La llegada de Javier Milei al poder volvió a poner sobre la mesa discusiones que desde hace años parecían estar saldadas. Una de ellas es la idea de que la educación universitaria en Argentina debe ser gratuita para todos los habitantes, incluido extranjeros con o sin residencia.
El gobierno puso en cuestionamiento esta idea con el primer proyecto de la Ley Bases, que incluía en su artículo 283 una modificación de la Ley de Educación Superior que prohíbe la aplicación de aranceles en las universidades públicas.
Desde allí, surgieron varios cuestionamientos desde militantes y referentes de La Libertad Avanza con el argumento de que desde el Estado Argentino se pague la carrera universitaria a estudiantes extranjeros que, según ellos, no contribuyen en nada al país.
Y aunque el primer proyecto de Ley Bases cayó en senadores, referentes del gobierno nacional volvieron a referirse a esta cuestión en vísperas de la marcha nacional que preparó la comunidad educativa en reclamo del recorte presupuestario. El subsecretario de Prensa de Presidencia Javier Lanari, por ejemplo, sugirió días antes de la marcha que las universidades cobraran un arancel a los estudiantes extranjeros para aumentar su presupuesto.
Pero, ¿qué hay de cierto en todas estas afirmaciones? ¿Se podría arancelar la educación superior a estudiantes extranjeros y cuál sería el impacto de que ésto suceda?
La UBA tiene 350.000 alumnos. Casi el 10% son extranjeros que estudian “gratis”. Ninguna autoridad se planteó cobrarle a esas 35.000 personas para aliviar la emergencia presupuestaria. Dicen que “no es el espíritu” de la Universidad…
— Javier Lanari (@javierlanari) April 17, 2024
Estudiantes extranjeros en números
A diferencia de otros países de la región, en donde los ciudadanos deben pagar una universidad privada para encontrar una enseñanza de calidad, la educación estatal argentina es reconocida por su calidad académica y de enseñanza que muchas veces supera a la oferta privada.
A lo largo y ancho del país existen un total de 57 universidades públicas que destacan tanto por su gratuidad como por su calidad de enseñanza. Universidades como la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) siempre figuran en el ranking elaborado por Quacquarelli Symonds de las 100 mejores universidades de Latinoamérica.
Es por ello y por su gratuidad que muchos extranjeros de países limítrofes eligen migrar a Argentina buscando estudiar una carrera universitaria. En los datos oficiales del Ministerio de Educación de Argentina se registran un total de 117.820 estudiantes extranjeros para el año 2021, incluyendo tanto universidades públicas como privadas. De éstos, 99.693 cursaban estudios de pregrado o grado y 18.127 ofertas de posgrado, que ya están arancelados.
Esto no es un número alarmante, representa un 4,1% del total de estudiantes en el país. De acuerdo a la Dirección Nacional de Presupuesto e Información Universitaria, de los más de dos millones de estudiantes universitarios que cursaban en el 2021, solo 88.601 eran extranjeros. Estos provenían mayormente de países sudamericanos como Perú, Brasil, Paraguay, Venezuela, Colombia, Chile y Ecuador y en menor medida de México, República Dominicana, El Salvador y Costa Rica.
Estudiantes extranjeros en números
Varios referentes y académicos de la economía ya han respondido a las declaraciones del subsecretario de Prensa de Presidencia. Uno de ellos fue el economista y docente universitario Leandro Mora Alfonsín, que recordandole que “un estudiante que vive 8 años acá para sacar el título de, por ejemplo, médico, te devuelve la guita en IVA”.
En efecto, existen varios estudios que demuestran que los estudiantes extranjeros aportan a la economía más de lo que el Estado invierte en ellos, y que desincentivar la llegada de estas poblaciones con aranceles sería un error.
Javier, más allá de que tu argumento no asoma satisfactorio para justificar el brutal ajuste presupuestario de una Universidad top mundial, vamos con algunos datos, de lo general a lo particular.
No más de dos tweets https://t.co/r7ezB0qwu0
— Leandro Mora Alfonsín ⭐⭐⭐ (@lmoraalfonsin) April 17, 2024
De acuerdo a un estudio que realizó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina, “la suma de los pagos de impuestos de los inmigrantes menos el cálculo de gastos que el gobierno realizó en ellos es igual a su actual contribución fiscal neta”.
El estudio arroja que todos los inmigrantes representaron el 4,6% de la población del país, en 2018. En comparación con lo que el Estado gasta en salud o educación, en 2013 (último año que se tiene datos registrados según el estudio) los inmigrantes aportaron entre el 1 y 2 por ciento del PBI per cápita (página 24 del estudio). Desincentivar la presencia de estos extranjeros con aranceles sería una pérdida de esta contribución al PBI nacional.
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