El día de hoy, dos de abril, se cumplen 43 años de la declaración de la Guerra de las Malvinas, que llevó a 23.000 soldados argentinos a defender la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. La mayoría de estos soldados eran conscriptos, contaban con 18 o 19 años y les tocó el servicio militar obligatorio el mismo año que la declaración de guerra. Con gran valor fueron a defender al territorio nacional y a los intentos por olvidar la causa por la recuperación de Malvinas a su regreso al país. Hoy sufren las consecuencias de un ajuste económico que deja a muchos desamparados.
¿De qué se trató la Guerra de Malvinas?
El conflicto comenzó el 2 de abril, cuando tropas Argentinas mandadas por la Junta Militar desembarcaron en las Islas Malvinas (maniobra conocida como Operación Rosario) a las cuales los ingleses mantienen usurpadas desde 1833, y al día siguiente ocurrió la invasión de las Georgias del Sur (conocida como Operación Georgias).
El 5 de abril, el gobierno británico envió una enorme fuerza expedicionaria naval para enfrentarse a la Armada y la Fuerza Aérea argentinas antes de realizar un asalto anfibio a las islas. El conflicto duró 74 días y terminó con la rendición argentina el 14 de junio, volviendo las islas al control británico. Y así como 649 de estos soldados nunca volvieron, muchos de aquellos que sí volvieron no pudieron dejar las islas.
El testimonio de Adrián Augusto, hijo del excombatiente formoseño Juan Bautista Pereyra que falleció el año pasado, lo puso muy en claro: «Un veterano de guerra se va a dormir con Malvinas, se levanta con Malvinas, desayuna con Malvinas, almuerza con Malvinas, merienda con Malvinas, cena con Malvinas«.
La guerra fue un episodio que marcó la vida de miles de argentinos, y a muchos de ellos los persiguió y atormentó gran parte de sus vidas. Si bien no existen datos oficiales, asociaciones y agrupaciones de excombatientes estiman que fueron entre 350 y 500 los que se quitaron la vida entre el final de la guerra y el día de hoy. Es decir que la cifra de excombatientes que cometieron suicidio después de la guerra, es un numero cercano a la cantidad de vidas que se llevó la propia guerra.
Esto se debe en gran medida al poco o nulo acompañamiento que tuvieron los excombatientes después de la guerra en materia de salud mental. Según un informe del CONICET dirigido por la psicóloga Cecilia Yaccarini, solo el 14% de los combatientes recibió algún tipo de ayuda o acompañamiento psicológico al regresar de las islas, y el 70% de los veteranos continúa con secuelas que van desde las pesadillas repetitivas, la ansiedad, las sensaciones de enojo u otras señales de salud mental afectada por haber participado en la guerra.
Esto lo asegura también el excombatiente correntino Angel «Coqui» Flores, quien dijo a NEA HOY que al menos hasta el 90 los excombatientes no contaban con ningún tipo de asistencia ni acompañamiento, «no teníamos ningún tipo de atención psiquiatra y si lo queríamos nos teníamos que procurar nosotros, los únicos que nos acompañábamos éramos nosotros mismos, por eso hicimos las asociaciones de excombatientes«.
En su testimonio, el hijo de Pereyra también destacó a su padre como un ejemplo de supervivencia por levantarse y seguir adelante todos los días a pesar del tormento que lo acompañaba y muchas veces de la estigmatización que pueden sufrir los excombatientes al tacharlos como «loquitos de la guerra».
«Ellos suelen decir que su mejor terapia es encontrarse con otro veterano, porque así, un veterano hablando con otro veterano, se entienden lo que vivió uno y lo que vivió el otro y dicen que así se sanan juntos«, explicó, «pero también está la otra realidad, que muchos se suicidaron sin esa contención, perdidos en el alcoholismo o en la drogadicción»
Además de los problemas mentales, acarrean también problemas que se van manifestando en lo físico. Aunque la mayoría de estos excombatientes van rondando los 61 o 62 años, el número fallecidos dentro de esta población aumenta cada año debido a problemas de salud.
«La guerra está mostrando el mal que nos ha hecho a todos, porque es como que nos aceleró todo, y a pesar de tener cuidado de la salud muchos ya tienen problemas de cáncer, ACV«, informó Coqui Flores, «tal es así que a tres meses de empezar el 2025 ya tenemos tres excombatientes muertos, y así cada año van aumentando la cantidad como si fuésemos los excombatientes una especie en extinción«.
«Hoy hay una desmalvinización, estamos ante un gobierno entreguista», asegura Fernando Terminiello, excombatiente y miembro de @cecimlaplata, en la antesala de un nuevo aniversario del desembarco en las Islas Malvinas en 1982, el próximo 2 de abril. https://t.co/8p4rhNBFSB
— Radio Futura 90.5 (@Futura905) April 1, 2025
De mal en…
La relación entre el Gobierno de Javier Milei y los excombatientes no empezó bien. Después de haberse referido tanto él como su entonces canciller Diana Mondino en favor de la autodeterminación de los Kelpers, suspendió en su primer año de mandato el tradicional desfile de excombatientes que se realizaba todos los 2 de abril.
La relación siguió deteriorándose cuando en octubre del año pasado, un comunicado oficial se refirió a las Islas Malvinas del Atlántico Sur por el nombre que le dan los ingleses, «Falklands«. Esto generó ruido y el gobierno asumió la «culpa» y aseguró que echaría a los culpables.
Sumado a esto, los excombatientes están siendo afectados por el plan motosierra. Fruto de la licuación del salario y el atraso que el gobierno está generando en el Salario Mínimo Vital y Movil, las pensiones de los excombatientes (que son equivalentes a tres SMVM) perdieron poder adquisitivo. Tanto las pensiones para excombatientes como aquellas contempladas en la Ley Nº26.913 tuvieron una suba nominal de 125.3% en el Gobierno de Milei, lo que ajustado por inflación resultan en una pérdida del 34,4%.
Otro de los problemas que afecta a esta población es la reducción de la cobertura de medicamentos del PAMI. El Centro de exCombatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata denunció al Presidente por este mismo motivo, argumentando que estos recortes afectaba a programas específicos que les permitían a los excombatientes acceder gratuitamente a medicamentos necesarios para atender patologías y enfermedades prevalentes producto de haber participado en el conflicto bélico.
ALARMA POR EL SUICIDIO DE UN EXCOMBATIENTE EN MONTE GRANDE
👇🏼https://t.co/DyuvVdb3wh— CECIM La Plata (@cecimlaplata) February 21, 2025
El propio CECIM (Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas) fue el organismo que alertó en febrero de este año sobre el trágico suicidio del exsoldado conscripto Pedro Roberto Bevans, que de acuerdo a la organización, padecía una enfermedad crónica y sufría un cuadro depresivo «agravado por la política de abandono implementada por la obra social PAMI».
El CECIM además advirtió que desde hace varios años no se habían registrado casos de suicidio entre los excombatientes de Malvinas, por lo que también responsabilizaron al actual Gobierno de generar las condiciones para que esto suceda.
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