El Gobierno nacional, presentó el viernes pasado el proyecto de ley de impuesto a la riqueza en el Congreso para gravar de manera extraordinaria a las 12.000 personas más ricas del país, quienes acumulan cada una más de $200.000 millones.
Se trata de una medida extraordinaria en un contexto extraordinario: se estima la recaudación de $300.000 millones destinados a morigerar los impactos de la pandemia que viene profundizando la crisis y deuda heredada de la administración anterior.
El tratamiento de este proyecto de ley de impuesto a la riqueza, impulsado en conjunto por el presidente de bloque de diputados del frente de Todos, Máximo Kirchner, y los diputados Carlos Heller, Itaí Hagman, Marcelo Casaretto y la diputada Fernanda Vallejos, comenzará la semana entrante en la comisión de Presupuesto.
El objetivo de la ley, es recaudar un impuesto solidario extraordinario, esto es, gravar por única vez con un impuesto a los 12.000 argentinos con las mayores fortunas. Se estableció como límite patrimonios declarados de más de $200.000 millones a diciembre de 2019. A estos les impondrán un 2% y la alícuota irá aumentando hasta el 3,5% para los que superan los $3.000 millones.
Heller habla con la Tv Pública sobre el proyecto
Con el impuesto a la riqueza en Argentina 2020, se proyecta recaudar cerca de $300.000 millones que están destinados a ser distribuidos de modo federal en el contexto de pandemia. Un 20% será destinado a la compra y/o elaboración de equipamiento e insumos críticos para la emergencia sanitaria, un 20% al empleo y remuneración de los trabajadores y las trabajadoras. Un porcentaje será destinado a becas Progresar para estudiantes, mientras que un 15% se utilizará para los y las habitantes populares en proceso de integración urbana. El 25% estará destinado a programas de exploración y desarrollo de gas natural a través de ENARSA, que deberá volver a invertir utilidades en nuevos proyectos, que serán coordinados por YPF.
A su vez, el piso a partir del que AFIP cobrará el impuesto fue pensado para no incurrir en arbitrariedades. Si en vez de partir de los $200.000 millones se hubiera definido en los $130.000, hubiesen ingresado a la obligatoriedad de pago del impuesto un total de 20.000 personas, sin que eso impacte en el monto adicional recaudado.
Los legisladores y las legisladoras también pensaron un artículo para quienes incurrieron en fuga de dinero o amasaron su patrimonio fuera del país. Al respecto, sobre el total de bienes en el exterior se tributará un recargo del 50% sobre el cargo que le corresponda. No obstante, en caso de que repatríe el 30% de sus tenencias financieras declaradas en el exterior, el diferencial se eliminará y será abonado como si la totalidad estuviera dentro de los límites nacionales.
Pese al descontento de ciertos sectores de la población argentina, el impuesto a la riqueza o los “impuestos solidarios” han sido un instrumento clave en el progreso de los países desarrollados en el mundo. Al menos seis países europeos: España, Rusia, Reino Unido, Suiza e Italia están presentando iniciativas de este tipo para solventar la crisis por la pandemia, según un informe de CEPA. De hecho Alemania ha implementado este tipo de medidas a través de años en el tiempo después de la Segunda Guerra Mundial y en 2019 la propuesta de un impuesto a la riqueza había formado parte de la campaña presidencial en Estados Unidos.
Pese a que no haya definición de fechas exactas, se sabe que en la semana entrante el proyecto de ley del impuesto a la riqueza 2020 ingresa a la comisión de presupuesto, noticia que muestra que el Gobierno está dispuesto a dar el debate ahora –después de meses de su anuncio- para recaudar fondos necesarios para mejorar la situación extraordinaria de crisis socioeconómica de millones de familias afectadas por el coronavirus.
Alberto Fernandez junto a Martín Guzman, Carlos Heller y Máximo Kirchner
Una nota de Página/12 manifiesta las 10 razones de por qué es el momento de implementar este tipo de impuesto a la riqueza. Una de las razones que esgrimen los periodistas de ese medio es que “la carga tributaria sobre los sectores más concentrados de la economía está lejos de ser asfixiante e históricamente estos actores han incurrido a distintas maniobras y mecanismos legales e ilegales para evitar aportar al fisco. Son problemas estructurales que explican en gran medida la dependencia de nuestra economía”.
El impuesto a la riqueza 2020 es una medida extraordinaria que permitirá paliar la crisis social y económica que asisten los sectores más postergados de la sociedad y los más afectados por la pandemia por el coronavirus. Por eso, el tratamiento del proyecto de ley del impuesto solidario y la posibilidad de que se construya hegemonía dentro del recinto para su aprobación, permitirá que la crisis no afecte tanto a los sectores más vulnerados.
El contexto de la pandemia puso en evidencia las contradicciones del capitalismo neoliberal y financiero. A nivel global, el mundo vuelve a reclamar que el Estado asuma un rol protagónico en la redistribución de la riqueza y la intervención en las principales variables económicas.
