Arrancó el Regional Amateur de Fútbol con la presencia de cuatro equipos misioneros que comparten zona. Juegan todos contra todos a dos ruedas, donde clasifican los dos primeros y posiblemente el tercero. La particularidad del torneo, además, radica en que sus jugadores además del deporte deben trabajar en otros rubros y todo ese esfuerzo y sacrificio con horas sin dormir, son movidos por la pasión por los colores que se visten y que buscan representar de la mejor manera.
Los cuatro equipos misioneros son: Guaraní A. Franco, Bartolomé Mitre, Sporting y Olimpia San Antonio. Todos ellos se reforzaron para el torneo que arrancó el 20 de noviembre y hoy se jugará la tercera fecha.
Caso por caso
Guaraní fue el club que más incorporó de cara al torneo, indudablemente que el regreso de Cristian Barinaga fue la principal novedad del elenco dirigido por Carlos Marczuk. Aunque también se sumaron Pablo Motta, Alejandro Tarrito Pérez y Rodrigo Lechner, entre otros.
Su clásico, Bartolomé Mitre, mantuvo la base del equipo que se consagró campeón del último torneo de la Liga Posadeña con la incorporación de Mauro Gómez, que viene de jugar en República Dominicana.
Otra realidad es la de Olimpia, que se clasificó al Regional Amateur por ser el campeón del torneo Provincial y buscó refuerzos en la provincia. Hasta ahora no ganó y buscará cortar esta mala racha ante Mitre.
Algunos de los refuerzos del único equipo obereño son: Thiago Arteta, Matías Reis, Cristian Risko y el histórico arquero Horacio Galeano.
Mientras que Sporting viene de participar en las últimas ediciones del Regional Amateur, donde en el 2019 consiguió su mejor participación al llegar a estar entre los 16 mejores equipos, cuando ascendieron cuatro.
De la zona de los misioneros avanzarán los dos mejores y, si se dan algunos resultados, el tercero, en un certamen que participan 229 equipos en todo el país y que repartirá cuatro ascensos al Federal A.
La historia de Beto Comes
Miguel Beto Comes es un jugador de Bartolomé Mitre que ha vestido la camiseta de varios equipos misioneros y se ha destacado adueñándose del mediocampo. Para el futbolista no es nada fácil cumplir con los entrenamientos.
Es que Beto, como lo conocen en el ambiente deportivo, es policía y cumple guardias en la calle para velar por la seguridad de los ciudadanos. Sus horarios de trabajo son generalmente 12 horas seguidas por 24 o 48 horas de descanso.
“Muchos en el equipo estudian, trabajan y es poco el descanso. En mi caso estoy en la calle cubriendo algunos puestos y muchas veces prácticamente no duermo como en el partido del miércoles que trabajé toda la noche”, señaló Comes.
El problema es que en la mayoría de los casos termina su trabajo y se dirige directamente a entrenar, hasta muchas veces sin comer nada. Todo sea por ganarse su lugar en el equipo para los partidos.
Por otro lado detalló: “El tema de la comida se me complica, no me alimento bien, salgo de servicio y me voy directamente a entrenar porque no me da el tiempo. Yo vengo a este ritmo hace 10 años y es cansador”.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Guaraní Antonio Franco a todo o nada: debe ganar para seguir en carrera