En un contexto de preocupación por el incremento de los precios, se desató una nueva alarma con el último aumento del 300% en las tarifas de luz y energía eléctrica en distintas regiones del país. Lo que inicialmente parecía una problemática local, se extendió a lo largo y ancho del territorio y afecta no sólo a la ciudadanía en general, sino también al sector comercial y empresarial.
En la región NEA, específicamente en Formosa, la resolución de la Secretaría de Energía generó un fuerte aumento del 300% en las tarifas eléctricas. Esta medida, lejos de ser una situación aislada, impactó de lleno en las PyMES y sectores de educación y salud. “Es un aumento exorbitante, que pega de lleno a quienes generan trabajo”, declaró Benjamin Villalba, gerente de la empresa Recursos y Energía Formosa S.A. (REFSA).
“Es una resolución de Nación a la que tenemos que acatar. Todas las provincias recibimos la misma notificación y los cambios en los precios, en un contexto de gobierno que quitó todo tipo de subsidios a la energía, desde el alumbrado público hasta el consumo de las escuelas o las oficinas públicas. Todos quedan igualados y tendrán que pagar de la misma manera, al igual que los comercios y las industrias. Es decir, que un kiosco o pequeño negocio tendrá el mismo precio que un supermercado”, puntualizó Villalba.
Aumentos de la energía eléctrica: la situación comercial y empresarial
Sin embargo, este incremento no se limita al NEA, sino que se reproduce en otras zonas del país, como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según el informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP UBA-CONICET, en febrero de 2024, este aumento de la energía eléctrica llevó a que los comercios e industrias pequeñas aumenten su cobertura de costos del 18% y 31% al 92% respectivamente.
Además, los comercios pequeños con una potencia de 10 KW y un consumo de 1.200 kwh/mes experimentaron un incremento del 276% en el precio mayorista de la energía. Algo similar ocurrió con las industrias más chicas, quienes enfrentaron un aumento del 178% en el precio de la energía.
En el AMBA, este aumento se traduce en un incremento del 311% en la factura eléctrica promedio para comercios pequeños y del 286% para las industrias pequeñas entre enero y febrero de 2024. Los datos muestran un panorama desalentador, ya que los costos de la energía se dispararon de manera desproporcionada.
De esta manera, en el AMBA, un comercio pequeño con una potencia contratada de 10 KW y un consumo de 1.200 kwh/mes pasó de abonar una factura de $64.775 en enero a $266.213 en febrero incluidos los impuestos. Esto es un incremento del 311% intermensual.
Una industria pequeña con una potencia contratada de 35 KW y un consumo mensual de 6.500 kwh/mes pasó de abonar una factura de $274.875 en enero a $1.060.187 en febrero. Esto es un aumento del 286% intermensual.
El nuevo esquema de cobro de la luz
Es importante aclarar que las nuevas cuatro categorías de consumo en el AMBA tienen igual cargo fijo para los hogares de altos, medios y bajos ingresos. El aumento más importante es para los usuarios con consumos mayores a 700 kwh/mes que pasarán de pagar un cargo fijo de $7.479 a $30.054 en cualquier tipo de hogar. Esto significa un incremento del 415%.
Fuentes del sector energético declararon al medio Clarín que en Mendoza, un empresario vio cómo su hotel tuvo un incremento en su factura de electricidad y pasó de pagar $15 millones a $65 millones por mes, a pesar de una disminución en la cantidad de turistas alojados. Este aumento del 333% evidencia el impacto devastador que estas medidas tienen sobre el sector empresarial.
Este incremento tarifario impuesto por el Gobierno nacional, señala una postura en contra del sector productivo en general. Las consecuencias de estas medidas surgen como una amenaza directa para el empleo y el desarrollo económico de todo el país.
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