La pandemia del COVID-19 afectó económica y sanitariamente a toda la población mundial: el personal de salud es uno de los sectores que viene dando batalla al virus, quienes encontraron un reto a la hora de combatir los efectos que produce el contagio.
Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, el personal de salud se expuso a distintas circunstancias, algunas extremas, para llevar adelante su trabajo: mayor riesgo de contagio, extensas jornadas de guardias, y en muchos casos sin los equipos e instrumentos correspondientes para realizar su labor.
No obstante, los médicos, enfermeras, personal administrativo, camilleros, entre otros profesionales de la salud, se vieron enfrentados a situaciones de angustia, agotamiento, incertidumbre, por lo que pasará con el COVID-19.
Personal de blanco a más de un año de pandemia del COVID-19
La jefa del Departamento de Rehabilitación Cardiorrespiratoria, Jazmín Pérez, describió a NEA HOY la realidad actual de los profesionales de la salud después de un año de pandemia.
“El personal de salud está en una etapa de estrés laboral, en algunos servicios incluso aún no tuvieron recambios por el permiso de vacaciones que les corresponde acceder, eso debido a la cantidad de horas laborales a los que está probablemente expuesto desde mi punto de vista”, expresó Pérez.
Asimismo, con respecto a los meses de pandemia del COVID-19 la licenciada en Kinesiología manifestó: “Los meses de pandemia fueron muy duros porque la incertidumbre de no vislumbrar un futuro cercano a la vacunación puso al paraguayo en un estado para mi de desconsuelo si se quiere”.
Con respecto a la vacunación, Pérez precisó que, a pesar de ello, hoy están “esperanzados al recibir donaciones de vacunas para la población en general, ya que el personal de salud está en su mayoría inmunizados, aunque no podemos dejar de ver la realidad de las personas que no gozan de confianza en las vacunas”.
Las mayores preocupaciones del personal de salud
El trabajo del personal de blanco como así también el de diferentes profesionales, ha sido fundamental en medio de la pandemia del COVID-19. Paraguay ha enfrentado meses atrás el colapso de camas de terapia intensiva y la falta de oxígeno, estos son algunos de los obstáculos a los que se enfrentaron los medios, enfermeros y trabajadores de la salud en general.
Con respecto a los cuidados que deben tener en cuenta los ciudadanos paraguayos para evitar el contagio y la propagación del virus, Pérez expresó:
“Mi mayor preocupación es la falta de acatamiento de las medidas de restricción sanitarias, y la falta de motivación o descreimiento al acceso de vacunación”.
Proceso de recuperación para pacientes con COVID-19
En cuanto al proceso de recuperación respiratoria para pacientes que tuvieron COVID-19, como kinesióloga rehabilitadora, Pérez junto otras profesionales crearon un programa de rehabilitación respiratoria postcovid en el Hospital de Clínicas de San Lorenzo.
Dicho programa comprende una atención presencial hospitalaria y otra virtual sincrónica a través del sistema que denominamos kineconsulta, a través del cual se realiza la recuperación física postcovid.
“Dependiendo de la secuela puede demorar entre dos semanas a 12 la recuperación aunque este tiempo podría prolongarse si se presentan otros signos o síntomas”, concluyó la jefa del Departamento de Rehabilitación Cardiorrespiratoria.
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