Para algunas personas puede parecer extraña la posibilidad de ver y admirar hoy la fauna que habitó Corrientes hace unos 50.000 años. Por intensas investigaciones científicas en el Arroyo Toropí, ubicado a pocos más de 10 kilómetros de la ciudad de Bella Vista, se sabe que, durante el periodo paleolítico, vivieron allí mastodontes, gliptodontes, enormes armadillos, toxodontes y hasta perezosos y tortugas gigantes de más de 700 kilos.
En este arroyo, que hoy es patrimonio paleontológico y geológico de la Provincia, se hallaron fósiles de más de 35 especies de animales que habitaron Sudamérica en dicho periodo.
A partir de ello, docentes e investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) pusieron en marcha un proyecto que les permitió replicar algunos de estos fósiles mediante impresión 3D, para estudiarlos sin manipular las muestras originales.
De los fósiles a las impresiones 3D: ¿de qué se trata el proyecto?
El objetivo de las investigaciones es poner en valor el Área de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales Amado Bonpland y se desarrolla en el marco del programa ImpaCT.AR Ciencia y Tecnología, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.
Al respecto, el docente de la UNNE e investigador del CONICET, Alfredo Zurita, dialogó con NEA HOY y explicó que el fósil con el que se encuentran trabajando actualmente es el cráneo de un perezoso que fue tomografiado en el Instituto de Cardiología de Corrientes y luego, a partir de una imagen tridimensional lograda por diferentes técnicos, lograron hacer una impresión 3D.
“Tenemos la idea de modernizar el área de paleontología del Museo de Ciencias Naturales Amado Bonpland. Estamos trabajando con paleoartistas de todo el país que van a realizar réplicas a escala natural de los grandes mamíferos que habitaron Corrientes hace 50.000 años, esto va a permitir que la gente dimensione lo que fue la megafauna autóctona”, dijo Zurita.
El museo, que se encuentra ubicado en la costanera capitalina, lucirá estas imágenes tanto puertas adentro como en el predio exterior y los científicos esperan que esto potencie el valor del mismo, como de la reserva paleontológica de Toropí.
La idea inicial, señaló el investigador del CONICET, es colocar dos o tres réplicas de los inmensos animales de los cuales se estudian sus restos fósiles, resaltando su tamaño descomunal.
Trabajo con FaCENA
El área de Ingeniería de la UNNE es fundamental en este proyecto que los docentes de la UNNE junto a los investigadores del CONICET, ya que el taller de impresión 3D colaboró en gran medida para llevar adelante los trabajos de investigación.
Cabe destacar que la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FaCENA) puso en marcha su Taller de Impresión 3D en el año 2020, en medio de la pandemia de COVID-19, y luego fue ampliando su trabajo realizando impresiones y diseños para distintas áreas de la institución.
Actualmente funciona en el Módulo de Ingeniería y cuenta con cuatro impresoras que permitirán ampliar el desarrollo de sus tareas en búsqueda de potenciar trabajos interdisciplinarios tanto dentro de la Facultad como con otras áreas.
Zurita sostuvo que los trabajos ayudan a la especialización de los estudiantes de la facultad en ese ámbito. En el marco de este trabajo interdisciplinar, se realizará la impresión de 10 ejemplares fósiles más, que enriquecerán las exhibiciones del Museo correntino.
Últimos avances
La pieza con la que los científicos trabajan actualmente es también objeto de un trabajo final de graduación por parte de un alumno de FaCENA y cuenta con la dirección de los doctores Ángel Miño-Boilini y Alfredo Zurita.
Se trata del cráneo de un perezoso terrestre extinto, denominado “Catonyx tarijensis”, que fue exhumado en el 2018 durante los trabajos realizados en el yacimiento paleontológico Toropí.
Según señaló a medios locales el investigador del CONICET “también, se hallaron la mandíbula, y otros elementos de la columna vertebral de este perezoso terrestre que se registró durante el Pleistoceno en Argentina, Bolivia y Uruguay”.
En adelante, estas y otras piezas serán replicadas con tecnología 3D y contribuirán al conocimiento de la megafauna que habitó el territorio provincial hace mucho tiempo.
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