Paraguay es uno de los tres países de Sudamérica, junto a Brasil y Colombia, que aún cuenta con el Servicio Militar Obligatorio. Aunque la Ley N°194 estipula que solo pueden realizarlo los hombres entre 18 y 24 años, elServicio Paz y Justicia (SERPAJ) dio a conocer que durante los años 1989 y 2012 más de 64 menores de edad fallecieron durante el entrenamiento militar. Luego de varios años de lucha, el Congreso de la Nación sancionó en el 2010 la Ley N° 4013 que reglamentó el ejercicio del derecho a la objeción de conciencia al Servicio Militar Obligatorio y estableció las condiciones del servicio sustitutivo en beneficio de la población civil.De esta manera, los jóvenes que no deseen cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, tienen la opción de hacer un Servicio Social Civil que también es obligatorio y lo deben cumplir todos los hombres del Paraguay que tengan entre 18 y 24 años. Para conocer un poco más sobre lo ocurrido en el Servicio Militar Obligatorio durante los años 1989 y 2012, NEA HOY entrevistó a Vidal Acevedo, Objetor de Conciencia y Licenciado Trabajo Social por la Universidad Nacional de Asunción, quien además es integrante del SERPAJ.
Héctor Maciel: la historia de la víctima N° 123 del Servicio Militar Obligatorio
El lunes 11 de abril se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Héctor Maciel. Nació el 19 de octubre de 1983 en Caacupé, y a los 16 años fue reclutado por el Servicio Militar, aún siendo menor de edad. El joven estudió hasta el segundo año cuando falleció mientras prestaba servicio en el Comando de Artillería en Paraguarí.Hector Maciel tenía 17 años cuando perdió la vida tras sufrir heridas de gravedad en extrañas circunstancias. Aún con vida, trasladaron a Maciel al Hospital Nacional de Itaguá y luego al Hospital Militar, momento en el que ya había empeorado su estado de salud. Cabe aclarar que según el informe de la SERPAJ, los traslados no estaban autorizados por su madre María Maciel. “Hay versiones de que los militares adulteraron la firma de su madre para decir que fue con el permiso de la misma, pero esta fue falsificada”,
explicó Acevedo sobre lo que cree que realizaron los militaros con el joven.
Al enterarse del fallecimiento de un menor de edad en el Servicio Militar Obligatorio, el fiscal Miguel Vera ordenó que la ambulancia no se moviera del hospital, orden que desacataron los militares que más tarde informaron que se trató de un disparo accidental del fusil de uno de sus compañeros de servicio.
Irregularidades en el procedimiento de traslado
Aunque hubo una orden del fiscal, Vera expresó que debido a varias irregularidades en el procedimiento, este no intervino oficialmente en la causa.
“La muerte de Héctor Maciel quedó impune, así como la muerte de otros soldados en los cuarteles, supuestamente a causa de disparos accidentales o suicidios”.
En este sentido, Acevedo explicó el funcionamiento de los procedimientos militares a la hora de entregar el cuerpo a los familiares: “Muchos de estos supuestos suicidios no podían ser investigados por los padres, porque los que hacen el servicio militar son de clase baja y al momento de entregar el cajón, ya cerrado, le hacían firmar un documento asegurando que no harían ninguna denuncia en su contra”.
Movimiento Objeción de Conciencia y la condena al Estado paraguayo
Desde el SERPAJ impulsaron el movimiento Objeción de Conciencia en el Paraguay, así como también realizaron denuncias de casos que consideran emblemáticos, como el de Gerardo Vargas Areco de 15 años quien murió durante el Servicio Militar en Villarrica.En este sentido, Acevedo explicó que el caso de Vargas Areco llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y se lo condenó al Estado paraguayo: “Mediante este caso se modificaron algunas leyes como la prohibición de que menores de 18 años, aunque tengan el permiso de los padres, puedan realizar el Servicio Militar”.El SERPAJ también acompañó la creación de la Asociación de Familiares Víctimas del Servicio Militar, integrada por padres y madres, liderada por María Noguera, madre de Vicente Ariel Noguera quien perdió la vida durante su formación en el Servicio Militar Obligatorio a la edad de 15 años. Dicho caso resonó a nivel internacional, y en el 2011 se llegó a un Acuerdo de Solución Amistosa, entre la madre del menor de edad y el Estado paraguayo.
Aun queda mucho camino por recorrer. Pero la perseverancia e insistencia de familiares y de las organizaciones de derechos humanos marcaron un precedente en la lucha por la justicia de las 145 muertes y los dos desaparecidos durante el Servicio Militar Obligatorio del Paraguay.
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