Una multitud de cientos de miles de personas se convocó el sábado en la capital alemana Berlín. Bajo el lema “Nosotros somos el cordón sanitario”, la multitud fue convocada en las afueras del Parlamento para manifestarse en contra del avance de las consignas de ultraderecha y a favor de una Alemania más abierta y democrática.
La convocatoria estuvo a cargo de una plataforma de más de 1.500 organizaciones sociales de toda Alemania, en las que se incluyen Amnistía Internacional o Pro-Asyl, sindicatos, grupos religiosos y activistas medioambientales.
En la plataforma se excluyó a partidos políticos para demostrar que la convocatoria era estrictamente ciudadana y sin intenciones de capitalización electoral. Sin embargo, algunas figuras políticas como la diputada Ricarda Lang o el Canciller Olaf Scholz se manifestaron a favor de la movilización.
🇩🇪 Más de 200.000 personas protestan en Alemania tras escándalo neonazi
En un encuentro secreto, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), celebrado el pasado mes de noviembre, se habría discutido una propuesta para expulsar del país a solicitantes de asilo, pic.twitter.com/HtsTpbWuq4
— En la Retaguardia (@pueblopatriota) February 4, 2024
La primera idea fue formar un cordón humano frente al Parlamento para simbolizar un cortafuego al avance de la intolerancia y el racismo, pero la convocatoria fue tan exitosa que se hizo imposible organizar el cordón y las organizaciones pidieron a los concentrados que simplemente se tomen de la mano.
Las fuerzas de seguridad comunicaron que la convocatoria concentró a 150 mil personas, aunque otras fuentes aseguran que estuvo más cerca de los 300 mil. Además de Berlín, concentraciones parecidas se convocaron en ciudades como Dresde o Hamburgo.
Desde hace meses en Alemania se vienen realizando varias manifestaciones parecidas a la ocurrida el sábado. Las razones son múltiples, e incluyen el aumento significativo del apoyo que se vive en Alemania a partidos de derecha y argumentos discriminatorios para defender consignas separatistas y anti inmigrantes.
Pero el detonante específico de ésta convocatoria fue la revelación el 10 de enero de que integrantes del partido Alternativa para Alemania (AfD) habían participado de un encuentro con empresarios y líderes de grupos neonazis donde se había debatido un plan para expulsar a millones de personas del país.
Alternativa por Alemania
Alternative für Deutschland (AfD) es un partido fundado en 2013 que se ha establecido como un actor político significativo en Alemania. Antes del 10 de enero, algunas encuestas incluso indicaron que sería el segundo partido más votado si se celebraran elecciones ahora.
Surgió como partido euroescéptico, que al igual que los discursos que llevaron al “Brexit” en Inglaterra, se centraban en la oposición a la política de rescate financiero en la eurozona, difundiendo la idea de que Alemania debía salir de la unión europea y eliminar el uso del Euro como moneda.
Con los años, AfD ha evolucionado hacia una plataforma más amplia que abarca una variedad de temas, incluida la inmigración, la seguridad, la identidad nacional y la oposición al multiculturalismo. A medida que los partidos tradicionales pierden apoyo y se fragmenta el panorama político, AfD ha logrado capitalizar el descontento popular y canalizarlo en un apoyo electoral significativo. Este fenómeno refleja una tendencia más amplia hacia la polarización política en Europa como pasa en países como Noruega o España.
Una de las consignas principales de AfD es su postura firme contra la inmigración, acusando de muchos de los problemas de Alemania al crecimiento de migrantes de países árabes. Esta retórica antiinmigrante ha resonado entre algunos sectores de la población alemana que se sienten preocupados por los cambios culturales y sociales que perciben como resultado de la inmigración masiva.
Sin embargo, son precisamente estas consignas y posturas políticas las que han generado rechazo y preocupación entre una parte significativa de la sociedad alemana. Muchos críticos de AfD argumentan que el partido promueve una agenda xenófoba, populista y divisiva que socava los valores democráticos y la cohesión social en Alemania.
La justicia alemana ratifica el extremismo de las juventudes de Alternativa para Alemania (AfD).
Considera que defienden un nacionalismo de corte étnico y racista. La Oficina Federal de Protección de la Constitución anunció el año la intención de vigilar a la organización. /ajr pic.twitter.com/MM2elWksvj
— DW Español (@dw_espanol) February 6, 2024
Muchas de las críticas hacia AfD se centran en que su retórica nacionalista y exclusionaria alimenta la xenofobia y el racismo en un país que ha trabajado arduamente para enfrentar su pasado oscuro y superar la sombra del nazismo.
Además, las conexiones de AfD con movimientos de extrema derecha y la presencia de elementos radicales dentro del partido también han suscitado preocupaciones sobre su verdadera agenda y sus intenciones a largo plazo.
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