Las redes sociales y el mundo del espectáculo quedaron conmocionados ante la noticia del jueves de que había muerto Silvina Luna. La actriz, vedette y productora de teatro de revista había estado internada desde el 13 de junio como consecuencia de un agravamiento de su estado de salud.
La salud de Silvina Luna pasaba de normal a grave desde que en el 2011, producto de una mala praxis del cirujano plástico Aníbal Lotocki, tuvo una intoxicación de metacrilato que le provocó hipercalcemia e insuficiencia renal.
El caso fue polémico ya que Lotocki era muy conocido en el mundo del espectáculo y tuvo varios casos de cirugías estéticas que llevaron a juicios por mala praxis. Unos días antes había fallecido el peluquero, bailarín y panelista Mariano Caprarola, quien también había sido operado por el cirujano y lo acusó públicamente de haberle provocado insuficiencia renal.
De la misma manera, Stefanía Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchui habían iniciado una demanda conjunta al cirujano por “lesiones graves” producidas por mala praxis en sus cirugías estéticas. Lotocki fue condenado en febrero del año pasado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina.
Violencia estética
Pero para muchos, ésto va más allá de un caso de mala praxis vinculado a un médico en particular. La propia Silvina Luna realizaba entrevistas e historias de Instagram donde explicaba que su experiencia debía servir como ejemplo de los peligros a las que las mujeres se ven expuestas persiguiendo estándares de bellezas inalcanzables.
“Yo caí en la trampa de los estereotipos, que no existen en realidad, pero quería verme de determinada manera”, dijo en una entrevista para infobae meses antes de morir, “Estaba en una etapa de teatro de revista, trabajaba con el físico. Yo creía que quien era no era suficiente”.
Es por eso que, a partir de la muerte de Silvina Luna, distintas especialistas analizaron la forma en que el bombardeo de estereotipos y cánones de belleza se traduce en una presión social que cae particularmente sobre las mujeres y una discriminación sobre aquellas que no satisfacen estas expectativas.
En declaraciones a Télam, la fundadora de “Mujeres que no fueron tapa” Lala Pasquinelli explicó que “Hay un reforzamiento permanente de la idea de que para tener un valor, para ser visible, para ser elegida, tu cuerpo tiene que encajar en ese estereotipo, que es un estereotipo de una mujer blanca, delgada, joven, sexualizada, con el pelo largo y lacio“.
Silvina Luna viene de una generación de la farándula en la que el modelo aspiracional eran los cuerpos operados, y esto se marcaba fuertemente en los medios con entrevistas a famosas diciendo que a se habían operado los senos como regalo de quince años o mostrando como una nueva operación les había levantado la cola.
Para la psicóloga Silvina Zecler, explicó en entrevista a NEA HOY que esto tiene que ver con “síntomas de época, porque tienen que ver con ciertos ideales culturales y estándares de belleza específicos del momento”.
Estos estándares van variando en cada época e “Incluso varía de país en país, porque hay muchos países donde no se pone tanto el foco en la estética”, es por ello que la psicóloga compara a la Argentina y le parece que “a nuestro país todavía le falta madurar en ese sentido, que todavía nos afectan mucho los juicios y los prejuicios”.
El tiempo en el que a mujeres como Silvina Luna se les exigia someterse a cirugías para tener una carrera en el mundo de la farándula exponía, tanto a las mujeres del espectáculo al riesgo de someterse a procedimientos inseguros con graves consecuencias sobre sus cuerpos. A su vez, difundir esto como un modelo aspiracional exponía a muchas mujeres a estos riesgos intentando alcanzar estos nuevos estereotipos de belleza marcados por las intervenciones quirúrgicas.
“Tiene que ver con estándares sociales que marcan tendencias erróneas y equivocadas, sobretodo en algunas franjas etáreas”, explica la psicóloga, y nos insta a ser precavidos hoy, ya que a los estereotipos difundidos por la televisión se suma aquellos a los que se puede acceder en redes sociales.
“Esto de los ideales, y de la masa y de querer pertenecer, a través del consumo de éstas redes también ha aumentado el suicidio adolescente, el bullying, los estándares de belleza impuestos masivamente”, aclaró zecler, “Estamos en un momento en que las redes sociales posibilitan el poder estar conectados y ayudándonos entre todos pero, por otro lado, tenemos que ser conscientes que es más riesgoso para determinados grupos sociales”
ADEMÁS EN NEA HOY:
Un informe establece que Chaco es la provincia con la tasa de femicidios más alta del país
