El abuso sexual y el maltrato en las infancias es un flagelo que afecta a toda la sociedad y debe ser un punto de inflexión para comprometerse y denunciar ante la presencia o sospecha de un caso.
Si bien el abuso sexual en las infancias es la forma de maltrato más grave que existe, al contrario de lo que se piensa, muchas veces no implica un contacto físico. Desde Unicef, subrayan que existen distintas formas de violencia sexual.
En instancias judiciales es primordial actuar siempre a favor de los más vulnerables, brindarles protección integral, tanto psicológica cómo física para resguardar su integridad.
Es imprescindible señalar que las víctimas de hechos de abuso en las infancias denuncian y hablan cuando pueden, por lo tanto, las causas y sentencias de este tipo no prescriben.
Somos sobrevivientes
Vera es oriunda de Formosa, en esa provincia vivió durante toda su infancia y adolescencia y denunció a su abusador a los 86 años. Con una valentía enorme decidió no guardar más silencio y su historia quedó plasmada en un libro junto con otros testimonios.
“Somos sobrevivientes”: Crónicas de abuso sexual en la infancia, está compuesto por ocho relatos de abuso sexual en la infancia, narradas por reconocidos escritores que se entrevistaron con las víctimas, entre 18 y hasta 86 años, que contaron sus vivencias.
El relato sobre Vera se llama «Él te quiere mucho, decía ella», donde aparece con el seudónimo de Tatiana y que está escrito por Juan Carlos Kreimer.
Una valiente
Vera nunca pudo realizar la denuncia contra su progenitor, que murió cuando ella tenía 19 años, pero después de tantos años logró sacar su voz y compartir su historia.
Con enorme valentía, compartió su testimonio en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en el Centro de Asistencia a las Víctimas de Delitos (Cenavid), donde su testimonio quedó por escrito. El objetivo de la iniciativa es lograr que más víctimas puedan ser reconocidas por el Estado y visibilizar el abuso en las infancias.
Después de su exposición, Vera contó a un medio nacional que se sintió liberada y le sorprendió que le creyeran. “Me creyeron todo y eso fue muy impactante para mí. Me esperaba que me pidieran un montón de pruebas. Mi madre me pedía que yo le llevara un comprobante de cada cosa que decía. Por eso, que en el Estado me creyeran de palabra, me pareció extraordinario”.
«Varias veces papá quiere entrar a mi cuarto, sigue convencido de que puede hacerme lo que quiere, grito antes que pueda ponerme una mano encima […]. Mamá lo sabe y no hace nada», fragmento del testimonio de Vera (Tatiana) en el libro. Su padre era gerente de una empresa algodonera en Formosa. Don Simón, le decían.
“La historia de lucha de Vera es formidable”, dijeron desde el colectivo Adultxs por los Derechos de la Infancia, impulsores del libro “Somos sobrevivientes”.
Para este maravilloso grupo de personas que se agranda cada vez más, compartiendo desgarradoras historias pero con un futuro más luminoso, entienden que el silencio es cómplice del abusador y la palabra es aliada de las víctimas.
“Con gran esperanza y orgullo los y las Adultxs por los Derechos de la Infancia acompañamos y celebramos a nuestra maravillosa compañera Vera, de 86 años de edad, en su formidable gesto de testimoniar su dolor de infancia ante el Estado, para seguir ayudando a cambiar esta historia por los y las que vienen detrás”, señalaron a NEA HOY.
Para Sebastián Cuattromo, uno de los fundadores de la organización civil que hace 10 años inició el difícil camino de desafiar el silencio, la complicidad y la negación que rodean al abuso sexual de niños y niñas, es necesario visibilizar el abuso en las infancias.
“Poder hablar es un antes y un después, por eso hacemos públicas nuestras historias para poder ayudar a los demás”, dijo Cuattromo.
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Los abusos en la infancia no prescriben
También en la provincia norteña de Formosa, una mujer denunció que fue abusada por su padre cuando ella era adolescente, y pudo contarlo después de 25 años, pero el juez Penal de Instrucción rechazó la presentación aduciendo la prescripción del delito.
Pero, la Cámara Primera en lo Criminal de Formosa, anuló la resolución del juez de primera instancia y ordenó que se investigue el caso hasta su total esclarecimiento.
Los sucesos habrían ocurrido en 1995, cuando la menor tenía 13 años. La víctima pudo denunciar el hecho siendo ya adulta tras iniciar terapia psicológica.
La jueza Viviana Taboada firmó el falló que firmó por el cual una causa que había sido desestimada en primera instancia y por tanto declarada prescripta la acción penal, deberá ser investigada.
Explicó que ante la situaciones que involucran a menores víctimas, el Estado, sus organismos y funcionarios “están obligados por dichos tratados internacionales a dispensar un trato preferencial por su calidad de víctima especialmente vulnerable, que como tal gozan de todas las garantías proteccionistas, tales como el acceso a la Justicia y la tutela judicial efectiva”.
El caso sentó jurisprudencia en Formosa y se trató de un fallo inédito porque impidió la prescripción en los delitos de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes, retomando el cómputo para que prescriban recién a partir de la denuncia del damnificado siendo mayor de edad.
La importancia de la ESI
Para la Asociación civil «Adultxs por los Derechos de la Infancia» se debe aplicar los contenidos y perspectivas de la Educación Sexual Integral (ESI) para prevenir el abuso sexual infantil.
Esta herramienta sirve en las escuelas para que los chicos se sientan habilitados a poder contar sus emociones y vivencias, asegura Sebastián Cuattromo.
Las cifras del abuso sexual en las infancias son alarmantes
Los datos del informe del Ministerio de Justicia y UNICEF sobre las violencias que padecen niñas, niños y adolescentes surgen del análisis de la información recabada a través de las consultas atendidas por los profesionales especializados de la Línea 137 del Programa las Víctimas Contra las Violencias.
Durante octubre del 2020 y septiembre de 2021, las consultas aumentaron un 15% respecto al mismo periodo del año anterior, y se incrementaron considerablemente las realizadas directamente por niñas, niños y adolescentes. En total, se registraron 9.989 víctimas de violencia familiar y/o sexual que son menores.
Respecto al abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes, se registraron 3.219 víctimas. En todos los grupos etarios, el mayor porcentaje de víctimas de violencia sexual son niñas, representando casi cuatro veces más que el masculino. La diferencia según género se amplía a mayor edad de la víctima.
El 74,2% de las víctimas fueron violentadas por alguien de su entorno cercano o ámbito de confianza. Según las estadísticas, en general, los agresores son familiares cercanos.
Dónde denunciar en Formosa
Asesoría de menores e incapaces de Cámara: Saavedra N° 349.
Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia: Padre Grotti Nº 1040. Teléfono: (54) 0370 – 4426085 – Int. 203
¿Quién puede llamar a la Línea 102?
Niñas, niños y adolescentes
Familiares y otras personas adultas.
Cualquier persona que tenga conocimiento o sospecha sobre una situación de vulneración de derechos de un niño, una niña o adolescente.
El servicio es anónimo y gratuito, con atención las 24 horas en toda la provincia, y recibe denuncias de casos de maltrato, abuso y abandono de niñas, niños y adolescentes.
Violencia familiar y sexual: Ante una emergencia, llamá a la línea gratuita 137.
Cualquier persona que sea víctima o tenga conocimiento de una situación de violencia familiar o sexual puede comunicarse las 24 horas, los 365 días del año, desde todo el país y de manera gratuita a la línea 137.
Centros de atención – Asistencia a víctimas de delitos
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