El mate está íntimamente vinculado a la cultura argentina, uruguaya, paraguaya y del sur brasileño. La yerba mate se planta y produce más que nada en estas regiones, siendo Misiones y Corrientes el centro del “Triángulo de la Yerba Mate”.
Sin embargo, muchas veces se olvida que la costumbre del mate se difundió en lugares tan exóticos como lo son Siria y Líbano. Tal es el interés de estos países de medio oriente, que son los mayores importadores de yerba mate del mundo.
¿Cómo llegó la costumbre de la yerba mate a medio oriente?
Una historia de migraciones
Un informe publicado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) publicado en el 2011 considera a los árabes el tercer grupo de descendencia más importante en Argentina.
Es decir que, después de los descendientes de italianos y los descendientes de españoles, los descendientes árabes son el grupo más numeroso en el país, aún más que, por ejemplo, los rusos, polacos, alemanes u orientales.
Entre este grupo se incluye a los descendientes de Sirios y Libaneses, que se estima comenzaron a asentarse en Argentina entre 1860 y 1870, huyendo de sus países tanto por motivos económicos como por persecución racial y religiosa después del conflicto de la siria otomana.
Según registros de la época, en esas décadas llegaron cerca de unas 600 personas, número que fue aumentando hasta comenzado el Siglo XX. El número exacto se obtuvo durante el censo de 1947, cuando se los dejó de considerar como parte del Imperio Otomano y se comprobó que en ése momento en Argentina vivían 32.789 sirios y 13.505 libaneses.
Esto generó un gran intercambio cultural entre la comunidad sirio-libanesa y Argentina, y una de las principales cosas que incorporaron, fue el mate.
A medida que muchas de estas familias fueron regresando a sus países, ya sea para visitar a sus familiares o para volver a radicarse en su país natal, volvían con el termo bajo el brazo, y así, la costumbre de tomar mate comenzó a expandirse en éstos dos países.
A través de los años, se fue haciendo costumbre que los argentinos descendientes sirios y libaneses, cuando viajaban para visitar a sus familiares, les llevaran de regalo un paquete de yerba. Así también, los contactos con los que se quedaban en Argentina ayudó a generar relaciones comerciales que permiten que hoy, ambos países estén siempre entre los mayores importadores de Yerba Mate.
El ritual del mate puede variar un poco en medio oriente con respecto a Argentina. Allá, lo más común es que cada uno tenga su mate y su bombilla, y que lo único que se comparta es el agua caliente. Sin embargo, al ser una costumbre foránea, no es poco común encontrar al mate en el menú de cafés o bares de los centros urbanos.
La importancia para la industria
Según datos del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) en el 2022 se produjeron 316 millones de kilos de Yerba Mate, lo que representó una baja con respecto a los años anteriores debido más que nada a una reducción del mercado interno.
La cantidad de kilos de exportación, sin embargo, se mantiene similar, llegando a los 40.3 millones de kilos que se traducen en un valor de 90 millones de dólares.
Todos los años, Siria es por lejos el país que más yerba importa, representando por lo menos 30 de esos 40 millones de kilos. Es decir que un 75% de las exportaciones de Yerba Mate van para Siria. Le sigue Chile que suele importar unos 4 millones de kilos de Argentina, mientras que Líbano suele disputarse el tercer puesto con Estados Unidos con 700 mil kilos.
El intercambio cultural producto de la migración sirio-libanesa también hizo que la preferencia en éstos países sea la yerba prensada, la misma que se toma en Argentina. Esto también es clave para la industria nacional, ya que explica por qué ambos países optan por importar la yerba mate argentina por sobre la producida en Brasil, que tiene otra elaboración.
Esto también trajo inversiones de grupos sirios que se instalan en Misiones para producir yerba mate y exportar paquetes a Siria y Líbano. Entre el 2008 y el 2009 los grupos Kabour y Kassab, llegaron a Comandante Andresito, localidad ubicada a 68 kilómetros de Iguazú, para instalar secaderos y molinos, además de envasar té y café para enviarlos a su Siria natal. Kassab vendería sus acciones en el 2017 y pasó a llamarse Yerbatera Hoja Verde SRL en el 2017.
Diez años después, el grupo Kabour se convirtió en el tercer exportador de yerba del país, detrás de La Cachuera y de las productoras de Santo Pipó.
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