Los reclamos de los trabajadores de la salud en Corrientes se multiplican. Desde hace años, enfermeros y enfermeras que sostienen la atención diaria en hospitales y centros de salud de toda la provincia denuncian condiciones laborales profundamente precarizadas. Así lo expresó Gabriela Prieto, trabajadora social y delegada en atención primaria por ATE, quien detalló que miles de profesionales continúan trabajando bajo dos mecanismos irregulares: becas de fortalecimiento y convenios colegiados.
“Las becas las paga el gobierno provincial a través del Ministerio de Salud. En general las reciben enfermeros, pero también otras profesiones. Y en el caso de los colegiados, el Estado no contrata directamente, sino que transfiere dinero al Colegio de Enfermería, que es quien les paga a los trabajadores”, explicó Prieto.
Ambas modalidades llevan más de una década funcionando. “Hay enfermeros becados hace 15 años y colegiados con 10 años de antigüedad. Pero no tienen aportes jubilatorios, obra social ni aguinaldo”, denunció la representante de ATE.
Trabajadores de la salud en Corrientes: salarios por debajo de la línea de pobreza
Los ingresos también son bajos: las becas arrancan en menos de $300.000, mientras que los colegiados apenas superan esa cifra, a pesar de cumplir horarios rotativos de ocho horas, todos los días de la semana.

“El ministerio dice que hay contratos nuevos, pero son para personas recién ingresadas. La gente que está hace años sigue esperando. Pedimos que se reconozca la antigüedad y se comience un plan democrático de contratación, empezando por quienes más tiempo llevan”, reclamó Prieto.
Miedo a perder el trabajo y servicios colapsados
Hace algunas semanas, los trabajadores realizaron una movilización hacia el Ministerio de Salud Pública. Si bien lograron ser recibidos, la respuesta fue apenas la promesa de un relevamiento. “Ese relevamiento ya lo tienen, porque todos los meses pagan las becas o transfieren al Colegio”, cuestionó la delegada.
Entre los trabajadores de la salud que consultó NEA HOY el temor a represalias está presente. “No tenemos garantías. Nos pueden decir ‘tu beca se cayó’ y nos dejan sin trabajo de un día para otro. Hay una gran valentía en quienes igual salen a luchar”, sostienen.

La situación se agrava por la falta de insumos sanitarios: “Los servicios están desbordados, con turnos médicos a tres meses y sin insumos básicos. A veces con una sola gasa hay que hacer malabares”, expresan los trabajadores.
Pluriempleo, género y pobreza
Frente a sueldos de $300.000, muchos trabajadores deben recurrir a segundos empleos, emprendimientos o changas. “Venden tortas, limpian casas, hacen lo que pueden. Porque con ese dinero no se vive”, se cuenta en los pasillos de los hospitales correntinos.
Vale señalar que, además, la mayoría de quienes cobran becas son mujeres, muchas jefas de hogar. “Y al estar como becadas no pueden acceder a la Asignación Universal por Hijo ni al salario familiar. Están atadas de pies y manos”, explicaron diversas fuentes del sector sanitario a este medio.

Sistema de salud y trabajadores en crisis
Mientras tanto, el sistema sanitario continúa deteriorándose. “El hospital pediátrico está colapsado, no hay pediatras en las periferias, faltan anestesias, ecografías y camas en general. Y los salarios de planta apenas alcanzan los $700.000 cuando la canasta básica está en $1.500.000. Somos pobres”, advirtió Gabriela Prieto.
Las luchas por mejoras laborales no son nuevas. “Vienen desde antes de la pandemia. Se hicieron algunas contrataciones en el Hospital de Campaña, pero después no se continuó. Hoy se sigue tercerizando con el Colegio de Enfermería, que recibe una suma millonaria. Y encima hay denuncias de pagos incompletos a quienes hacen guardias», explicó la referente sindical.

“Vamos a seguir luchando”: anticipan un abrazo simbólico al Hospital Pediátrico para este jueves
Frente a este escenario, las medidas de fuerza continuarán. “Vamos a seguir. Este jueves vamos a hacer un abrazo simbólico al Hospital Pediátrico. Hay que visibilizar que quienes sostienen la salud pública están en la situación más precaria. El pueblo de Corrientes también es víctima de esto”, anticipó la delegada de ATE.
La falta de contratos y salarios dignos no solo empuja a muchos profesionales a migrar, sino que pone en riesgo el sistema mismo. “Los servicios no dan abasto, la atención se degrada, los trabajadores se agotan. Y en el centro de todo está el enfermero, que es quien primero recibe al paciente. También está afectada su salud mental”, concluyó Prieto.
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