La demora en la entrega de permisos para el uso de cannabis medicinal a nivel nacional llevó a que Misiones impulse un proyecto de ley provincial para crear su propio registro. Así lo explicó la médica Noelia Rivero, especialista en uso terapéutico de cannabis, quien detalló la crítica situación que atraviesan los pacientes misioneros.
El proyecto, que será presentado por la diputada Arabela Soler, busca regular tanto el uso de cannabis medicinal mediante un registro provincial como el cultivo de cáñamo industrial. La iniciativa surge ante la paralización del Reprocann tras el cambio de gestión nacional, que pasó de demorar entre uno y tres meses a tener esperas de hasta dos años.
«Antes había una demora de tres meses, ahora hay gente que hace casi dos años que presentó y no tiene el registro«, explicó Rivero. La situación es particularmente grave para pacientes terminales, donde cada mes de espera resulta crítico. «Si una demora de tres meses en un paciente terminal era mucho tiempo, imaginate ahora que es de dos años«, señaló la profesional.
Pacientes en la ilegalidad
La consecuencia directa de estas demoras es que miles de pacientes que utilizan cannabis para tratar sus condiciones quedan automáticamente en situación de ilegalidad. «Tenemos un montón de pacientes que usan cannabis que no está permitido por ANMAT. Hoy son ilegales, irían presos si los agarra Gendarmería con él«, alertó Rivero.
El Reprocann fue creado originalmente para dar respuesta a las madres que utilizaban cannabis con sus hijos con epilepsia y también a los cultivadores que durante años venían solicitando un marco legal. Según la médica, el sistema endocannabinoide presente en todos los mamíferos permite que «todas las patologías y condiciones se pueden ver beneficiadas con el uso de cannabis«, algo que está científicamente demostrado.
Una solución provincial con proyección nacional
La propuesta misionera contempla la creación de un registro provincial que funcionaría como parte regulatoria de una nueva ley. Esto permitiría a los pacientes de Misiones acceder más rápidamente a un permiso que los proteja legalmente al portar cannabis medicinal.
Pero la estrategia no se limita a Misiones. Rivero reveló que «varias provincias ya tienen su ley, todas están presentando proyectos porque al no haber respuesta desde nación, las provincias salieron a generar una respuesta«. Entre ellas mencionó a Jujuy, Chubut, Tierra del Fuego, Mendoza, Salta y Buenos Aires.
La médica explicó que una vez establecidos estos registros provinciales, podrían firmarse convenios interprovinciales que permitan a los pacientes circular con sus permisos entre distintas jurisdicciones, creando una red de protección legal mientras el sistema nacional permanece paralizado.
Más allá de lo medicinal
El proyecto misionero no se limita al aspecto sanitario. Desde su gestación, se mantuvieron conversaciones con múltiples organismos: el Ministerio de Salud, el Ministerio de Prevención de Adicciones y el Ministerio del Agro, este último clave para el desarrollo del cáñamo industrial.
«El cáñamo tiene un gran rendimiento productivo», destacó Rivero, mencionando sus aplicaciones para limpieza de suelos, generación de alimento para ganado a través de sus semillas y múltiples usos industriales. La Mesa de Cannabis de Misiones, creada bajo la órbita del Ministerio del Agro, viene trabajando en este aspecto productivo.
Misiones, ¿rezagada en la agenda cannábica?
A pesar de contar con un laboratorio provincial y la Mesa de Cannabis, Rivero admitió que Misiones no lidera esta agenda como podría pensarse. «Cuando abrís tu panorama, te das cuenta que lejos estamos de hacer la punta de lanza«, reconoció. Otras provincias tienen proyectos más avanzados, algunos ya aprobados y en etapa de reglamentación. Para la médica, el impulso debe venir desde la base: «Darle fuerza a la comunidad, porque desde ahí es donde tenemos que empujar a la ley», señaló tras la última reunión de la Mesa de Cannabis.
El proyecto aún no tiene definido el nombre del registro provincial ni los detalles de su reglamentación. Primero debe aprobarse la ley, luego vendrá la etapa de regulación específica. Mientras tanto, cientos de pacientes misioneros siguen a la espera de una respuesta que les permita acceder legalmente a un tratamiento que ya utilizan, pero en la sombra de la ilegalidad.
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