Es sabido que fue la localidad correntina de Yapeyú la que «acunó» al General San Martín desde 1778, pero es poco conocida la iniciativa correntina de que los restos del prócer vuelvan a su ciudad natal, tal como sucedió con los de sus padres; se trata de una campaña que se promovió en la década de los 90 y que está lejos de haber sido sepultada.
Pasaron casi 150 años de la repatriación de los restos del General que se concretó gracias al proyecto que presentaron en 1864 el Diputado nacional por Buenos Aires, Adolfo Alsina, y el representante de Entre Ríos, Martín Ruiz Moreno solicitando al Poder Ejecutivo, en ese momento en manos de Bartolomé Mitre, para que se cumpliera la última voluntad de San Martín de descansar en Buenos Aires.
Escribe Felipe Piña que solo tres años antes, en 1861, casi 10 años después de su muerte, los restos habían sido llevados a la bóveda de la familia Balcarce-San Martín en Brunoy, localidad cercana a Évry, ubicada a unos 35 kilómetros de París, donde hacía un año la familia había depositado los restos de María Mercedes Balcarce, una de las queridas nietas del general.
La repatriación de sus restos no se logró hasta 1880, cuando finalmente el cuerpo del General fue traído a Buenos Aires, durante el Gobierno de Avellaneda, y depositado en su actual mausoleo un 27 de agosto.

La gesta correntina para que San Martín “vuelva a Yapeyú”
El entonces Gobernador de Corrientes, Pedro Braillard Poccard (actual Vicegobernador de Gustavo Valdés), admitió públicamente su idea de promover el expediente que fue presentado en la gestión anterior a su gobierno (la de Raúl Romero Feris) ante el Instituto Nacional Sanmartiniano y que no había prosperado.
«Está arraigada en los correntinos la voluntad de que los restos de San Martín reposen en su pueblo natal», dijo Poccard a medios nacionales y agregó que «en su momento será un tema que se someterá a debate, con la participación de todos los sectores interesados”.
Respecto al “deseo del Libertador” que su corazón descanse en Buenos Aires, según consta en su testamento, Braillard Poccard expresó que se trata de la interpretación que hicieron algunos historiadores.
Por otro lado, indicó entonces que el costo del traslado, que significaría el desmantelamiento del monumento fúnebre instalado en el cementerio de la Recoleta y su posterior armado en Yapeyú, no superaría los $5.000 pesos y sería solventado por el Gobierno provincial y la empresa yerbatera Las Marías, una de las más poderosas de la región.
La decisión de Poccard (que gobernó entre 1997 y 1999) fue apoyada, entre otros referentes políticos y sociales de entonces, por el Presidente de la Asociación Sanmartiniana de Gobernador Virasoro, Adolfo Navajas Artaza, que además de dueño de «Las Marías» y ex ministro de Acción Social fue uno de los impulsores del proyecto.

El pedido de Yapeyú
Un poco más cerca en el tiempo, en 2011, el Intendente de Yapeyú, Adán Gaya, reiteró la idea de que San Martín pueda descansar en su tierra natal, en medio de la presentación de nuevos proyectos de ley en el Congreso nacional para trasladar los restos a otro sitio de Buenos Aires o Mendoza.
“Si bien, en este momento no hay ningún proyecto de ley que proponga el regreso de los restos de San Martín a Yapeyú, la iniciativa es de vieja data para nosotros, y hoy, ante la noticia de que existen varios expedientes que proponen cambiar sus restos de la catedral de Buenos Aires, ratificamos que nuestra localidad es el lugar más indicado”, dijo entonces el funcionario.
Por otro lado, Gaya mencionó que “en su momento, logramos que los restos de los padres de San Martín sean traídos y descansen en Yapeyú, aunque no tuvimos el mismo éxito con los del Padre de la Patria. Se señalaba que el testamento del General aducía que él quería que su corazón descansara en Buenos Aires. Sin embargo, nosotros interpretamos que hacía referencia a la patria, y obviamente, nosotros estamos dentro de este país”.

Mendoza, la otra provincia que pide por los restos de San Martín
El hecho que generó el pronunciamiento de Gaya, entonces Intendente de Yapeyú, fue el proyecto de ley presentado por la Diputada nacional por Mendoza Mariana Juri quien manifestó la idea de llevar al Libertador a su provincia, entendiéndola como “cuna de su gesta libertadora”.
Sin embargo, el pedido tuvo diversas posiciones en contra en la misma provincia. La historiadora mendocina Beatriz Bragoni calificó al proyecto de la diputada Juri de «poco reflexivo, producto de una dirigencia acuciada por generar actos de soberanía provincial». Y explicó que San Martín quiso morar para siempre en Buenos Aires «porque era la sede territorial de la Revolución y el centro de recursos para sostener el plan de operaciones continental que él había imaginado y llevó a cabo», publicó entonces el diario Perfil.
Con la misma postura, la Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza destacó, a través de su titular Carlos Campana: «Nos atenemos a la voluntad final del Libertador; pensamos que los legisladores deben abocarse a temas más acuciantes, como la seguridad y la educación».
También el Instituto Nacional Sanmartiniano dijo entonces que se pronunciaría abiertamente en contra de cualquier desplazamiento.
Por su parte, Juri sostuvo su fundamento en el papel del «desinteresado apoyo que el pueblo mendocino ofreció al militar para preparar la gesta liberadora en 1817», y manifestó que “los mendocinos seremos los mejores custodios de los despojos del Padre de la Patria».
ADEMÁS EN NEA HOY: