las que correspondieren para que esta injusticia no se concrete.
“Los trabajadores no somos la casta. Orgullosamente Estatales”.
Las historias detrás del CDR en Formosa
Liz Yanacon, de 42 años, vive en Formosa Capital, es madre de dos hijos, licenciada en Trabajo Social, contó que, “desde el año 2005 tengo el gran honor de formar parte de una cartera nacional, actualmente Ministerio de Capital Humano, históricamente nuestro querido Ministerio de Desarrollo Social, hoy reducido a una Secretaría denominada Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Famila”.
En Formosa el CDR está conformado por 31 personas profesionales, técnicos, idóneos, que nos fuimos capacitando a lo largo de estos años, hay trabajadores sociales, psicólogos, abogados técnicos administrativos, técnicos en comunicación, entre otros.
-¿Cómo se desarrolla el trabajo con otras áreas?
-Están con nosotros los programas de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) donde hay diferentes direcciones como la Dirección de Centros de Desarrollo Infantil (CDI), la Dirección de Protección, los compañeros que trabajan la cuestión alimentaria bajo el programa de Abordaje comunitario.
-¿Cuál es el rol social de los CDR?
Trabajamos con las organizaciones sociales porque el abordaje es un abordaje participativo integral donde en cada lugar en cada localidad, que visitamos. Son ellos los que nos plantean sus realidades y de acuerdo a tales cuestiones acercamos las políticas correspondientes.
De escucha para conocer, cuál es la problemática y en base a eso vamos abordando diferentes herramientas.
“No somos una caja de la política”.
-¿Qué se pierde si se cierran los Centros?
– Lo que se pierde es eso, el contacto, es el acercamiento la actitud escucha y por supuesto la posibilidad de poder brindar una herramienta para la resolución de sus problemas.
-Esta realidad que hoy nos acontece a nosotros tiene que ver con la eliminación de estos dispositivos territoriales apunta a esta política de ajuste, de achicamiento del Estado, porque no solo vienen por nuestros trabajos en este caso, víctimas de la reducción de nuestro Ministerio a una Secretaría planteados como gastos innecesarios que pueden centralizarlos en Buenos Aires desde atenciones lejanas digamos.
“La provincia de Formosa nos cede el espacio físico, por lo que no representa un gasto de alquiler para el Gobierno nacional si lo que se quiere es reducir gastos”.
-¿Cómo atraviesan estos días después del anuncio desde el Ministerio de Capital Humano?
-En paralelo a la pérdida de fuentes de trabajo, “nos preocupa el retiro de las políticas públicas del territorio, qué va a hacer nuestra población, nuestros titulares de derecho los más vulnerables para acceder a esas políticas públicas si no tienen en su localidad en su comunidad la posibilidad de ser atendidos de manera cercana, se retiran las políticas públicas, nos retiramos y la gente qué va a hacer”.
Marian Arena tiene 26 años, ingresó al organismo por medio del cupo laboral destinado a personas transexuales que ayuda a las chicas y chicos de dicho colectivo a incorporarse al mundo laboral con igualdad de oportunidades de cualquier otro ciudadano.
“Todos los días al llegar al trabajo revisamos nuestros correos electrónicos para ver si tenemos alguna notificación oficial de qué va a pasar con nosotros”.
-¿Cómo fue tu incorporación al organismo?
-Cuando ingresé la verdad me sentí muy cómoda, acompañada, me recibieron con una calidad que la verdad me sorprendió.
Sabía de lo que se encargaba el CDR aquí en Formosa, pero cuando formas parte te das cuenta que es más que eso. Desde recorrer cada parte del interior de la provincia hasta atender a cada formoseño que llegan a nuestras oficinas con la mejor atención y tratando de llegar a una resolución a sus trámites.
-¿Qué sentiste cuando supiste del posible cierre?
-Cuando me entere de lo que el actual gobierno nacional planea hacer con los CDRs realmente me alarmé, primeramente en un aspecto personal e íntimo, porque afecta de una forma descomunal mi vida personal ya que, yo como cualquier -otra persona que tiene un empleo- vivo de ello, del esfuerzo, del sudor de su frente.
No estamos pidiendo que nos mantengan, estamos pidiendo que nos dejen seguir trabajando, seguir haciendo lo que sabemos hacer y a cambio que nos den lo que corresponde.
Además de lo personal también me alarmó a nivel colectivo, no solo nos quiere dejar sin empleo a mis compañeros del CDR y a mi si no que están sacando el derecho de muchos formoseños de tramitar sus beneficios, el cual el Gobierno nacional está obligado a darlos porque para eso son elegidos, para salvaguardar la vida de cada argentino, de cada formoseño.
Y me entristece bastante la poca preocupación y empatía que tiene el actual Gobierno nacional. Esperaré y oraré para que puedan recapacitar y revertir esta decisión que realmente es una muy mala gestión.
Hasta tener información oficial sobre la continuidad del organismo, los trabajadores permanecen organizados en alerta, realizan asambleas y reuniones con gremios sindicales que los acompañan a atravesar la situación.
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