El precio del kilo de pan de mesa subió a $1.700 a principio de semana por los aumentos mensuales de los insumos como grasa, levadura, aditivos y gas. El reajuste en las panaderías también alcanzó a las facturas y productos de copetín. El rubro sigue experimentando una caída en las ventas por la fuerte recesión, aunque se espera un mayor consumo a partir de abril en adelante con los días frescos.
“Hasta el lunes teníamos el kilo de pan a $1.500. El martes ya retocamos el precio y lo subimos a $1.700 para pancitos y pan francés, que son los de mesa familiar, porque ingresaron los insumos con nuevos valores, especialmente la grasa, los aditivos, la lavadura y e incluso el gas. Sin embargo, desde el mes pasado que la harina, azúcar, dulce de leche y membrillo se mantienen estables”, comentó Nicolás Sintes, propietario de la cadena de panaderías La Candela en Formosa.

En cuanto al consumo en sus locales, el comerciante señaló que la fuerte recesión de los últimos meses profundizó la caída de las ventas, que en comparación al año pasado, alcanzó un 80% aproximadamente
“La crisis modificó la manera que tiene el cliente de comprar. Si bien el pan se consume, hay menor movimiento en las panaderías. La gente compra de $300 o $500, o está también el que trae 2.000 y ya completa por esa plata algo más de dos kilos. Consume lo justo y necesario”, indicó.
Sin embargo, agregó que “la expectativa de cara al ingreso del otoño y el invierno es buena, porque generalmente en nuestro rubro es cuando mayor venta hay, sobre todo en las masas dulces. Tradicionalmente en el verano o los periodos de mucho calor el consume cae un poco”. En este contexto, Sientes confirmó que despidió a cuatro de los últimos empleados contratados por la empresa para “equilibrar la estructura de costo”.
Fuente: La Mañana
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