El veto del Presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento a Universidades Nacionales aumentó la animosidad del mundo académico por los salarios y bajo presupuesto de las universidades públicas. A las jornadas de paro y movilizaciones, después de este episodio se sumaron asambleas y tomas de distintas facultades de todo el país.
Así pasó en dos facultades de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). Tras una jornada de asambleas interclaustro, se procedió a la toma de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Posadas y la Facultad de Arte y Diseño que se encuentra en Oberá, realizando clases públicas, muestra de proyectos y feria de ciencias.
El Magister Jorge Alcaráz es director del Consejo Departamental de la carrera de Historia de la UNAM, además de ser docente de la carrera de Comunicación Social. En diálogo con NEA HOY, justificó las actividades que se encuentran realizando en la FHyCS como forma de mostrar a la población el trabajo que realizan en las universidades frente al desprestigio que reciben por parte del presidente Milei y del equipo de gobierno.
«La universidad no solo brinda un título académico, sino que hay toda una serie de actividades que van de la mano de lo que implica la función y el rol social de la universidad, como la investigación, la extensión, donde se produce nuevos conocimientos y se realiza la transferencia de esos conocimientos«, dijo el docente remarcando la importancia de que la gente ajena a la institución pueda conocer estas actividades.
La discusión por las auditorías
Parte de esta campaña de desprestigio fue la de dar por sentado que las universidades no dan cuenta del uso de los fondos que reciben desde la nación, marcando como política de gobierno la importancia de que se auditen estos fondos para asegurar que no sean malversados por las autoridades universitarias.
Alcaraz se refiere a esto como una «gran falsedad«, ya que la información sobre cómo funciona el sistema universitario está subida al sistema SUI y al alcance de cualquier autoridad del Ministerio de Capital Humano.
«Nosotros tenemos subido al sistema informático toda la información del tipo académica, financiera, programas especiales, hasta un espacio en la página donde están las auditorias anteriores«, aclaró el historiador, «allí se puede ver exactamente a quién van esos fondos porque el 90% de lo que se transfiere a la universidad se utiliza para el pago de salarios«.
Por ello, el magister enmarcó las acusaciones del gobierno nacional por supuesta «falta de auditorias» como parte de una retórica que intenta deslegitimar la educación universitaria. Un nuevo episodio en esta retórica se dio la semana pasada, cuando desde el gobierno se publicó un decreto en el que el Presidente Milei devolvía a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) la facultad de auditar universidades.
Mario Coutouné, bioquímico y docente jubilado de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNAM, en diálogo con NEA HOY calificó este anuncio como una mera «provocación» que no tendría grandes efectos ni en las demandas de las universidades ni en su presupuesto.
«¿Y qué van a auditar?, si el 90% del presupuesto universitario se va a sueldos, ¿Qué le van a presentar, las facturas de luz de gas y el teléfono?» bromeó el bioquímico, «esto está destinado al fracaso o a que después el gobierno tome una o dos facturas truchas que encuentre para decir que todo el sistema universitario malversa fondos«.
Adoctrinamiento y método científico
En el mismo tono contestó Coutouné a otra de las narrativa que intenta instalar el gobierno, que afirma que las universidades públicas funcionan como centros de adoctrinamiento en donde los profesores aleccionan a los alumnos con ideas de izquierda.
«Si hay adoctrimamiento es para todos lados, si el Ministro de Economía Luis Caputo egresó de una universidad pública, al igual que Bullrich, Sturzenegger o la misma vicepresidenta«, explicó, «es todo un verso, una propaganda de alguien que está desesperado porque su base de apoyo es cada vez más chica«.
Por su parte, Alcaraz recordó que la comunicación entre docente y alumno en el contexto áulico no es unidireccional. «es difícil hablar de adoctrinamiento porque en el proceso educativo hay un ida y vuelta, donde uno como profesor plantea una perspectiva y el estudiante tiene libertad de estar de acuerdo o no, buscar bibliografía alternativa, proponer, etc.«.
Así también, puso en contradicción la narrativa del adoctrinamiento en un contexto en donde se enseña contenidos académicos a través de la aplicación del método científico, que alienta a la duda sobre las certezas y un espíritu de búsqueda, indagación e investigación constante.
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