La asexualidad es una orientación sexual que forma parte del colectivo LGBTQI+ pero es quizás, de las menos conocidas ya que se estima que solo el 1% del total de la población mundial se reconoce como tal y en este sentido, la poca o nula información con respecto a esta orientación sexual juega un rol muy importante en su desconocimiento.
En este contexto, cada 6 de abril a nivel mundial se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Asexual, fecha en la cual se lleva adelante una serie de actividades con el objetivo de educar y concientizar sobre la existencia de este colectivo y fomentar el respeto por las personas que forman parte de él, quienes siguen siendo una comunidad ínfima a diferencia de otros colectivos de la diversidad sexual.
¿Qué es el espectro asexual y cuáles son sus diversas identidades?
La asexualididad como orientación, muchas veces tiende a ser malinterpretada y poco discutida ante el ojo crítico de una sociedad cada vez más hipersexualizada y es por esto que hay quienes no consideran que una persona pueda ser realmente asexual y vinculan a esta identidad más bien al celibato, a una decisión propia ocasionada por traumas vinculados al ámbito sexual y, en el peor de los casos, las personas son patologizadas por el personal sanitario debido a la poca información que se tiene sobre la asexualidad incluso desde los espacios médicos.
La asexualidad se define como una orientación sexual en la que se siente poca o nula atracción sexual por otros, sin importar el sexo biológico de la otra persona y posee un gran espectro de variabilidad.
De esta manera, tal y como se ha definido, una persona asexual es aquella que no experimenta atracción sexual, sin embargo, esta identidad sexual es tan solo una de las tantas que se enmarcan dentro del espectro asexual o ace (del inglés), que incluye a aquellas personas que no experimentan atracción sexual, quienes la experimentan muy raramente y aquellas que solo lo hacen en condiciones determinadas.
Este espectro del cual se habla, abarca dos grandes áreas; uno de atracción sexual, que incluye desde las personas alosexuales (quienes experimentan atracción sexual), hasta las asexuales, pero en medio de estos extremos también se puede ubicar a las personas grisexuales, es decir, quienes experimentan atracción sexual con poca frecuencia y/o en ciertas condiciones y por otro lado.
Por otro lado, encontramos también el espectro de atracción romántica, donde las personas pueden ser etiquetadas tomando en consideración una escala que va de la alorromanticidad (experimentación de atracción romántica) a la arromanticidad (ausencia de atracción romántica).
Ver esta publicación en Instagram
¿Asexual y arromántico?
Como se señaló oportunamente, al hablar de atracción sexual y atracción romántica, hacemos referencia a dos conceptos diferentes, por lo cual es importante comprender sus especificaciones antes de adentrarse a la diversidad que puede hallarse en cada una.
Cuando hacemos mención a la atracción sexual, de lo que se habla es del interés o ganas de tener relaciones sexuales con alguien y por lo general, la atracción sexual define la orientación sexual de una persona (homosexual, heterosexual, bisexual, asexual, etc), es decir está orientada hacia otras personas, hacia un género, varios o ninguna.
En este contexto resulta vital conocer la diferencia de este término con la que presenta el deseo sexual, ya que este último hace referencia en sí al deseo de participar de una actividad sexual, pero no está orientado a otras personas, por lo que una persona asexual puede no sentir atracción sexual por otros pero sí deseo sexual, por lo que la masturbación es una práctica que no está ausente en todos los casos en los integrantes de la comunidad asexual.
Ver esta publicación en Instagram
Dentro del espectro de atracción sexual de la asexualidad podemos encontrar, entre otras, las siguientes identidades: la persona asexual, quien no siente o experimenta atracción sexual de ningún tipo; los grisexuales, que son aquellas personas que sienten atracción sexual en muy raras ocasiones, bajo condiciones muy determinadas o en casos muy específicos.
Los demisexuales, personas que solo experimentan la atracción sexual de forma secundaria a partir de un vínculo afectivo o emocional con alguien y también los fraisexuales, quienes experimentan atracción sexual de forma primaria, es decir, de inicio, pero una vez conoce más a esa persona o genera otro tipo de vínculo con ella, esa atracción se desvanece.
Al mismo tiempo, dentro del espectro de atracción romántica podemos distinguir la atracción romántica, que se define como el interés de enamorarse o desarrollar una relación romántica con alguien; la atracción estética, vinculado a la apreciación por la apariencia o aspectos visibles de otra persona o personas y la atracción sensual, relacionado a las ganas de realizar actividades sensoriales con alguien sin que necesariamente tengan un componente sexual, por ejemplo, a través de la proximidad física y el tacto como con los abrazos, caricias, etc.
De esta manera, las combinaciones que pueden darse son diversas, ya que por ejemplo, una persona asexual puede ser bisexual (siente atracción sexual con baja frecuencia por personas de ambos sexos) y homorromántica (únicamente siente atracción romántica por personas de su mismo sexo) o, puede ser asexual y arromántica (no experimentar atracción sexual ni romántica en lo absoluto),etc.
Las posibilidades son muy diversas para cada persona asexual, por eso cada uno transita su identidad de manera diferente.
Es importante distinguir la asexualidad del celibato o de la castidad ya que la asexualidad no consiste en reprimir el deseo sexual, no es una enfermedad ni un trastorno y no implica pensar que el sexo es algo malo.
Una persona asexual puede enamorarse, puede tener una relación afectiva, puede tener sexo en determinadas circunstancias y puede tener hijos si quiere, pero es importante remarcar que la asexualidad no es una elección, es una orientación sexual más.
La representación como recurso
Aunque sigue siendo en un bajo porcentaje, con el correr de los años y ante un mayor acceso a plataformas de consumo de entretenimiento, la representación de la asexualidad como orientación a través de personajes ficticios, animados, e incluso a través de influencers o streamers que hablan abiertamente sobre esta orientación, permite que las nuevas generaciones tengan mayor conocimiento del tema, lo que sin duda crea un entorno favorable para su visibilización.
El sexo está tan presente en la vida como una especie de realización como persona que, aquellas personas que no sienten atracción sexual y romántica son consideradas “fuera de lo común” cuando es solo una orientación más dentro del colectivo de la diversidad.
La visibilidad del espectro ace está aumentando lentamente gracias a algunos personajes icónicos que han allanado el camino, ya sea que fueran asexuales o simplemente codificados como as y por ello te comentamos de los más famosos a continuación.
Todd Chavez de Bojack Horseman
Es uno de los pocos personajes animados que abiertamente se definió así mismo como asexual en la temporada tres de la serie que se encuentra en Netflix.
La salida del clóset de Todd se dio cuando su ex novia de la escuela secundaria, Emily, cuestionó su sexualidad, lo que le permitió emprender un viaje de autodescubrimiento y encontró consuelo en el término ace.
Si bien la representación de la asexualidad no es perfecta, es importante porque pone sobre la mesa la terminología específica que permite a los interesados, en conocer más sobre la asexualidad.
Peridot – Steven Universe
Peridot de la animación infantil LGBT+ Steven Universe es un personaje canónicamente asexual y aromántica.
La artista del guión gráfico de Ace/Aro, Maya Petersen, dijo en Gorjeo que Peridot que el único interés del personaje en el romance es “antropológicamente hablando”.
Bob Esponja
El famoso personaje de dibujos animados es asexual no solo porque las esponjas marinas de la vida real se reproducen asexualmente, sino que el propio creador de la serie afirmó que la carismática esponja pertenecía a esta comunidad en 2002.
Tener un personaje de dibujos animados de la infancia querido y establecido desde hace mucho tiempo confirmado como as, es un paso fenomenal en la representación de la asexualidad en la televisión.
Florence en Sex Education
«No quiero tener sexo nunca jamás. Con nadie». En la temporada 2 de Sex Education, Florence, la protagonista de la obra de teatro escolar, se define con esta frase.
Se muestra cómo el personaje pasa por un momento de introspección y duda, y finalmente acaba entendiéndose y aceptándose tal y como es.
ADEMÁS EN NEA HOY
Se reacomodan los votos: ¿quién gana y quién pierde con la renuncia de Mauricio Macri?