“Mi modelo es el de Irlanda”, ha repetido Javier Milei desde la campaña electoral. La referencia, que pretende evocar un país europeo exitoso, moderno y en crecimiento, se ha convertido en bandera retórica del oficialismo. Sin embargo, el informe anual de Amnistía Internacional publicado en 2025 traza un panorama completamente distinto: Argentina yendo en dirección opuesta a Irlanda, especialmente en términos de derechos humanos, justicia social y políticas públicas.
En el capítulo dedicado a Argentina, Amnistía denuncia que el ajuste fiscal implementado por el gobierno ha tenido consecuencias devastadoras para los sectores más vulnerables. A mediados de 2024, más de la mitad de la población argentina (52,9%) vivía en situación de pobreza. Según UNICEF, más de un millón de niños y niñas se acostaban sin cenar. La pérdida del poder adquisitivo de las pensiones dejó a los adultos mayores con haberes por debajo de la línea de indigencia, sin que el Estado garantice una cobertura adecuada del costo de vida.
Lejos de seguir el modelo social europeo que Milei enarbola en su discurso, el gobierno argentino avanzó en una dirección opuesta: desfinanció políticas públicas, recortó programas sociales y deterioró la progresividad del sistema tributario, mientras ampliaba exenciones fiscales a grandes empresas. Un esquema que, en palabras del propio presidente, se justifica como “una motosierra al gasto público”, pero cuyos efectos reales los sufre la ciudadanía más desprotegida.
El informe de Amnistía Internacional
El informe de Amnistía Internacional, publicado en abril de 2025, detalla los principales acontecimientos y desafíos en materia de derechos humanos a nivel mundial durante el año 2024. La organización, compuesta por 10 millones de miembros, busca promover el respeto a los derechos humanos sin alinearse con gobiernos o ideologías políticas.
El documento incluye un análisis geográfico de la situación de derechos humanos, agrupando la información por países y regiones, aunque advierte que la ausencia de ciertos países no significa que no hayan ocurrido violaciones en ellos. Se reafirma el compromiso de la organización con la rendición de cuentas y se destacan diversas convenciones internacionales y organizaciones relevantes en el ámbito de los derechos humanos en su índice. El informe también incluye capítulos específicos sobre países que han sido objeto de seguimiento.
Los retrocesos en la Argentina de Milei
Uno de los retrocesos más graves señalados por el informe se vincula a los derechos de la infancia. El Comité de los Derechos del Niño de la ONU expresó su preocupación por el cierre de instituciones clave, la reducción de presupuestos en salud y educación y la desarticulación de políticas de protección. Entre ellas, la cancelación del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia es un símbolo de un viraje ideológico que prioriza el ajuste sobre la prevención y el cuidado.
En paralelo, las personas mayores vieron licuada su capacidad adquisitiva mientras el gobierno se negaba a actualizar las jubilaciones de acuerdo con la inflación real. La pensión mínima, en muchos casos, no alcanza siquiera para una canasta básica de alimentos.
Recorte a los derechos: género, aborto y protesta
En materia de género, el informe es contundente. Un femicidio cada 33 horas y recortes sistemáticos en programas de prevención y asistencia revelan una regresión preocupante. El personal de atención telefónica de la línea 144, especializada en violencia de género, fue reducido en un 42%, mientras que el alcance del programa Acompañar se desplomó. La decisión del Ejecutivo de desfinanciar políticas que salvaban vidas pone en evidencia una desconexión entre el discurso oficial de modernización y la protección real de los derechos humanos.
Lo mismo ocurre con la salud sexual y reproductiva. Aunque el aborto es legal en Argentina desde 2020, el gobierno de Milei —en su retórica contra lo que denomina “agenda sangrienta del aborto”— ha obstaculizado el acceso a estos derechos, dificultando la provisión de insumos básicos e impulsando discursos estigmatizantes.
El derecho a la protesta también sufrió un embate. Desde la promulgación de una normativa restrictiva en diciembre de 2023, las manifestaciones sociales fueron reprimidas con mayor frecuencia. Periodistas y activistas enfrentaron violencia física y digital, con al menos 30 casos documentados de hostigamiento por parte del presidente y funcionarios de alto rango.
Hoy #8M en el día de las mujeres trabajadoras marchamos porque nos siguen matando, mientras el gobierno de Milei desmantela las políticas para combatir la violencia de género. pic.twitter.com/sNZh3pgqHm
— Mechi de Mendieta (@MechiDemen) March 8, 2025
La política ambiental, en reversa
Uno de los aspectos donde el contraste con Irlanda es más evidente es la política ambiental. Mientras que el país europeo ha avanzado —aunque no sin críticas— en el uso de energías renovables y compromisos climáticos, la administración argentina se ha desentendido de la Agenda 2030, promoviendo leyes que habilitan la deforestación y la actividad minera en zonas protegidas. La declaración de Milei de que el “calentamiento global es una mentira del socialismo” refleja un negacionismo ambiental que descoloca a Argentina del consenso internacional.
Irlanda: una brújula con otra dirección
En contraste, el informe sobre Irlanda destaca un enfoque distinto ante los desafíos sociales. Aunque el país europeo enfrenta problemas, como una crisis habitacional, críticas al sistema de alojamiento de solicitantes de asilo y demoras en atención a personas trans, mantiene compromisos firmes en derechos humanos.
Por ejemplo, el gobierno irlandés se comprometió a prohibir el comercio con asentamientos ilegales en el Territorio Palestino Ocupado, una postura en línea con el derecho internacional. Además, la Comisión de Vivienda propuso medidas radicales para afrontar el déficit habitacional, reconociendo errores pasados en la toma de decisiones y el uso de fondos públicos.
En salud mental, el parlamento publicó un informe sobre los daños de las redes sociales en infancias, buscando nuevas regulaciones para proteger a los menores. En el ámbito ambiental, aunque hay rezagos en la meta de eficiencia energética, el país sigue comprometido con la transición hacia fuentes renovables.
Desde #Irlanda te contamos y desenmascaramos más #FalaciasLibertarias.
🏛 Un país con estado presente, con salud y educación pública y alto gasto público.
¿Argentina?, NO. Hablamos de Irlanda. pic.twitter.com/oUKfLFGGKo— Economía Sin Falacias 🔎 (@EconSinFalacias) March 30, 2025
¿De qué Irlanda hablamos?
Lo que surge del análisis de Amnistía Internacional es que el modelo irlandés que invoca Javier Milei parece estar basado más en una caricatura liberal que en la realidad concreta. Irlanda no es una nación sin Estado ni gasto social: es un país con fuerte inversión pública, políticas activas de inclusión y una mirada internacionalista en materia de derechos humanos.
Las similitudes que busca establecer el presidente argentino, centradas en la baja de impuestos o la apertura al mercado, omiten la estructura de contención y equidad que sostiene el modelo irlandés. Y mientras Argentina recorta derechos, Irlanda los amplía (a veces con dificultades, pero en una dirección clara).
Un rumbo que se aleja
La distancia entre el relato oficial y los datos concretos crece. Argentina no se está convirtiendo en Irlanda: se está alejando de los estándares que esa sociedad europea ha ido construyendo, con errores y aciertos, a lo largo de décadas. La Argentina que describe Amnistía en su informe de 2025 es un país en retroceso en casi todos los indicadores sociales y de derechos humanos.
Más que una brújula, el modelo irlandés se ha convertido en una excusa. Y mientras se agita en discursos la bandera del cambio, millones de argentinos —niños, jubilados, mujeres, pueblos originarios y minorías— sienten que su presente y su futuro están siendo desmantelados.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Quiénes pueden acceder a las Becas Progresar en mayo y cómo consultar el pago
Ahora Gas en mayo: dónde y cuándo conseguir la garrafa a precio bonificado
Fiebre tifoidea en Argentina: el NEA mira con atención y refuerza cuidados