El mes de mayo terminó con un problema de abastecimiento en la red de distribución de Gas Natural Licuado, lo que llevó a que el gobierno nacional deba suspender el suministro a parte de la industria, estaciones de GNL y centrales termoeléctricas hasta que llegara el gas importado.
Para colmo de males, la incorporación de este gas importado al suministro nacional se retrasó por una demora en los pagos al barco que venía de Brasil, al punto de que éste llegó a emprender la vuelta cuando el gobierno no pudo resolver ni dar garantías de su pago.
El hecho desató la polémica por la falta de planificación y previsibilidad que desencadenó un gasto de cerca de 500 millones de dólares para solucionar un problema que, según dicen, podría haberse solucionado con 40 u 80 millones dependiendo de la fuente. Esto pone en duda la capacidad del gobierno nacional de mantener su única bandera que declaró innegociable y por la cual viene justificando el ajuste a trabajadores y jubilados: la del déficit fiscal.
El gasoducto
La falta de gas volvió a traer a colación la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, construido para transportar el gas de Vaca Muerta a las plantas compresoras en la Provincia de Buenos Aires con la promesa de así abastecer al mercado interno y no depender de la importación de gas de Bolivia o de Brasil.
Efectivamente, éste gasoducto se inauguró en el final del gobierno de Alberto Fernandez y funciona actualmente, transportando 11 millones de metros cúbicos de gas por día desde la localidad de Tratayén (próximo a Vaca Muerta hasta Salliqueló (Prov de Buenos Aires).
Con superávit dibujado (en mi barrio le dicen trucho) y sin gas en el caño.
Durante el gobierno del Frente de Todos, en autocrítica online, mencioné como un problema el de los funcionarios que no funcionaban.
Con el actual gobierno, al problema de funcionarios que tampoco…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 29, 2024
Sin embargo, esto aún no es suficiente para abastecer al mercado interno, por lo que se tenía proyectado la construcción de otras plantas compresoras pudieran aumentar la producción de 11 a 21 millones de de metros cúbicos y evitar de esta manera la necesidad de importar gas como todos los inviernos.
Incluso, se interrumpió la contratación de barcos de GNL provenientes de Brasil justamente porque se contaba con que, con la sola inversión de 40 millones de dólares, este invierno no se necesitaría de la provisión externa de energía.
Según la ex secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, las plantas podrían haber estado terminadas para mayo de este año si el actual gobierno hubiese renovado las licitaciones y continuado las obras, pero esto no fue lo que pasó.
«El nivel de ineptos con el manejo del gas. Tenían que poner solo $40 millones de dólares, no los pusieron. Y te cuestan después $400 millones de dólares», @AlfredoZaiat sobre el faltante de gas para las industrias.
En #GabineteCenital con @ertenembaum por C+, el canal de… pic.twitter.com/zRjeaAt8Xt
— Cenital (@cenitalcom) May 31, 2024
La obra pública
Ya en campaña, Javier Milei dejó claro que eliminaría toda la obra pública si llegara a ser presidente, asegurando que, si el sector privado no estaba dispuesto a financiar una obra, era señal de que la misma no era de utilidad para la sociedad.
Al preguntarle específicamente sobre la continuidad de las obras para el suministro de gas, el vocero presidencial Manuel Adorni respondió en una conferencia de prensa en diciembre que “toda obra que carezca de urgencia será suspendida su ejecución o su licitación”.
Asimismo, la Ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino había negado la necesidad de que el estado se haga cargo de las obras faltantes, asumiendo que debían ser las empresas petroleras las que debían invertir y terminar las obras para después financiarse con la distribución de la energía.
Pero nada de esto pasó, y con el invierno temprano que aumentó la demanda de gas en Argentina, el gobierno debió contratar un buque para importar gas desde Brasil con el sobreprecio que implica su contratación de emergencia.
⭕️Tenso cruce de Adorni con un periodista por el faltante de gas que hizo que el Gobierno le tenga que pagar 500 millones de dólares a Petrobras.
«Lo único que hubo de anormal es que el frio de otoño es mucho más crudo del que se tenía estimado» 🗣️ https://t.co/2pzD1c6nRr pic.twitter.com/PiBhmI5iVO
— El Destape (@eldestapeweb) June 3, 2024
Para tener una idea, el año pasado se compraron 42 buques de importación de gas. Este año, hasta mayo se habían licitado solamente 20, pero el freno de las obras públicas hizo que el gobierno debiera licitar con urgencia la compra de 12 cargamentos de fueloil y gasoil, lo que implica un desembolso del estado de 500 millones. Además, hizo una nueva licitación de emergencia por 8 barcos más para que la demanda no esté al límite.
Al gasto de la importación de gas se suma el hecho de que, por la falta de gas, se debió cortar el suministro a empresas con contrato firme, algo que nunca pasó en la historia. Aunque el suministro ya está regularizado, este freno tendrá un impacto de reducción de la contribución impositiva que ya viene disminuyendo por la baja en el consumo, poniendo aún más presión sobre el déficit fiscal.
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