La bajante histórica del río Paraná se debe exclusivamente a la falta de precipitaciones y se estima que para fines de octubre se darían lluvias en las altas cuencas, lo que sería beneficioso para la zona. Sin embargo, los especialistas aseguran que transcurrirá alrededor de un año para que se revierta la situación.
Desde el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) advirtieron sobre la tendencia descendente observada en los niveles hídricos en la cuenca del río Paraná y Paraguay, la cual va a predominar en los próximos tres meses, un escenario que indica una situación similar a la bajante histórica ocurrida en 1944.
En ese marco, en Chaco, el Vocal de la Administración Provincial del Agua y Presidente del Consejo Hídrico Federal, Gustavo D’Alessandro admitió que “lo más preocupante es lo que atañe a la producción de agua, además de las consecuencias ambientales y económicas que tiene el fenómeno”, debido a que, por el momento, el Puerto de Barranqueras, solo está operativo por vía terrestre.
Medidas para mitigar el impacto de la bajante histórica
Mediante el Decreto 482/2021, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional declaró el estado de emergencia hídrica por los próximos 180 días en las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, al verse afectadas por la bajante histórica del río Paraná.
El Decreto faculta a distintas áreas del Estado a que adopten las medidas necesarias para garantizar la actividad productiva y la conservación de los puestos de trabajo en los sectores afectados. Entre ellas están los ministerios de Desarrollo Productivo, de Trabajo, la AFIP y el Banco Nación; también el Ministerio de Obras Públicas para que ejecute obras de infraestructura que aporten a paliar la situación.
En ese sentido, el Vocal de la APA sostuvo además que se trabaja en mitigar el impacto ambiental que genera esta bajante tan pronunciada y sostenida en el tiempo, fundamentalmente en la fauna ictícola. Para lo cual se estableció una veda a la pesca comercial; sin embargo, los pescadores no están de acuerdo con esta situación.
La veda establece la pesca comercial los lunes, martes y miércoles, más un día para el regreso, para pescadores comerciales y sólo en las canchas de pesca habilitadas. Viernes, sábado y domingo para deportivos; con devolución obligatoria de todas las especies, según lo establecido por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente.
Así, la situación de la bajante histórica del Paraná se volvió prioritaria en la agenda nacional. De hecho en su última reunión, el Consejo Hídrico Federal advirtió que “situación que se está evidenciando requiere de la adopción de medidas estructurales y no estructurales a fin de permitir su adaptación a las condiciones críticas que esta genera”.
Provisión de agua
La empresa estatal SAMEEP, que se encarga de la distribución de agua en toda la provincia, lleva adelante diversas tareas con varios frentes de trabajo de manera simultánea, con el objetivo de mejorar la producción del Complejo de Plantas Potabilizadoras en Barranqueras y así poder llevar un buen servicio a los usuarios, pese a la bajante histórica.
Las autoridades de SAMEEP, solicitaron a la comunidad que controle el uso del agua para evitar derroches ante el contexto de bajante histórica del Río Paraná.
👷🏼♂️ Continuamos con los trabajos preventivos para asegurar el servicio frente a la bajante del río #Paraná.
👉 Iniciamos el montaje de los equipos verticales sobre la toma de agua en el riacho #Barranqueras. 💦 pic.twitter.com/hU54qNHCBb
— SAMEEP (@chacosameep) July 27, 2021
La empresa trabaja las 24 horas del día para que cada hogar chaqueño pueda contar con el recurso, apelando a la conciencia colectiva y trabajo en conjunto para que quienes cuenten con el recurso lo utilicen eficazmente y sin derrochar para no perjudicar el abastecimiento del líquido vital a los demás usuarios.
Defensa para la crecida del Río Paraná
Esta semana, el Gobierno Provincial dio inicio a la obra del sistema de defensas del Río Paraná. La obra permitirá frenar una posible crecida del río, que normalmente se da después de una bajante tan pronunciada como la que se está atravesando.
La obra demandará una inversión de 522 millones de pesos, e implica la construcción de una protección de costa con tablestacas y espigones, evitando que las líneas de corrientes sigan perjudicando a los pobladores y creando sedimentación en la toma de agua del acueducto.
Además se construirán desagües pluviales, mejorando sustancialmente el sistema de drenaje. Se trata de una obra primordial para el Gobierno, ya que el río Paraná erosiona las costas y con estos trabajos se garantizará que tanto el barrio como la toma del acueducto se encuentren protegidos.
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