La tracción a sangre en Resistencia y otras zonas urbanas de la región, como es el Gran Resistencia, continúa siendo una problemática vigente. A pesar de la legislación local y nacional que prohíbe este tipo de prácticas y de los lamentables casos que se ven a diario en la ciudad, no son pocas las personas que continúan usando a los animales para tirar sus carros.
Vale recordar que el año pasado esta práctica (prohibida en Resistencia) demostró no sólo ser nociva para los animales (en su mayoría, caballos), sino también para los seres humanos, cuando se cobró la vida de un motociclista de 30 años que transitaba por Avenida Sarmiento y Autovía Nicolás Roja Acosta e impactó su vehículo contra un carro.
Las autoridades municipales son conscientes de que para muchas familias es un método de subsistencia, sin embargo, es una realidad que, a medida que se incrementa, genera más caos en el tráfico y encuentra a nuevas víctimas (tanto animales como personas).
Es por ello que desde la Subsecretaría de Gestión Ambiental de Resistencia pusieron en marcha un plan para erradicar la tracción a sangre que se va implementando por etapas y cuyo primer paso es realizar un censo de las personas que hoy dependen de esta práctica.
“Hace mucho tiempo los vecinos vienen proclamándose en contra la tracción a sangre animal” y por esto se decidió realizar, primero, “un operativo de animales sueltos para controlar, educar y concientizar sobre el cuidado del animal dentro de la ciudad”. Después se realizó un “operativo dentro del macro y microcentro para evitar que ingresen los carros a buscar residuos”, explicó a NEA HOY el Subsecretario de Gestión Ambiental, Matías Chávez.
En ese marco, se dieron conversaciones con los propietarios de los carros a quienes la secretaría comunicó que no se permitiría la circulación de animales en mal estado, ni carros que tengan presencia de personas menores de edad. En caso de que esto suceda, los representantes municipales acordaron que se procedería al secuestro del carro y del animal.
Chávez explicó a este medio que se encuentran en una nueva etapa del proyecto para erradicar la tracción a sangre y tiene que ver con la recopilación de datos para diagramar el modo de abordar la problemática, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica de las familias.
Mientras tanto, en Resistencia se despliega un trabajo en conjunto con diferentes organismos entre los que está la Secretaría de Desarrollo Humano y la Subsecretaría de Tránsito y Transporte, a cargo de Darío Sardi, quien también tuvo contacto con este medio.
“Hemos notado, y esto a partir del trabajo que empezamos a realizar en la zona del micro y macrocentro, que hay menos carros tirados por animales y se empiezan a utilizar más los carros de mano o las motocargas que, desde el mismo Estado en otra gestión política, se le había entregado a muchas de estas personas”, mencionó el funcionario.
En esa línea, argumentó la importancia de continuar desarrollando este proyecto en pos de la erradicación de la tracción a sangre ya que, “por un lado, no todos los que utilizan a los animales para tirar un carro los tienen en buenas condiciones” y también por el impacto que tiene en el tránsito de la ciudad: “Porque retrasa la circulación, justamente por la velocidad que tienen los carros circulando”, dijo Sardi, a la vez que “son peligrosos” y “ya tuvimos siniestros graves que han involucrados a motocicletas en los que los conductores han fallecido”.
Asimismo, indicó que cuando suceden este tipo de daños son los propietarios de los vehículos quienes deben solucionar de forma individual ya que los carros, al estar prohibidos, no tienen ningún tipo de cobertura.
Un horizonte esperanzador: lograr la erradicación de la tracción a sangre en todo el territorio provincial
Tanto Chávez como Sardi coincidieron en la urgencia de que el proyecto de erradicación de la tracción a sangre se extienda a toda la provincia.
En el caso de Resistencia es preciso que las normativas se acuerden con los municipios aledaños ya que la capital provincial se encuentra rodeada por otras jurisdicciones como Barranqueras, Puerto Vilelas y Fontana, desde donde ingresan carros con tracción a sangre.
De este modo, no sólo se evitarán problemas en el tránsito vehícular sino también se podrán prevenir situaciones lamentables como la ocurrida en el municipio de Sáenz Peña, días atrás, en las que un burro quedó colgado de un carro debido al peso que transportaba y que no fue capaz de soportar.
“Vamos a trabajar con los otros municipios y hacer charlas para abordar este tema que también les preocupa a estas ciudades”, anticipó Chávez.
Sardi, por su parte, hizo hincapié en que este tipo de programas de erradicación de la tracción a sangre debe ser “política de estado en el tránsito”, ya que “si no hay una política de Estado firme y sólida como la que estamos llevando adelante no se va a avanzar”.
En ese marco, consideró que “es el momento indicado para poder trabajarlo ya como una ley provincial y no solamente una ordenanza aislada”. Sin embargo, remarcó: “No es sancionar una ley para decir que te estás ocupando de un tema y quedar bien socialmente”, sino que debe tener una implementación adecuada para lograr los objetivos esperados, en favor de los animales y de las personas.
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