Santiago Palavecino, formoseño de 25 años que tuvo un paso por San Martín de su país natal, es un de estos casos, ya que luego de enviar CVs a varios clubes, logró ser fichado por el FK Sloboda Novi Grad de la Tercera División de Bosnia, y en diálogo con BOLAVIP, contó su historia.
–¿Cómo fueron tus inicios como futbolista?
-Yo arranqué jugando a los 5 años en una escuelita de Formosa, que se llama Galo Mareco, donde estuve cuatro años, para luego irme dos años a Independencia de Formosa, luego volví a Mareco y ahí fue la gente de Talleres de Córdoba a hacer una prueba.
Me vieron ahí, me llevaron a una prueba a Córdoba, a la que fui y fiché pero no pude quedarme porque tenía problemas con los papeles del colegio y en este momento era lo más importante porque era chico, entonces mi mamá decidió que vuelva.
Después de eso el profe que tenía en Independencia fue a trabajar a Buenos Aires y me consiguió una prueba en Ferro, donde estuve 6 meses y no logré fichar, y al año siguiente salió lo de San Telmo. Ahí me sentí muy bien, jugué mucho y fui campeón con mi categoría, pero luego por cuestiones económicas me tuve que volver para Formosa y comencé a jugar en San Martín, que es el club de mi barrio, al que le tengo un gran aprecio.
Tras 2 años en San Martín, me sale la chance de ir a jugar a un equipo estadual de Brasil, de Río do Sul, en 2019, y al año siguiente pude volver pero arrancó la pandemia.
–¿La salida de San Telmo fue por problemas económicos del club?
-Fue por problemas personales, yo estaba alquilando ahí y se complicaba un poco para mi familia, entonces tuve que pegarme la vuelta.
–¿Después de la pandemia volviste a San Martín?
-Reanudó el fútbol y volví a San Martín, donde estuve en el plantel del Federal A, donde si bien no sumé minutos, me sirvió en lo personal para seguir creciendo.
–¿Cómo se dio tu llegada al fútbol de Bosnia?
-Siempre miraba en redes sociales a todos los argentinos que jugaban en Europa y siempre leía sus historias y tenía ganas de venir a jugar acá.
El año pasado empecé a moverme por mi propia cuenta, a mandar currículums y videos a los clubes y así hice contactos con un señor argentino que vive en Estonia, que se llama Juan Priotti.
Comenzamos a charlar y le pregunté si me podía ayudar a conseguir pruebas en algún club de Estonia. Me dijo que no estaba tan metido en el fútbol, pero que iba a intentarlo. Unos meses después me dijo que a través de un contacto me podía conseguir una prueba. Finalmente a fines de septiembre me llama confirmándome la prueba para mitad de noviembre, pero al día siguiente en un entrenamiento me rompí el menisco de la rodilla, por lo que me tuve que operar y no pude viajar, fue un momento duro que por suerte pude sobrellevar.
Por ahí algunos dirán que lo mío fue suerte, pero yo llamo que es una bendición, por todo lo que pasé con la lesión. Hay que perder ese miedo y armar un buen video para mandar a los clubes para buscar la oportunidad, porque a veces te llegan, pero también las tenés que buscar.
–¿Cómo fueron los plazos de la recuperación de la lesión?
-La lesión la tuve en septiembre y más o menos me llevó dos meses recuperarme. Seguía en contacto con Juan y me dijo que iba a intentar volver a hablar con el club para la prueba.
Yo seguía moviéndome por mi propia cuenta y di con el presidente de este club, por lo que le mandé CV y videos, y me dijo que estaba interesado en contar conmigo. Además, me contó que había otro argentino, que se llama Ignacio Aldabe, y me mandó su contacto. Ahí hablé con él, le pregunté cosas del club, el país y el idioma. Me decidí y a los 15 días estaba viajando.
–¿Cuándo llegaste al FK Sloboda Novi Grad?
-Viajé en febrero de este año, en los primeros días y firmé contrato hasta junio de este año. Decidí venirme porque sentí que era el momento de dar el salto y creo que por algo también pasan las cosas. Me siento bien acá, estoy en un momento de adaptación, y mi cabeza está en jugar acá.
-¿Cómo fue el viaje?
-Fue un viaje bastante largo. Los pasajes me los bancó Juan, el señor que conocí de Estonia. De paso aprovecho para agradecerle, porque si bien no es una persona que está dentro del fútbol, me ayudó a venir acá sin compromiso alguno y sin ser representante. Gracias a Dios lo conocí y estoy muy agradecido.
Ahora seguimos en contacto, hablamos una o dos veces por semana y en junio, cuando termine el campeonato, que tenemos un mes de vacaciones, seguramente me iré a visitarlo.
-¿Tuviste que pasar una prueba para fichar?
-Llegué y en la misma semana firmé. Me perdí los primeros tres partidos porque estaba con el tema de la VISA, me costaba que salga, pero después pude jugar.
–¿Cómo es el club?
-Es un club grande, que tiene más de 100 años. Actualmente estamos en Tercera División porque el año pasado descendió. Es un club que jugaba en Segunda División y peleaba por cosas importantes, terminando siempre entre los cinco primeros. El año pasado tuvo la mala suerte de descender de categoría porque sufrió una inundación grande, en la que las instalaciones quedaron destruídas, como el vestuario y la cancha, se inundó la lavandería, muchos elementos no se pudieron usar más.
La inundación fue finalizando el campeonato de Segunda, a fines de junio. El club termina jugando el torneo como puede y en el parate que hubo, la Federación decide sacarle la licencia de Segunda, por lo que bajan de categoría.
La decisión fue de la Federación, a pesar de que el club terminó en la cuarta posición porque las instalaciones quedaron destruidas y no estaban en condiciones. El club aceptó esto y de a poco fue acomodándose y decidió jugar la primera parte del torneo con los chicos del club y ahora para la segunda parte decidió incorporar refuerzos para armarse y volver.
–¿Ahí es donde llegaste, cuándo empezaron a buscar refuerzos?
-Claro. Hoy el club ya está mucho mejor, las instalaciones son muy buenas ahora. Lo que me llama la atención es la estructura que tiene el club, tiene un muy buen estadio, lindos vestuarios.
–¿Te contó algo de esto Ignacio cuando hablaron?
-Si, me contó más o menos porque él lo vivió y me dijo que lo que hoy por hoy se vive no fue nada que ver con lo del año pasado. También viendo fotos del club de cómo estaba, pude ver como quedó todo por la inundación.
–¿Llegar a Bosnia te cambió mucho en tu forma de vida?
-Si, la verdad me cambió un poco. Es otra cultura, la ciudad es chica, es bastante linda y muy tranquila, las personas son muy amables. Acá se come muy poca carne, se come más pollo y ahora estoy acostumbrándome al tema de las comidas. El idioma es complicadísimo, pero algunos compañeros hablan en inglés, yo por ahora no me manejo tanto con el idioma, pero mi compañero argentino, con el que convivo, lleva 3 años acá, me va ayudando en cosas que no entiendo, con él se me hace un poco más fácil.
–¿Cómo llevas las costumbres argentinas en el país?
-Me traje varios kilos de yerba, e Ignacio también hizo lo mismo. Con eso nos estamos manteniendo, tomamos mate todo el tiempo. Acá no existe el dulce de leche y no son de comer mucho, comen muy poco. La yerba acá es casi imposible conseguirla.
–¿Cómo están ahora en la liga?
-Hay 16 equipos y ascienden dos. Ahora estamos en mitad de tabla para abajo, pero desde el primer momento, como dijo el presidente, la intención es volver a Segunda División. Además, el club tiene la licencia para ascender a Segunda, entonces por ahí hay chances.
–¿Cómo es eso de la licencia?
-Por lo que entiendo de acá, la Federación se basa en la estructura y la historia del club. Tenemos chances de ascender de la misma manera que descendió el año pasado. Todavía no se sabe qué va a pasar.
Fuente: BolaVip.
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