En la noche de ayer un grupo de comerciantes nucleados en la cámara de comercio local de Irigoyen, Misiones, se presentaron en el concejo deliberante local a plantear su situación y pedir que las autoridades locales gestionen la pronta apertura de esa frontera seca con Brasil y uno de los puntos terrestres más utilizados por turistas que eligen vacacionar en las playas brasileñas.
El pedido recibió el apoyo de todo el cuerpo legislativo y se comprometieron a acompañar el pedido con una comunicación al ejecutivo local para que se hagan las gestiones correspondientes en respuesta al pedido de los comerciantes, quienes manifestaron que de no avanzar las gestiones, no descartan manifestaciones, con medidas de fuerza que podrían incluir cortes de ruta y la aduana de cargas de Bernardo de Irigoyen.
En Irigoyen con el tema de la pandemia se vieron muy bien reflejadas dos caras del comercio local, por un lado el comercio de barrio que creció muchísimo y por el otro los comerciantes que vendían a brasileños que tuvieron una baja importantísima de ventas y muchos se tuvieron que reinventar o cambiar de rubro.
Desde el cierre de fronteras por la pandemia del coronavirus, el comercio interno ha repuntado mucho sobre todo los comercios de barrios o los supermercados de la zona urbana que no tenían muchas ventas o no eran famosos como se dice en el lenguaje popular.
Sobre todo crecieron los comercios dedicados al rubro de los alimentos y productos esenciales, como ser la pequeña despensa de barrio, las carnicerías y verdulerías de barrios o los comercios urbanos como ser mini mercados o supermercados que tenían una venta regular.
A esos comercios les favoreció el cierre de fronteras y la circulación de los ingresos y recursos familiares dentro del municipio, haciendo que el comercio local crezca, y por ende los comercios de barrio se mostraron contentos por el importante nivel de ventas que vienen teniendo con incrementos de entre el 70% y 90% en muchos de los casos.
Los comerciantes y el presente
Pero otra es la situación de un sector del comercio céntrico irigoyense que diariamente o semanalmente vendían grandes cantidades de mercaderías a clientes brasileños, que venían por productos puntuales y de calidad como ser vinos y espumantes, aceite de oliva, alfajores y chocolates, dulce de leche, productos de limpieza, cosmética y perfumería como así también prendas de vestir y calzar.
Estos comercios han tenido una disminución de entre un 50% y 70% en sus ventas; hoy los brasileños vendían también por el combustible y el gas argentino.
“Durante todo este tiempo más de un año y medio estamos tratando de sobrellevar esta situación y sobreviviendo, lo más difícil es mantener la planta permanente de personal y pagar los gastos fijos, pero de alguna manera, al estar en zona de frontera siempre nos amañamos para resolver situaciones y superarnos en tiempos de crisis”, manifestó Walter Feldman, Presidente de la cámara de comercio local.
Y agregó: “El anuncio de la apertura del puente Tancredo Neves en Iguazú de cierta manera nos trae nuevas esperanzas y estamos pidiendo a nuestras autoridades que gestionan la apertura de nuestra frontera seca, obviamente cumpliendo con todos los protocolos sanitarios”.
Fuente: El territorio
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