Israel, que en diciembre encaraba su tercer confinamiento por un rebrote de coronavirus (COVID-19), a un ritmo impresionante habilitó restaurantes, centros comerciales y cines para que regresen a la actividad. ¿El motivo? La campaña de vacunación más exitosa del mundo.
Parecía poco probable que luego de que se aprobara la vacuna de Pfizer en ese país, el Gobierno logre inocular a más de la mitad de la población y que se reduzca casi en un 96% las internaciones por COVID-19 en sus hospitales.
El hecho es que el ritmo de la vacunación en Israel sobrepasó cualquier expectativa y, sin dudas, a cualquier otra política sanitaria de otro país.

Si bien es cierto que Israel no es el país que más vacunó contra el COVID-19 en términos netos, es el mejor en términos estratégicos y exponenciales. Es un país relativamente pequeño, tiene aproximadamente nueve millones de habitantes y para finales de febrero de este 2021, 4.250.000 personas ya habían recibido alguna de las dosis de la vacuna y una tercera parte de las personas, ambas dosis.
Para entender el impacto inmediato de la agresiva campaña de vacunación de Israel, en el grupo ya vacunado se observó una caída de «casi el 100% de los contagios por la enfermedad», según explicó del Director General de Salud, Chezy Levy.

Existen también algunas medidas que acompañaron este proceso exitoso: durante el 2020, Israel tuvo medidas severas respecto al ingreso y egreso de personas al país; además, en enero de este año algunas zonas críticas como Tel Aviv tuvieron restricciones muy estrictas de circulación ya que atravesaba masivos contagios.
Todo este combo coloca al Estado israelí en el foco de las miradas internacionales, especialmente en un momento donde distintas zonas del mundo luchan por organizar eficientemente sus campañas en medio de escándalos políticos y de corrupción.
En este gráfico podemos ver la efectividad y alcance de la vacunación:
Por otro lado, en zonas más pobres como África y Centroamérica, el acceso a las inmunizaciones es casi imposible sin ayuda internacional o donaciones, como fue el caso de Nigeria que fue beneficiada con tres millones de dosis por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Desigualdad en la vacunación
Grupos políticos opositores al Gobierno Israelí tildan de «desigual» esta vacunación masiva, ya que, luego de dos meses de campaña, recién ahora empezaron a llegar las primeras dosis a los palestinos en Cisjordania y Gaza, zonas de guerra y disputa territorial en el país.
Este hecho sucede en otras partes del mundo: varios países han denunciado esta metodología; incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que «nueve de cada 10 dosis aplicadas» se realizan en países del primer mundo como son Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los europeos.

Pasaporte verde: la nueva discusión
Tras transitar una exitosa campaña de vacunación, las autoridades sanitarias israelíes ya proponen una vuelta a la normalidad pero sin obviar el uso del barbijo. Ya se ven en las ciudades reuniones sociales, centros comerciales concurridos y sinagogas con fieles en su interior.

No obstante, existe un paso más que planean realizar para tener un mayor control de la población y para saber quienes están o no vacunados. Esta medida es el «pasaporte verde», que servirá para moverse en los aeropuertos; y es un requisito bastante avanzado pero aceptado en varios países del mundo.
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