La Red Argentina de Mujeres Algodoneras está conformada por integrantes de organizaciones de la agricultura familiar, campesina e indígena y tiene como esencia el trabajo en red de mujeres para la puesta en valor del algodón producido de forma agroecológica y en escala familiar.
Desde NEA HOY entrevistamos a Doriana Feuillade, Extensionista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con formación en Ciencias de la Educación y Cooperativismo para que nos cuente todo sobre este proyecto.
¿Qué es la Red Argentina de Mujeres Algodoneras y cómo está formada?
La Red Argentina de Mujeres Algodoneras es un colectivo económico que eslabona completamente la cadena algodonera del surco a la prenda.
Está integrada por aproximadamente 120 familias, cada una de ellas tiene su propio emprendimiento familiar y muchas de ellas están integradas en grupos de hecho o asociaciones civiles o cooperativas.
¿Cómo es la cadena algodonera de la Red?
Los eslabones de esta cadena algodonera en la que participa la red incluye la producción agrícola que es netamente agroecológica, producimos alimentos y fibra de algodón.
Está el eslabón de desmote donde se separa la fibra de la semilla y se preparan farditos pequeños de medio kilo para que después pase al siguiente eslabón.
Luego hay otro eslabón que es el textil donde trabajan las hilanderas y un paso posterior las teleras y como también integramos la actividad comercial existe un paso más.
El último eslabón es el de la comercialización que se hace, no a través de intermediarios, sino de la misma red. Los grupos dentro de la red comercian con quienes están en ese rubro, por ejemplo el almacén campesino de Termas con el puesto regional de los artesanos en Reconquista.
¿Dónde se encuentra la Red Argentina de Mujeres Algodoneras?
Geográficamente la red se localiza en siete provincias: aquí en el norte de Santa Fe, en Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y Buenos Aires.
Aquí en nuestra zona, cerca de de Reconquista participa el paraje Las Tunas, el paraje de Taperitas, cerca de la localidad de Lanteri, paraje La Hortensia, en Tacuarendí, Tostado Fortín Olmos kilómetro 101 y kilómetro 29 en la Cuña Boscosa.
¿Quiénes son los organismos involucrados?
Técnicamente la red está apoyada por un equipo de investigación y extensión de características interinstitucional que está integrado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y por el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI).
¿Por qué formaron la red?
La red tiene en su misión de trabajo, la sustentabilidad económica con sustentabilidad ambiental y sustentabilidad social, que se materializa a través de tres ejes de acción que son:
- La producción agroecológica con valor agregado y acceso a mercados
- La visibilidad del sector de la producción familiar de escala artesanal
- La participación en políticas públicas para el empoderamiento económico de las mujeres.
La red se conformó a partir de identificar una oportunidad para conectar necesidades y capacidades, la mayoría de las mujeres que integran la red trabajaban habitualmente la lana como materia prima para el tema de los hilos y los tejidos y en el verano se discontinuaban las ventas. Necesitaban una fibra más fresca.
Un grupo de una asociación de tejedoras conectó con otro grupo que estaban empezando el tema de la agricultura agroecológica en algodón y dijimos: “Bueno, conectemos las organizaciones” y entonces se plasmó la red como una oportunidad económica de vincular las capacidades de producción de materia prima con capacidades de producción textil con identidades culturales diversas.
¿Es una red enteramente de mujeres?
La red si bien se llama Red Argentina de Mujeres Algodoneras, está integrada realmente por la familia completa.
La mayor parte de sus integrantes son las mujeres, pero en el eslabón agrícola hay mucha más participación, por la característica del trabajo, de varones y en el eslabón textil la mayor parte de las integrantes son mujeres, aunque también hay varones hilanderos.
El objetivo es fortalecer, a través de la red, las oportunidades de ingreso económico para las mujeres.
Tiene que ver con poder colaborar o contribuir con el triple rol del que cotidianamente participamos las mujeres como es la economía del cuidado, que son todas esas actividades que no se ven pero que son necesarias e imprescindibles todos los días.
Por ejemplo: quién cocina en la casa, quien limpia, quién se ocupa del cuidado de los hijos y que en general lo hacemos las mujeres.
Además de la casa siempre hay una actividad productiva, en general, de las mujeres que participan en la red: Trabajan con actividades de huerta, la granja peridoméstica y algunas también trabajan la ganadería menor como cabras u ovejas.
Otra parte de este rol es la participación comunitaria, que en general queda en manos de las mujeres. Es la mujer la que participa de alguna reunión del Club de Fútbol de los chicos, de la academia de danza de los hijos, de la escuela, de alguna reunión vecinal.
No es excluyente, pero en general es asumida por mujeres de manera que pensamos que
el trabajo de la red se enfoque en favorecer oportunidades económicas para las mujeres y porque además somos muy buenas administradoras.
¿Cuál es el valor educativo de la Red?
La red se originó en el año 2020 en plena pandemia y a tres años y pico de de vida, nos damos cuenta que uno de las de los de las cuestiones muy valoradas y de mucha importancia para las mujeres al integrar esta red es que permite la posibilidad de intercambiar aprendizajes, es un aspecto que las mujeres valoran mucho: el poder aprender de otras mujeres y con otras mujeres se intercambian técnicas de producción ya sean lo agrícola o en lo textil.
También ofrece la posibilidad de desarrollar y mejorar y fortalecer estrategias en la comercialización, por ejemplo, se integran stock con lo que cada grupo produce, se suman a stocks más amplios para poder soportar pedidos, se trabajan protocolos para la tipificación, por ejemplo de hilos o la calidad de los hilos.
Ahora estamos aprendiendo a aunar criterios en procedimientos administrativos, porque al ser grupos tan diversos y de tantas geografías distintas y que cada grupo tiene su trayectoria o formas de hacer las cosas. Claramente tenemos que ponernos de acuerdo y organizarnos en cómo trabajar o afrontar las actividades que son propias de la Red que las hacemos entre todos.
Agricultura familiar y estructura agraria
Otro aspecto significativo de esta red es el sujeto agrario y económico que la constituye, que es el sector de la agricultura familiar que trabaja, que produce y sostiene cultura, sostiene estructura agraria.
Si bien hay mucha migración de las familias del campo, porque la configuración del campo en Argentina está cambiando, estas familia que se sostienen en el campo, no solamente se sostienen en el espacio geográfico, sino que también es un espacio cargado de cultura, un saber hacer aprendido de los padres, aprendido de los abuelos que tiene que ver con el saber cultural para desarrollar una actividad económica en el lugar.
Es una economía de circuitos locales, circuitos chicos, que sostienen el consumo, la oferta y la demanda local y con la impronta de los productos artesanales. En nuestro caso, son productos totalmente agroecológicos sin ningún tipo de venenos.
La comercialización dentro de la red y la conservación del telar
La posibilidad de comercializar es uno de los aspectos claves de la red ya que en general, por esta característica de la de la falta de caminos o de la falta de infraestructura que está muy presente en la ruralidad Argentina, la comercialización se realiza a través de intermediarios que pueden hacer todo el trabajo de logística.
La red lo hace dentro de las propias capacidades, o sea, los productos viajan de un grupo a otro dentro de la red y se vende donde hay un grupo una organización o alguna persona que se encarga de la venta pudiendo sostener un precio justo y también permite conservar los oficios, por ejemplo el oficio del tejido en telar.
Es un oficio que en algunos lugares está muy muy debilitado o se va dejando de hacer y a través de la posibilidad de la comercialización vuelve a interesar la actividad desde lo cultural y también desde lo económico, por supuesto.
¿Cuáles han sido los logros de la Red?
A tres años y medio de la conformación de la red vamos identificando grandes logros, por ejemplo: el eslabonamiento mismo. Al principio eran actividades desconectadas, pero ahora vamos logrando pensar que el que siembra ya pueda pensar también, que lo que está sembrando le va a servir a la otra familia o al otro grupo que está en otra provincia que lo va a hilar y lo va a tejer.
Entonces el concepto del eslabonamiento nos lo vamos apropiando todos y de una manera, sostenida y continua y eso significa que va habiendo aprendizajes de las técnicas de producción en todos los eslabones, la circulación de la materia prima y del dinero de un eslabón a otro.
Fundamentalmente se va haciendo más claro y se van volviendo más sólidas las acciones colaborativas sostenidas en los acuerdos qué hacemos entre todos basado en el compromiso y la confianza de que cada eslabón está perfeccionando la tarea.
La evolución de la red
En el eslabón agrícola se han sumado familias para sembrar. Familias que producen agro-ecológicamente ahora incorporaron el algodón también a su chacra y están aprendiendo a hacer bioinsumos en eslabón textil.
Una de las organizaciones que ya hace años tiene aprendido un sistema para tipificar hilos y calificar la calidad de cada uno, lo está transmitiendo a todas las hilanderas que participan de la red.
Para el eslabón de desmote tenemos en construcción una desmontadora de escala familiar y una cardadora.
Estamos teniendo ya fibra de algodón blanco, el común que conocemos todos, y también algodón marrón que era un algodón nativo que se fue perdiendo por el uso industrial y lo hemos recuperado como fibra para el uso artesanal
En el eslabón de la comercialización un avance importante que estamos desarrollando es un dispositivo para trabajar la trazabilidad del producto y aprendiendo un sistema administrativo interno.
¿Qué desafíos tiene hoy la red?
Por supuesto que tenemos desafíos, muchos, uno que identificamos como clave tiene que ver con la gestión de fondos.
Para lograr conformar y disponer de un banco interno de la red que tenga la finalidad de un Fondo Rotatorio de auto préstamo o auto crédito que posibilite las reinversiones, particularmente en esta etapa de afianzamiento de la red.
Redes Sociales
La Red Argentina de Mujeres Algodoneras dispone de un facebook donde pueden conocer la vida cotidiana de las familias que integran la red y las actividades que cada una realiza desde su lugar desde su localidad y también se dan a conocer productos por si quieren hay interés en adquirirlos.
Hoy están vendiendo farditos de fibra blanca y marrón de entre 400 y 500 gramos y también ya hay disponibles algunos hilos.
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