Las Olimpiadas son el evento deportivo más importante del mundo. Un evento que cada cuatro años reúne a los mejores deportistas del mundo para competir entre ellos en busca del podio, demostrando la excelencia a la que el ser humano puede alcanzar en cada disciplina y promoviendo el respeto y el desarrollo armonioso de las distintas culturas a través del deporte.
En la mayoría de las disciplinas, la medalla olímpica es la máxima aspiración en la carrera de un atleta, y la mayoría se prepara durante años para llegar a las olimpiadas y medirse con los mejores del mundo en competencias que, muchas veces, se definen en cuestión de minutos.
Es por ello que, además de los entrenamientos constantes y el esfuerzo físico que requiere llegar a lo más alto, los deportistas también se someten a un esfuerzo y carga mental que muchas veces se desconoce. Las expectativas de rendir siempre al máximo nivel y la presión de tener que medir los resultados de toda una vida en minutos implican una gran presión que muchas veces deja secuelas.
En los últimos tiempos, el Comité Olímpico Internacional así como muchas de las ligas deportivas de todo el mundo han realizado avances para promover un buen cuidado de la salud mental a partir de los casos de muchos deportistas de élite que han tenido que dejar competencias e interrumpir carreras debido a las consecuencias que la presión psicológica estaba teniendo en sus vidas.
Simone Biles
Cada Olimpiada nos deja momentos conmovedores, y el día de ayer la protagonista de uno de estos momentos fue la gimnasta Simone Biles que se llevó el oro en el all-around -circuito completo individual de gimnasia-, convirtiéndose en una de las tres únicas que han ganado dos veces el oro en esta competencia.
La victoria dejó a muchos con las lágrimas al recordar que Simone ya había sido noticia en todo el mundo durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. En esa ocasión, después de haber ganado un oro en los juegos de Río 2016, la presión pudo más y la atleta y debió retirarse de la competencia cuando se encontraba frente a la colchoneta y a las cámaras de todo el mundo.
Su episodio no fue en vano, Simone utilizó su experiencia como alarma para concientizar sobre las exigencias mentales a las que se somete un deportista de élite y promocionar el cuidado de la salud mental. Por ello, su triunfo del día de ayer trajo sumado una historia de redención.
Naomi Osaka
La tenista japonesa se encontraba en lo más alto de su carrera cuando decidió retirarse del Abierto de Francia en el 2021 al sentirse superada por el estrés y la presión. Naomi ya había comentado su batalla contra la depresión antes del Roland Garros, razón por la cual no se sometió a conferencias de prensa durante el torneo y mantuvo un perfil bajo después de su retiro.
Paula Badosa
La tenista española, clasificada entre las mejores del mundo, habló abiertamente sobre su batalla contra la depresión y la ansiedad. Badosa decidió hacer una pausa en su carrera para cuidar de su bienestar mental, reconociendo que las expectativas eran abrumadoras.
Te Kura Ngata-Aerengamate
La jugadora de rugby de Nueva Zelanda compartió su experiencia de lucha mental durante su carrera en la selección nacional, lo que la llevó a retirarse de una competencia reciente para cuidar su salud mental.
Michael Phelps
El nadador estadounidense, el más medallista olímpico de todos los tiempos, ha hablado abiertamente sobre sus problemas de salud mental, incluyendo episodios de depresión y ansiedad, lo que lo llevó a buscar ayuda y hacer pausas en su carrera.
Raven Saunders
La atleta estadounidense de lanzamiento de peso ha declarado que la presión de competir y cumplir con compromisos puede ser abrumadora, lo que la ha llevado a hablar sobre la importancia de cuidar la salud mental en el deporte.
Tras el retiro
Puede resultar paradójico. Para muchos, la práctica del deporte es un método que beneficia tanto al cuerpo como a la mente, aportando beneficios a la salud física como mental. Sin embargo, llevándolo al nivel de élite, muchos factores terminan opacando o trastornando estos beneficios al punto de perjudicar la salud mental y dejar secuelas en la psique del deportista.
Según un estudio de la Universidad de Toronto, realizado por Zoe Poucher en el 2021 durante las olimpiadas de Tokio, detectó que el 41% de los atletas de la comitiva canadiense cumplían con los criterios propuestos por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales para la depresión, la ansiedad y/o un trastorno alimentario.
Beacon, un golden retriever de 4 años, es el primer perro de terapia oficial del equipo de Gimnasia de EUA 🇺🇸
Abrimos 🧵
La salud mental de los deportistas, se convirtió en tema central, cuando Simone Biles abandonó los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, para abordar sus… pic.twitter.com/dyxizdM66G
— Dilo con perritos (@DiloConPerritos) July 28, 2024
En esa oportunidad, un 31,7% reportó síntomas de depresión, 12,9% una ansiedad general moderada, un 5,9 % reportó una ansiedad severa.
Y las secuelas pueden presentarse aún después del retiro. Después de Tokyo 2021, el comité olímpico difundió una nota con entrevistas a varios deportistas retirados donde compartieron las dificultades que tienen para adaptarse a una vida normal después de haberse enfocado durante varias décadas a la práctica de un deporte de forma casi exclusiva.
Habiendo construido una identidad en torno a la carrera deportiva, esto entra en crisis al ya no poder ligar el valor personal y social con el éxito competitivo, lo que conlleva a sentimientos de vacío y confusión sobre el propósito de la vida.
TE QUEREMOS MUCHO, FER 💙
«Estoy agradecida de poder estar viva y disfrutar de esta competencia. Siento que pude dar la mejor versión de mí. Muy atrás quedó la Fernanda con pensamientos suicidas después de Tokio. Creo que eso es lo más importante. Yo terminé de tirar y me sentía… pic.twitter.com/uGOIiXGH5y
— TyC Sports (@TyCSports) July 28, 2024
La abrupta falta de rutina y la pérdida de la red de contención que un deportista de élite mantiene durante sus años de competencia, se suman a una presión por destacarse que, después de tantos años, ya se volvió un reflejo. Este cóctel puede desencadenar en sentimientos de soledad, episodios de depresión o ansiedad.
Por ello, cada vez más se habla de la importancia de generar espacios para que los deportistas puedan cuidar su salud mental durante los periodos de competición así como adquirir herramientas para poder lidiar con el periodo de adaptación después del retiro.
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