En el corazón del barrio San Miguel, entre pelotas de vóley, camisetas celestes y la risa de niños que aprenden sus primeros saques y adultos que comparten la pasión por este deporte, late un club que nació del amor, de un legado familiar y un entusiasmo por formar un nuevo lugar: el Club Belgrano de Formosa, un espacio deportivo fundado por la Prof. Ailén Britez que hoy es sinónimo de esfuerzo, inclusión y pasión por el deporte.
Aunque su nombre es homónimo al histórico club de fútbol de Córdoba que le ganó la famosa promoción a River (derivó en el descenso del club de Núñez), Belgrano de Formosa no es una franquicia ni una filial, es una historia que se cuenta sola. «Acá en Formosa no había un club Belgrano, así que con las chicas decidimos ponerle ese nombre», contó a NEA HOY la Prof. Ailén. «Además, lo hice también en honor a mi abuelo, que tenía el Club Belgrano de Tres Lagunas, de fútbol». Así, el escudo celeste y blanco toma sentido, como un guiño a la bandera, a Manuel Belgrano, y también a la memoria familiar.

El club Belgrano de Formosa y la pasión por el vóley
El club comenzó como una pequeña iniciativa, casi familiar, pero con una mirada clara hacia el futuro. «Veía que en Formosa existía la posibilidad formar un club de vóley, viendo que a mucha gente le gusta realizar esta actividad, a partir de allí nació la idea de iniciar este camino, ¿Quiénes van a ser nuestros futuros jugadores?”, recordó la entrenadora. Con esa pregunta nació la escuelita, que hoy reúne a niños y niñas desde los 6 años en adelante y jóvenes tanto en rama masculina como femenina de distintas edades organizadas en categorías que van desde sub 12, sub 14, sub 16, sub 18, sub 21 y la Primera.
«Las puertas del club están abiertas para todos, el que quiera formar parte puede acercarse o comunicarse con nosotros y unirse al plantel», aseguró la profesora. El Club Belgrano de Formosa compite en la liga capitalina de vóley y también visitó algunas provincias como Chaco y Corrientes en donde fueron invitados a disputar algunos encuentros contra clubes como Regatas, un conjunto tucumano y otros elencos muy fuertes que le sirvieron de experiencia para crecer como institución.

Entrenamientos y el desafío de llevar adelante el club
Sin sede propia, el club entrena actualmente en escuelas del barrio San Miguel y de la Costanera. Cada entrenamiento es una muestra de compromiso colectivo: desde las rifas para comprar pelotas hasta la ayuda de padres y madres que, como dice Ailén, forman una verdadera familia y se sostiene «a pulmón», con todo lo que implica llevar adelante una entidad deportiva, ya sea con equipamientos, pelotas, elementos para entrenar, entre otras cosas. También cuentan con el apoyo de pequeños patrocinadores locales y con colaboraciones clave de parte del Gobierno de Formosa, a quienes agradecen especialmente. Recientemente están en la búsqueda de más sponsors, para comunicarse con el club lo pueden hacer a través de este número telefónico 3704-308562.

Lo que empezó como una idea, hoy es un semillero de «talentos muy prometedores» según el punto de vista de Britez. En el equipo de primera, por ejemplo, juegan chicas de 16 años que ya se destacan por su técnica y presencia en cancha. Pero más allá del rendimiento deportivo, lo que más se celebra en Belgrano es la comunidad que se ha construido: un espacio donde todos los jugadores encuentran un lugar, una oportunidad y un equipo que las acompaña.

El sueño del club a futuro
A futuro, sueñan con tener su propio lugar para entrenar y disputar sus partidos allí, «el día que tengamos estadio, nos gustaría ampliar a otros deportes. Pero por ahora, esto es lo que somos y lo que amamos hacer», afirmó Ailén, detallando que este proyecto no tiene techo.
Belgrano de Formosa no es solo un club. Es una historia de amor por la vóley, de homenaje a los afectos y de construcción colectiva. Es la prueba de que, con corazón y esfuerzo, los sueños también se construyen a pulmón.
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