La semana pasada, la muerte de un joven de 20 años en Quilmes que trabajaba para la aplicación PedidosYa, volvió a poner en manifiesto la grave situación que viven los trabajadores de reparto por plataforma.
El rubro, que llegó de la mano de la modernización y utilización de herramientas digitales para facilitar el consumo, está actualmente sostenida por miles de trabajadores que se exponen todos los días a la inseguridad y las inclemencias del clima, sin poder llegar a fin de mes o ser reconocidos ante un accidente laboral.
Belén D trabaja como repartidora desde el 2020, y hoy es secretaria adjunta del Sindicato de Trabajadoras de Reparto por Plataforma (SiTraRePa). Si bien pidió ocultar su nombre por miedo a los abusos y represalias de las empresas ante los intentos de sindicalización del sector, dialogó con NEA HOY sobre los peligros y las condiciones laborales a la que se somete la actividad
El reparto por plataforma en Argentina
Si bien años antes ya se podían utilizar plataformas de reparto como la uruguaya PedidosYa, el boom en la Argentina empezó en el 2017, cuando arribaron al país las empresas Rappi, de capitales Colombianos, y Glovo, de capitales españoles.
Otro boom se generó durante la pandemia. Ante el cierre de restaurantes y negocios, muchas personas que trabajaban en los rubros gastronómicos y comercial no tuvieron otra alternativa que bajarse una aplicación e intentar ganar dinero con el reparto.
En un contexto de recesión y despidos masivos, éstas empresas ofrecían una muy atractiva propuesta, en donde el repartidor sería autónomo, no tendría jefes ni cumpliría horarios, y obtendría ganancias en base a los pedidos que trabajaba, prometiendo que, quien más trabaja, más ganaba. La realidad terminó siendo muy distinta.
Aunque cambie la plataforma, el sistema es muy similar. El repartidor debe reservar un turno de cuatro u ocho horas, en que pauta que estará atento a los pedidos que reciba en su celular. La plataforma, además, tendrá una serie de penalizaciones por las cuales podría hacer que el repartidor no pueda reservar los turnos mejores pagos o directamente se le suspenda la cuenta, privándolo de poder trabajar por un cierto periodo de tiempo o por tiempo indeterminado.
Estas penalizaciones hacen que el repartidor trabaje con miedo a ejercer esa autonomía que la empresa prometió. Si rechaza un pedido porque lo lleva por un barrio muy peligroso o necesita tomarse un día para hacerse chequeos médicos o cuidar a algún familiar, puede que se le suspenda la cuenta.
El pago por pedido también esconde otra realidad. La plataforma no contempla si el pedido se atrasó por razones ajenas al repartidor. Si el repartidor llega al negocio donde debe recibir el pedido, y el pedido no está listo, ese tiempo que debe esperar para recibirlo es un tiempo que el repartidor pierde. De la misma manera si llega al lugar de entrega y la persona que la recibe se está bañando o tarda en bajar a atenderlo.
La Corte de Santa Fe multó por más de $200.000 a Pedidos Ya por incumplimiento de la Ley de Contrato de Trabajo.
No caben dudas: las empresas de plataforma modifican la organización del trabajo y los repartidores son empleados. En palabras de la justicia santafesina👇 pic.twitter.com/jHM8eK2hpQ
— Juan Manuel Ottaviano (@ottibus) December 27, 2022
“Es una locura”, describe Belen, “vos podés estar una hora reloj esperando un pedido y esa hora la perdiste”. Las plataformas, que brindan a los negocios la ventaja económica de no tener que contratar un repartidor y facilitan al cliente el consumo de sus servicios desde su casa y a través de una aplicación, al mismo tiempo castiga al repartidor por cualquier demora o inconveniente que puedan tener el cliente o el negocio.
Esto reduce mucho la ganancia que un repartidor pueda conseguir desde la plataforma. “Si uno quiere llegar a un sueldo de 80 mil o 90 mil pesos, un repartidor tiene que estar ocho horas, seis días a la semana, esos son los cálculos que nosotros tenemos en SITRAREPA”, explicó Belén.
Expuestos en la calle
De acuerdo a lo que cuenta Belén a NEA HOY, en Argentina hay entre 50 mil y 60 mil trabajadores de reparto por plataforma. Estas 60 mil personas se encuentran trabajando bajo la figura de autónomo. Esto significa que el repartidor debe hacerse cargo de todo lo que haga falta para que el pedido llegue a destino, incluyendo el vehículo, el celular, la señal para recibir los mensajes y hasta la mochila y vestimenta de trabajo. Lo único que la plataforma ofrece es la posibilidad de recibir el pedido a través de la aplicación.
“A partir de esa figura lo que hacen es negarnos todos los derechos laborales que los trabajadores tenemos hace un siglo”, explica, “una cobertura contra todo riesgo, lo que compete a un salario estipulado, donde uno sabe con cuánto dinero cuenta a fin de mes, vacaciones pagas, días por enfermedad”.
Esta precarización se vuelve más grave al considerar que el trabajo de repartidor requiere de un enorme gasto físico y una gran exposición a las inclemencias del clima, a la inseguridad en las calles y los peligros de tener un accidente vial.
“Hemos hecho incluso campañas y juntado dinero para bancar los gastos de sepelio de algunos compañeros, porque ha habido asesinatos laborales, compañeros que fueron asesinados en la calle repartiendo”, explica Belén, “y las empresas, realmente no tienen ningún miramiento en relación a sus trabajadores, y lo que hacen efectivamente es quedarse con las ganancias”.
Hacia la sindicalización
Esta situación de vulnerabilidad es la que está llevando a los trabajadores de reparto por plataforma a sindicalizarse. Según cuenta Belén, la iniciativa fue surgiendo desde la base. A partir de poner una mesita en las paradas más comunes donde los repartidores se juntaban a esperar los pedidos, se fueron generando las “paradas solidarias”.
Estas postas servían para que los repartidores puedan conversar sobre sus problemas y necesidades, explicándose mutuamente algunas dudas que surgían sobre el uso de las aplicaciones o las nuevas actualizaciones. Alguien llevaba un café en invierno, alguien traía un refresco en verano, y alguien ducho con las herramientas ayudaba y enseñaba sobre reparación de los problemas más comunes y consejos de mantenimiento de motos o bicicletas.
El sindicato SiTraRePa fue gestándose desde estos puntos de apoyo mutuo, según lo explica Belén: “Somos un sindicato que nace a partir de la propia necesidad de sus laburantes”. Hoy ya cuentan con más de 2000 afiliados en el país y tienen presentado el expediente en el Ministerio de Trabajo.
La experiencia de SiTraRePa tiene su correlato en otras experiencias de sindicalización de trabajadores de reparto por plataforma en España o en Uruguay, que reclaman que se blanquee la relación laboral entre los repartidores y las aplicaciones, que éstas empresas aporten a una ART ante los riesgos del reparto y que se reconozca a la suspención de la cuenta como un despido, entre otras cosas.
16/03 – 10.30hs SUMATE A LA CARAVANA DEL SITRAREPA desde el Obelisco al Ministerio de Trabajo
¡Reconocimiento ya del sindicato! ¡Justicia por Danilo! ¡Queremos derechos laborales para las y los repartidores!#Delivery #pedidosya #rappi #precarizacion #Trabajadores #reparto #app pic.twitter.com/pRhjNDqB8P— SiTraRepA (@sitrarepa) March 9, 2023
“Lo que estamos pidiéndoles al Gobierno es el reconocimiento del sindicato, y a partir de esto también el reconocimiento de la relación laboral”, concluye Belen, “queremos que reconozcan la libre asociación de trabajadores que significa el sindicato y que pongan nuestra voz en el centro del camino hacia la regulación de nuestra condición de trabajadores”.
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