En cualquier país del mundo el manejo de las tasas de interés, o sea la política monetaria, es una herramienta vital para combatir la inflación. En Argentina, por su propia historia inflacionaria y últimamente los niveles de variación de precios alcanzados, la estrategia fue durante años por los controles de precios y acciones específicas sobre los formadores de precios, más que sobre la suba o baja de la tasa de interés de referencia que fija el Banco Central.El manejo de las tasas de interés actúa como incentivo a gastar o ahorrar, o lo que puede leerse como impulso al consumo o la inversión. En este sentido, la reducción de la tasa de interés de referencia del 70% al 60% anual, por parte del Banco Central, muestra un camino del Gobierno que busca mantener la tasa en términos negativos frente a la inflación. Es la cuarta baja consecutiva desde que asumió Javier Milei, que arrancó su gestión con una tasa de 133%, y fue el segundo recorte de 10 puntos en abril.
Se desploman los plazos fijos por la caída de la tasa de interés
Para los ahorristas, también enganchados en la movida a través de la tasa de interés que pagan los plazos fijos, no es una buena noticia, porque impacta sobre los rendimientos. En general, la tasa de interés pasiva, que es la que pagan las entidades a los depositantes para mantener su dinero en la entidad, seguramente volverá a retroceder desde el 60% actual, y se posicionaría en torno al 50%, aunque hay que recordar que hoy la fijación de tasas no está regulada, por lo tanto, es libre.Sin embargo, el panorama es bien distinto para los actores económicos. Con una inflación anualizada que hoy ronda el 288%, una tasa de interés del 60% es una buena “zanahoria” para tomar un crédito productivo. Con la tasa nominal anual (TNA) en 60%, la tasa efectiva anual quedó en 82%.Fuente: MDZol.ADEMÁS EN NEA HOY:Mondino de gira para obtener acuerdos por el swap con China: ¿Cómo está la relación entre países?A casi tres años de su sanción, Corrientes adhirió a la Ley de Etiquetado Frontal