Hasta hace poco, Ecuador era utilizado como un ejemplo de quienes querían aplicar la dolarización en Argentina como forma de frenar la inflación. Hoy, el país está sufriendo una escalada de violencia debido al crecimiento de grupos narcos que llevó hasta al asesinato de varios candidatos en las últimas elecciones.
¿Cuál es la relación entre la dolarización y el crecimiento del narcotráfico en Ecuador?
Dolarización y narcotráfico
El proceso de dolarización en Ecuador comenzó en el 2000 como forma de solucionar una crisis financiera profunda que llevó al congelamiento de los depósitos y suba de precios. La dolarización sirvió para frenar la inflación, que pasó de un 90% anual a un 40% en el 2001. Pero la misma medida casi duplicó la pobreza. Con la transformación de la moneda nacional al dólar, Ecuador quedó con un 70%.
Un aspecto negativo de la dolarización es que elimina la posibilidad del señoreaje, es decir, la posibilidad de emitir dinero. Esto, que los defensores de la dolarización ven como positivo, quita al Estado una herramienta vital para enfrentar problemas de pobreza o falta de competitividad.
Mientras que la pobreza y la desocupación en Ecuador aumentaba, el estado estaba ausente, sin poder proporcionar ningún tipo de asistencia ni políticas de crecimiento. Fue allí que comenzaron a armarse bandas delictivas que, gracias a la dolarización, terminaron siendo franquicia de los cárteles de México.
La debilidad estatal para hacer frente al problema se profundizó por los nexos de la fuerza pública con el crimen organizado. Se suma que, la economía dolarizada ecuatoriana, desde enero de 2000, facilita el lavado de dinero y con esto el nivel de penetración de los cárteles.
— Cecilia Diwan (@ceciliadiwan) August 16, 2023
Es que además de despojar al Estado de la posibilidad de generar política monetaria, la dolarización hace muy difícil el control de divisas. Esto es un caldo de cultivo tanto para capitales golondrina como para el narcotráfico, que ve las puertas abiertas para ingresar y sacar divisas.
La ausencia de las políticas económicas o asistenciales para reducir o contener la pobreza, sumado a una política punitivista que sirvió como forma de reclutamiento de los carteles en las cárceles, hizo que hoy Ecuador sea un paraíso narco que prácticamente tomó las ciudades portuarias para traficar los productos provenientes de Perú o de Colombia.
Este escenario se intensificó después de la pandemia. Otra cosa que hace la dolarización es que, ante una crisis, el estado no tenga más opción que endeudarse, y fue así que mientras el resto de los países de Latinoamérica emitían dinero para costear la emergencia sanitaria, Ecuador debió endeudarse tres veces con el FMI.
Y los ajustes en el estado que exigen estos endeudamientos alimentaron aún más el crecimiento del narcotráfico, que ya empezaba a extenderse por esos espacios donde el estado desfinanciado, permitiendo que las bandas delictivas ganen poder.
Ante una economía dolarizada, Ecuador no puede generar políticas que apunten a la competitividad para traer inversiones y generar empleo. Tampoco puede generar políticas sociales para asistir a las masas desocupadas. Así, muchos jóvenes no tiene otra alternativa más que trabajar para las bandas delictivas y empezar su carrera en el narcotráfico
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