Ayer llegó al país un nuevo vuelo desde Rusia trayendo nuevas dosis de las vacunas Sputnik-V. Esta vez, además trajo el primer cargamento de reactivos enviados desde el Instituto Gamaleya para ser envasados en los laboratorios de Richmond.
Así, Argentina se convierte en el primer país latinoamericano en producir las vacunas Sputnik-V, y se espera que con los acuerdos con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) pronto se construya una nueva fábrica equipada para la producción de los principios activos.
La producción nacional
En diálogo con NEA HOY, el farmacéutico Walter Von Der Heyde, Jefe de Logística del Hospital Ramón Madariaga en la ciudad de Posadas, explicó las diferencias entre la fabricación de la vacuna Sputnik-V y la AstraZeneca
“En el caso de AstraZeneca la Argentina es productora del principio activo, es decir, el virus atenuado, nosotros lo producimos acá y lo enviamos a México para que lo ensamblen”, explica. “Con respecto a va vacuna Sputnik nosotros recibimos el activo, que serían las proteínas modificadas sobre la gente, y lo ensamblamos nosotros”.
Ambas vacunas tienen una efectividad mayor al 90% y utilizan como base un adenovirus modificado, pero mientras la AstraZeneca utiliza un adenovirus de chimpancé, la Sputnik utiliza un adenovirus respiratorio humano.
Argentina tiene la tecnología para producir las sustancias activas de la AstraZeneca, pero no para su envasado, por eso generó un acuerdo bilateral con México que importaría los materiales necesarios desde Estados Unidos.
Pueden surgir problemas, por ejemplo, cuando desde Estados Unidos no pudieron proveer los materiales, por lo que el lote de dos millones de vacunas programadas para llegar en abril terminaron llegando un mes después.
En cambio, el acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) incluye la transferencia de tecnología a los Laboratorios Richmond. Esto significa que, por el momento, el laboratorio recibirá las sustancias activas rusas para envasarlas, pero paralelamente se equipará una nueva planta para el procesamiento de las sustancias.
“Esto vino para quedarse. En algún momento va a ser parte del calendario de vacunación y lo importante es procurar una producción que te cumpla la demanda.”, Walter Von Der Heyde.
Según declaró en entrevistas a distintos medios Marcelo Figueiras, Director del laboratorio Richmond, cuando el proceso esté aceitado se espera una producción de cinco millones de dosis al mes, lo que posicionaría al país como enclave en la región y a las vacunas Sputnik-V en el mundo.
“Entonces vos tenes en distintas regiones del globo distintas plantas productoras con la misma calidad de vacunas, lo cual hace que vos puedas competir geopolíticamente con otras vacunas como la de Pfizer o las producidas en Europa. Es una cuestión geopolítica”, aclaró Von Der Heyde.
La importancia de la transferencia de conocimiento
La transferencia tecnológica también significa dejar una capacidad instalada en el país, no solo para producir, sino para desarrollar los estudios y conocimientos que ayuden a afrontar los nuevos desafíos que puedan surgir. Para Walter, es cómo obtener “una llave maestra a la hora de afrontar nuevos desafíos”.
Para explicarlo, lo comparó con la vacuna de la gripe. “No todos los años la vacuna de la gripe es la misma, sino que van modificándose según las cepas que van apareciendo”. Ese “Know How” que viene con la tecnología para desarrollar las sustancias activas, es lo que nos permitirá a nuestros profesionales desarrollar soluciones regionales a cualquier cambio que pueda surgir.
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