Como todo llega, también importamos discursos, en este caso: la Derecha Alternativa. Un pastiche de la Alt-Right estadounidense que ya le tocó a varios países y ahora invade Argentina.
Desde hace años se viene manifestando un gran rechazo por parte de la sociedad civil a la dirigencia política.
Esto parece partir de una evidente apatía social y el evidente cuestionamiento al sistema de valores instalados en el consenso de la postdictadura.
No es casual que los discursos antisistema, la histeria anti-vacuna y un fallido magnicidio hayan surgido de las redes sociales, donde más ha crecido la extrema derecha en los últimos años.
Argentina vuelve al mundo
En “Neofascismo. ¿Cómo surgió la extrema derecha global (y cuáles pueden ser sus consecuencias)?” se incluye un ensayo de Ezequiel Ipar titulado “Una rebelión contra la igualdad en Argentina”.
En el mismo, el doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet analiza el impacto de la pandemia, que a través de internet, permitió la consolidación de grupos muy polarizados de la antipolítica que cuestionó el aislamiento social y que terminó de evidenciarse en el fenómeno Milei.
El autor agrega, además, el impacto de la inflación que copia la narrativa que llevó a Trump al poder. Una suerte de “Make Argentina Great Again” (excepto que Tomás Rebord ya les robó el título).
Trump en Estados Unidos es sólo el primer eslabón. Este fenómeno se ha replicado en muchos lugares: Jair Bolsonaro en Brasil, el Brexit en Gran Bretaña, Marine Le Pen en Francia, Isabel Díaz Ayuso en España y Giorgia Meloni en Italia, entre otros.
4chan, el padre del Alt-Right
4chan es un tablón de imágenes de internet, una especie de foro, donde los posts están ordenados por canales y por línea de tiempo.
El sitio se divide en canales y se puede encontrar cualquier cosa: /b/ está dedicado al random (una mezcla de bizarreadas, como dirían los jóvenes), aunque hoy en día está cooptado por la pornografía.
La mayoría de los canales está cooptado por la pornografía, para ser sinceros.
También hay otros canales más tranquilos como /tv/, dedicado a series y películas, o /vg/, dedicado a videojuegos. Pero uno de los más conocidos es /pol/, el canal dedicado a la “incorrección política”.
El canal tuvo su momento en 2016, durante la campaña presidencial en Estados Unidos. En esa elección, y producto del azar, el sitio eligió apoyar a Donald Trump.
¿Por qué? Para trollear. Era un tipo gracioso de la tele y pensaron que sería divertido ver hasta dónde podían llegar.
La cantina virtual donde todos odian
Lo primero que uno encuentra cuando entra en el canal /pol/ de 4chan es gente enojada. Todos se están insultando, nadie “habla en serio” y cualquier intercambio es similar a un escupitajo.
Además, parecería ser que quienes frecuentan este lugar cargan con orgullo y a la vez, completamente avergonzados (todo en este lugar se rige por la misma lógica), la insignia de perdedores.
Marginales dejados de lado por la sociedad, según sus propias percepciones. Esto se traduce en un sentimiento común: frustración, que luego deviene en bronca, odio y resentimiento.
El usuario promedio de /pol/ cree que Occidente en general está en una ruina cuasi total, producto de la pérdida de los “valores clásicos” occidentales, un concepto ya de por sí difícil de delimitar.
Las pastillas rojas de la verdad
Otro denominador entre los 4chaneros son las creencias de que Europa está siendo invadida por la inmigración musulmana y que, por otro lado, EEUU está en decadencia por culpa de las minorías étnicas, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la educación sexual integral.
Algunos le agregan además, el condimento del sionismo, que creen intenta borrar la herencia cultural de esos países y así someterlos a un “nuevo orden mundial”. La famosa “Agenda 2030” si se quiere.
El filósofo neo-reaccionario Mencius Moldbug elaboró su hipótesis de “La Catedral” en el que explica que la ideología liberal consolidó su hegemonía mediante un fuerte control sobre qué se puede decir, leer y hacer.
El mismo Moldburg es quien, en su libro “A Gentle Introduction To Unqualified Reservations” (Una suave introducción a Unqualified Reservations) presenta la idea de las “Red Pills” (pastillas rojas).
Las pastillas surgen de la película Matrix (1999): allí Morfeo ofrece a Neo, el protagonista, una pastilla roja que “lo haría ver la realidad”. La misma es difícil de tragar, pero una vez que se toma nos muestra la realidad tal como es.
Lo irónico de que Matrix se utilice como una metáfora para la Alt-Right es que fue escrita y dirigida por dos mujeres trans, las hermanas Wachowski.
Zurdos van a correr
Pero no viene al caso, 4chan se volvió loco con el análisis y fue terreno fértil para el discurso ya que no está regulada, por lo cual se puede hablar de cualquier cosa sin esperar una reacción negativa de los otros usuarios o incluso de la propia empresa.
Por eso, estas discusiones no se pueden dar en plataformas como Facebook o Twitter.
Las red pills son claves para entender 4chan y la idea de que el comunismo/sionismo (que para ellos, de alguna manera, es lo mismo) manejan el mundo.
En el contexto de 4chan, las red pills son argumentos para revelar una verdad que estaba oculta. Es muy común encontrar toneladas de posteos que dicen: “Hey guys, red pill me on x” (“Muchachos, dénme una pastilla roja sobre x”).
La mayoría de las respuestas a estos tópicos son una forma de introducir argumentos extremos sobre algún tema como, por ejemplo, la negación del Holocausto.
Esto permite que la gente responda con cualquier tipo de video “conspiranoico”, como por ejemplo uno explica la supuesta conexión de la familia Rothschild con la Revolución Rusa y cómo el comunismo es una ideología para controlar a los ciudadanos, robarles el dinero y la libertad.
¿Por qué la Alt-Right necesita las pastillas?
Las pastillas rojas son fundamentales para explicar cómo llegamos hasta acá, a la narrativa del odio y las conspiraciones.
Son la forma de crear una narrativa sólida que tiene la función principal de darle sentido al mundo y mostrar una salida. Por supuesto que creen que la salida es la derecha.
Gracias a esto, 4chan va creando un sentido común, en todo el ecosistema de internet, según el cual ser comunista es sinónimo de ser feminista, estar a favor del aborto o de la igualdad de género.
Por ende el matete de llamar zurdo a todo lo que toque la luz. Todo es, ni más ni menos, una reacción conservadora frente a un mundo complejo y cambiante.
Alt-Right en Argentina
En Argentina existen algunos foros parecidos a 4chan, sobre todo Voxed.net. Allí es común ver posteos sobre políticas y de figuras de la derecha local en sus diversas versiones como Juan José Gómez Centurión, José Luis Espert y demás.
Es un sitio argentino y anónimo, aunque la política no parece ser intrínseca al foro, sí todo el idioma de internet, y los memes 4chaneros son replicados como si se tratase de una sucursal local.
Pero aún así no todo puede ser importado al 100%, porque tenemos diferencias culturales significativas.
En Argentina, “La Catedral” no es hegemónica, y políticas que en Europa son comunes hace varios años recién empiezan a aparecer en la agenda pública con un alcance nacional.
Esto no quita que siempre que se hable del tema lo hagan con desprecio, y si bien Argentina no tiene una gran inmigración musulmana, simplemente sustituyen “árabe” por “pobre”.
Creer que la pobreza es promocionada por los políticos para mantener a la población adormecida a cambio de votos es una idea que circula en el sentido común argentino hace varios años y puede ser adaptada para acomodarse a esa narrativa.
Revolución Federal
Uno de los fenómenos más visibles de la Alt-Right ensamblada en el país es la famosa “Banda de los copitos”.
Revolución Federal es un grupo que busca “imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor”, según sus propias redes sociales. Leonardo Sosa y Jonathan Morel son los fundadores.
Ellos se auto-perciben como nacionalistas-libertarios que se enfrentan a lo que califican como una izquierda-populista.
Luchan contra el asistencialismo estatal, el movimiento feminista y cualquier tipo de derechos adquirido ya que, según ellos, es lo que llevó a que Argentina pierda la grandeza del siglo pasado.
El siglo donde ninguno de ellos pertenecería a la élite que pregonan, pero eso es otra cuestión.
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