El candidato liberal Javier Milei es bien conocido por realizar propuestas que, más allá de sus posibilidades de implementación o de su éxito, suenan diferente y fuera del molde. Ejemplo de ello son sus propuestas de “volar el Banco Central” o la de “dolarización” para combatir la inflación o “eliminar la coparticipación” para que las provincias compitan entre sí.
Otra de sus propuestas más citadas es la de implementar un sistema de “vouchers” como forma de mejorar la educación en Argentina. Este sistema, que se implementa en países como Chile o Suecia, consiste en subsidiar la demanda (los estudiantes) en vez de la oferta (las escuelas).
Hoy en día el sistema educativo argentino se divide en las instituciones públicas, que son financiadas por el Estado, y las de gestión privada, que se financian por la cuotas que pagan los alumnos y algún subsidio estatal.
De acuerdo a lo que explica Milei, el sistema de vouchers cambiaría esto, y en vez de que el Estado financie o subsidie a las escuelas, daría el dinero a los alumnos para que ellos se las den a las escuelas a la que vayan.
“Yo te lleno una tarjeta para que vos pagues la institución a la que quieras ir. Podés ir a una de gestión estatal o privada. Elegís la que te dé la gana“, suele decir el candidato. La premisa sería que, con este sistema, las escuelas competirán entre sí para tener la mayor cantidad de alumnos, y esta competencia haría que mejore la educación (a menos claro que las instituciones se pongan de acuerdo solo para aumentar los precios, sin preocuparse por la calidad educativa).
Sin embargo, los países en donde se implementó este sistema cuenta una realidad diferente.
Lejos de incentivar la competencia y la libertad de elección, posibilitó un sistema de copagos que segregó a la población entre los que podían pagarse una educación mejor y quienes no.
El voucher para la educación convertirá a cada escuela en una empresa. El que no quiera pagar deberá sacar un carnet de pobre para que le den el voucher. Así funciona en Chile, donde la clase media está endeudada hasta las cejas para pagar el estudio de sus hijos”
Luis Burschtein— El forjista (@ElForjista) August 26, 2023
El origen del sistema de vouchers
El sistema de vouchers fue una propuesta del economista Milton Friedman para implementar un Choice System (sistema de libre elección) en el sistema educativo nortemericano.
Cabe aclarar que en Estados Unidos los niños son asignados a las escuelas más cercanas de sus casas, sin poder elegir donde estudiar y las escuelas eran financiadas dependiendo del valor de la renta inmobiliaria del barrio en el que se encuentran.
Esto retroalimenta una segregación desde la educación, ya que los barrios con menor valor de propiedad tenían escuelas más desfinanciadas, y esto a su vez bajaba el valor de las propiedades por no encontrarse cerca de una buena escuela.
El sistema de vouchers fue pensado para que las familias puedan elegir a qué escuela llevar a sus hijos y qué su educación no dependa del barrio que puedan costear sus padres.
Dicen que Chile tiene vouchers y es perfecto. Imagino que por eso los chilenos cruzan la frontera para estudiar acá. Y todos los conflictos, incluso en 2019, empezaron por problemas en el sistema educativo.
— LuaniBenitez2 (@LuaniBenitez2) August 22, 2023
En Argentina, como en gran parte de latinoamérica, los padres ya pueden elegir a qué escuela llevar a sus hijos, por lo que un sistema de vouchers no solucionaría un problema de elección.
Aún así, y aunque parezca una paradoja, esta propuesta que paradójicamente fue pensada para que el sistema educativo de Estados Unidos se parezca más a los sistemas latinoamericanos fue implementado en países como Chile.
La experiencia chilena
La dictadura militar de Pinochet en Chile impulsó cincuenta años antes reformas parecidas a las que propone Milei en Argentina.
Una de ellas es el sistema de vouchers en la educación, que se implementó a partir de la Constitución Nacional de los 80. Allí, no se reconocen el derecho a la educación y en cambio se reconoce la “libertad de enseñanza”, el “derecho a abrir y mantener escuelas” “el derecho de los padres a escoger el establecimiento de sus hijos”.
En la práctica, los vouchers no son dados físicamente a los padres de los niños, sino que las escuelas son financiadas en base a la cantidad de matrículas que tengan, es decir, la cantidad de niños que eligieron inscribirse en ellas.
@eldestape Así fracasó el sistema de vouchers en Chile ❌ 🔴 Javier Milei propone instalar un sistema de vouchers educativos en la Argentina. Sin embargo, esto es algo que ya se hizo en Chile y no funcionó. Escuchá los motivos del fracaso 🤔 #tiktokinforma ♬ sonido original – El Destape
El problema es que, muchas veces, la competencia no se traduce en un mejor producto sino en una minimización de los costos, y esto pasó en Chile.
Las escuelas en vez de mejorar su servicio para tener una mayor cantidad de alumnos, generaron un sistema de copagos donde las escuelas le piden más dinero a los padres para asegurar, por ejemplo, que haya una computadora por alumno en las aulas de informática, que tengan mejores equipamientos de gimnasia o que los niños tengan aulas menos concurridas y una atención más particularizada.
Esto terminó generando una mayor diferencia educativa entre las escuelas que piden este copago y las que no, lo que tuvo como resultado una mayor segregación entre quienes pueden pagar por una mejor educación y quienes no.
Y mientras que en Estados Unidos se intenta implementar un sistema de Vouchers para eliminar la segregación, en Chile lo que hizo fue generar más segregación, donde los chicos cuyas familias no pueden pagar los copagos nunca se mezclan o socializan con chicos cuyos padres pueden pagarlos.
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