El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) señaló que “el Nivel general del Índice de precios al consumidor registró un alza mensual de 7,8% en mayo de 2023”, en el informe publicado el miércoles a la tarde.
Además, indicó que el índice de precios al consumidor acumuló una variación de 42,2%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 114,2%.
Para conocer el impacto de estos números en la población, NEA HOY salió a las calles de Corrientes y consultó a la ciudadanía por los productos en los que vio mayor incremento y cuáles dejaron de comprar por sus precios.
Juana Rodríguez, una jubilada, mayor de 60 años, respondió que “los precios son muy elevados. Todos los días aumentan las cosas y uno tiene que vivir día a día de acuerdo a su presupuesto”.
A la vez, remarcó que los mayores aumentos de precios los vio en productos básicos como aceite, harina, azúcar y leche. “La verdulería también, imposible”, agregó.
Un comerciante de maxikiosco, Javier Martínez, que atiende un local ubicado sobre avenida Independencia, comentó que observó incrementos sostenidos en productos como verduras y panificados.
“Tenemos mucha competencia y debemos buscar distintos proveedores que nos abastezcan para poder vender a los clientes”, añadió.
Asimismo, contó que la línea de productos lácteos disminuyó en ventas no sólo por los altos precios sino también por las bajas temperaturas.
“Las gaseosas están dejando de comprar. Una coca, por ejemplo, los clientes buscan el envase de vidrio (un litro y medio), que vale $450 o $500”, señaló el comerciante y aclaró que hay una tendencia a comprar productos de primera línea, pero en menor cantidad.
Martínez dijo también que cuando llegan días festivos como el día del padre, hay productos que llegan con mayores incrementos y consideró que la tendencia a abastecerse de productos para el mes ya no existe: “los clientes viven del día a día”, cerró.
Debido a que la mayoría de los consultados por este medio se refieren a los incrementos de precios en las verdulerías, este medio tomó contacto con un comerciante del Mercado de Corrientes, Juan José Fernández, que comentó que “hay frutas que antes se consumían más como durazno, ciruela, melón, pero este año bajó mucho”.
“Hoy en vez de comprar un kilo de durazno te compras una lata, aunque no sea el mismo gusto, porque conviene más”, dijo el comerciante de 31 años y añadió que los costos de este tipo de productos están marcados por otros gastos como el de los fletes y los que se requieren para su conservación (cámaras de frío) que también ven constantes incrementos semanalmente.
“Todas las semanas varía el precio de los productos. Por ejemplo, la papa que puede estar a $1.500 la bolsa de 20 kg y para la semana que viene subió a $2100. A esta situación se suma que cada vez viene más chica la bolsa y con menos producto”, explicó.
“La gente no lo entiende, se quejan de que subió el precio porque ‘los comerciantes quieren cobrar lo que quieren”
“La papa la pagamos más si llueve por la dificultad de las máquinas para sacarlas de la tierra y embolsarlas. Lo mismo la cebolla, que no se puede cargar con humedad, se tiene que secar al sol, porque si embolsan húmeda llega húmeda la bolsa y ¿cómo explicas que es sólo humedad y que no está podrida?”, finalizó el comerciante.
¿Qué dejaron de comprar los jóvenes correntinos?
En una encuesta hecha por periodistas de NEA HOY en Instagram, a jóvenes de entre 18 y 30 años, se supo que entre los productos que una gran parte de ellos dejó de comprar con mayor frecuencia, por los incrementos de precios, están las verduras y frutas.
En la lista también se ubican otros como carne (milanesas, atún, entre otros que se nombraron), lácteos, fideos, galletitas, gaseosas, chocolates y cigarrillos.
Algunos mencionaron que también dejaron de consumir continuamente comidas rápidas como hamburguesas y pizzas.
De un total de 55 personas, 17 opinaron que vieron mayor incrementos en los kioscos, 15 personas en las carnicerías, 12 en el rubro de vestimenta y 9 en verdulería.
¿Y las ropas de abrigo?
En esta consulta participaron unas 53 jóvenes que opinaron sobre los precios de las ropas de abrigo, de cara a la llegada del invierno, y respondieron sí tuvieron la posibilidad de comprarlas nuevas, si no pudieron hacerlo y si tienen que adecuarse y utilizar las que ya tienen.
Una mayoría (33 encuestados) respondieron que tienen que usar la ropa de abrigo que ya tenían, 13 dijeron que pudieron comprar ropa nueva y otras siete personas coincidieron en que no pudieron comprar nuevas por los altos precios.
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