Desde su asunción en diciembre, el gobierno de Javier Milei aplicó una serie de medidas retroactivas para la economía que generaron pérdidas del poder adquisitivo en los salarios de la gente, baja en el consumo y reducción del PBI nacional. Sin embargo, algo que se le agradeció es la estabilidad cambiaria y financiera que logró en estos primeros meses de gobierno.
Después de la primera devaluación que fue de alrededor del 100% y que llevó el dólar a los 850 pesos, el gobierno se comprometió a devaluar el dólar oficial a 2% por mes. La brecha entre el dólar oficial y los paralelos bajó considerablemente después de la primera devaluación se mantuvo por debajo del 30% por lo menos en los primeros meses.
Pero esto parece haber terminado. Ya en mayo, la divisa norteamericana pegó un salto que incrementó su precio en un 25% en el mercado paralelo, llegando a establecer un récord de $1300 para la venta. Este mes pegó un nuevo salto alcanzando los $1500, encendiendo finalmente las alarmas en el gobierno.
¿Cómo impacta el dólar blue?
Uno de los impactos más importantes se encuentra en la exportación. El aumento de la brecha cambiaria hace que a los exportadores les sea menos atractivo exportar su producción, ya que deberán vender los dólares obtenidos al mercado oficial. Es por ello que cuando la brecha es tan grande muchos productores de granos guardan sus cosechas en silos a la espera de una devaluación que suba el valor de su producción.
Pero además tiene un impacto en todo el sector privado, que viene muy golpeado por la falta de inversión estatal y la recesión económica fruto de las políticas de Javier Milei. En los primeros cinco meses del año, la industria Pyme acumuló una retracción del 19%, mientras que las ventas minoristas cayeron 17% en el primer semestre fruto de la pérdida del poder adquisitivo de los sueldos.
La suba de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos y la inestabilidad cambiaria se suman a este clima de incertidumbre que desincentiva cualquier inversión que pueda llevar al crecimiento del sector privado. La volatilidad cambiaria, que el dólar suba hasta 1500, baje al otro día a 1200 y vuelva a subir dos días después tiene un efecto negativo en muchos sectores de la economía.
El dólar blue tiene un elemento inflacionario. Ya desde el año pasado consultoras como Econviews o PxQ comenzaron a observar que muchos precios comenzaban a tener una mayor referencia con el dólar blue que con el oficial. Esto es porque genera una incertidumbre y expectativa de devaluación que afecta a los sectores con mayor porcentaje de componentes importados, que suben los precios de manera anticipada para poder cubrir sus stock y no tener pérdida.
Es así que, por ejemplo, uno de los sectores donde más impacta la suba de los dólares paralelos es la electrónica, que depende mucho de los insumos importados. Así también, el sector del caucho y plásticos, el de los productos de papel, autos, el de minerales no metálicos, el de químicos y finalmente la indumentaria.
El sector de los alimentos es el que más tarda en ser impactado por la suba del dólar blue, ya que la producción de carne y verduras no cuenta con un gran porcentaje de insumos importados para su producción. Sin embargo, la producción de procesados requiere de un mayor proceso industrial, y requieren de partes e insumos importados.
Por último, la energía es otro sector que está mayormente vinculado al precio internacional de la materia prima (petróleo, gas, etc.), por lo que es el aumento del dólar oficial lo que impacta rápidamente en este sector.
Vendiendo argentina por kilo
Para intentar bajar la brecha, el gobierno anunció la semana pasada que intervendría en el mercado cambiario con dólares de la reserva. La estrategia resultó, ya que logró que el dólar paralelo bajó a 1250… por dos días.
El problema es que, al hacerlo, subió el riesgo país, que mide la confianza que tienen los inversores de que el país podrá afrontar el pago de sus deudas. Es que, al vender las escasas reservas del Banco Central para intervenir en el tipo de cambio, los bonistas y acreedores dudaron de que el país tuviera los suficientes dólares para pagarles cuando venciera el plazo de los préstamos, y muchos de ellos vendieron sus bonos.
Esto hizo que la demanda de dólares se dispare más de lo que el central pudiera contener vendiendo reservas, y el dólar blue volvió a subir para posicionarse en 1450 para la venta.
¿Se acuerda presidente cuando el 10 de diciembre en el acto de asunción le dije que usted tenía demasiados prejuicios y que cuando se sentara en el sillón de Rivadavia se le iban a ir uno por uno? Bueno… bienvenido a la Argentina.
Deje de volver locos a sus seguidores… pic.twitter.com/T1vi9k5EkO
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 13, 2024
Por los ahorros de la gente
Vender las reservas del Central para intervenir en el mercado cambiario no es algo nuevo para el Ministro de Economía Luis Caputo. Es exactamente lo que hizo durante la corrida cambiaria del 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
El problema es que, para poder intervenir en el mercado con las reservas del central, se necesita reservas, y en eso el Banco Central se encuentra muy escaso. En el 2018, Caputo contó con el préstamo de 54 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Pero el FMI no mira con buenos ojos que utilicen los préstamos para intervenir en el mercado financiero, por lo que no da señales de querer volver a prestarle dinero a Caputo.
Los pesos emitidos son por compras en el Mulc.
El objetivo siempre fue secar la plaza de pesos. Lo digo desde la primer entrevista, pero bueno, todavía algunos no se convencen.
La realidad probará que en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos y
el… https://t.co/2LaEuYOvdL— totocaputo (@LuisCaputoAR) July 19, 2024
La otra opción es utilizar los dólares de la cosecha para intervenir y bajar la brecha cambiaria, pero es justamente la brecha cambiaria la que hace que los productores no vendan la cosecha, razón por la cual el Banco Central se encuentra escaso de reservas en primer lugar.
El gobierno se encuentra ahora en un juego de gallinas con los productores, intentando mantener el dólar oficial lo más posible hasta que los productores vendan la cosecha, mientras que los productores mantienen su cosecha esperando que el gobierno seda y devalúe el dólar oficial.
Para no perder esta puja, el gobierno mantiene las medidas de ajustes y recesión esperando que, como dijo el propio ministro en declaraciones de ayer “en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos”.
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